sábado, diciembre 31, 2016
Brevísimo ránking de horror del 2016
miércoles, diciembre 28, 2016
Reseña: 10 Cloverfield Lane (2016)
lunes, diciembre 26, 2016
Reseña: We Go On (2016)
La trama es sin duda alguna lo mejor que tiene We Go On: en ella, un joven que sufre de una terrible depresión y de un patológico miedo a la muerte, decide poner un anuncio en el periódico ofreciendo una cuantiosa suma de dinero a aquel que consiga darle pruebas irrefutables de la existencia del más allá. Por supuesto, esta es una película de miedo, y tras algunos traspiés con charlatanes y timadores varios, nuestro protagonista finalmente se topa con más de lo que puede manejar, metiéndose de lleno en una historia de de espíritus rencorosos y dándose cuenta, de la peor manera posible, de que meterse en asuntos de fantasmas no es precisamente la decisión más sabia. Pero este argumento, que en otras manos habría sido dotado de sustos baratos y momentos claramente efectistas, consigue en esta película una interpretación mucho más sutil y afincada no tanto en los momentos de miedo (que los hay, sin duda alguna) sino en el viaje interior del protagonista y su relación con los demás, desde su madre en un principio escéptica pero que termina acompañándolo en su odisea, hasta todas aquellas personas que involucra en su demencial búsqueda.
En ocasiones anteriores realizamos alguna comparación entre esta película y El sexto sentido (1999) de M. Night Shyamalan, y la verdad es que sí se parecen mucho, y aunque We Go On resulta claramente menos estilizada y más modesta a nivel cinematográfico, sí que toca algunos de los mismos temas, aunque lo haga desde el punto de vista de los vivos. Tiene ante todo un muy buen guión, con una estructura genuinamente interesante que te hace querer saber cómo va a terminar, un detalle en el cuidado del argumento que yo personalmente no suelo ver en este tipo de cine. Esto me hizo perdonarle algunos de sus fallos como su poco interesante actor protagonista o algunos giros narrativos que se ven venir de bastante lejos.
A pesar de sus escasas ambiciones estéticas y su breve claudicación a algunos de los aspectos más superficiales del cine de fantasmas, estamos ante una muy buena película de horror sobrenatural que ciertamente merece ser más conocida. Pero insisto; no la vean esperando una muestra de terror visceral como las que abundan hoy en día porque las intenciones de esta película son otras. Aún así, vale muchísimo la pena y queda asbsolutamente recomendada por encima incluso de otras con una atmósfera más elaborada pero con ideas menos interesantes que esta de la que hablamos hoy.
domingo, diciembre 25, 2016
Algunas que debí comentar este 2016 (2 de 2)
domingo, diciembre 18, 2016
Algunas que debí comentar este 2016 (1 de 2)
martes, diciembre 13, 2016
Encuesta: nuestras favoritas del 2016
lunes, octubre 31, 2016
Reseña: I Am The Pretty Thing That Lives In The House (2016)
En I Am The Pretty Thing... encontramos en cambio un arquetipo de historia gótica que resultará familiar a aquellos que conozcan la obra de autoras como Shirley Jackson, que solían dejar siempre en términos ambiguos la presencia de lo sobrenatural, y se referían a los fantasmas como entidades del pasado que se aferraban a un lugar y deambulaban en soledad por los pasillos. Algo así ocurre a la protagonista de la película, una enfermera que acude a cuidar de una anciana escritora de suspense que vive sola en una casa en la que, según reza su testamento, desea estar en el momento de su muerte. A lo largo del tiempo que pasa en la residencia vemos cómo la soledad empieza poco a poco a hacer mella en la protagonista, aislada en una casa en la que no hay televisión y forzada a convivir con una anciana en un permanente estado semi-catatónico, por lo que ni siquiera puede comunicarse con ella de forma clara. Es sólo más adelante, cuando la comunión entre la obra de la escritoria y la macabra historia de la casa termina por darse que la protagonista comenzará su acercamiento a lo sobrenatural, con un resultado final que a pesar de que ha sido anunciado desde el principio no deja de tener su fuerza.
Todo esto que he comentado arriba se da, repito, de forma muy lenta en una película plagada de silencios y planos fijos que conforman una de las más seductoras atmósferas de terror que he visto en mucho tiempo. Es una película prácticamente desprovista de dramatismos y que no hace prácticamente ninguna concesión al espectador habitual, pero que aún así (o quizás precisamente gracias a eso) logra meterse debajo de la piel y me ha traído una sensación que por lo general sólo me ha acompañado con una literatura de terror muy específica, con Henry James, Susan Hill o la ya citada Shirley Jackson a la cabeza. Definitivamente no es para todo el mundo, sobre todo por ese desarrollo que deja para el final el que prácticamente es su único momento de impacto. Pero es ante todo una cinta única que representa además un paso natural en la evolución de su director.
Porque claro, no lo había comentado antes, pero el hombre detrás de este proyecto es Osgood Perkins, el mismo de February (2015), reestrenada este año bajo el título The Blackcoat's Daughter, una obra que también nos gustó mucho y que también forma parte de ese cine de terror de estilo sobrio y pausado por el que sentimos preferencia hoy en día. Con este segundo trabajo, el hijo de Anthony Perkins lo ha vuelto a hacer, y desde aquí esperaremos lo próximo suyo, que muy probablemente cause opiniones tan enfrentadas como esta de la que hablamos hoy.
miércoles, octubre 19, 2016
Reseña: Shelley (2016)
En esta película vemos a una pareja de adinerados burgueses que contratan a una chica rumana para que trabaje de criada en su cabaña perdida en medio del bosque. Desde el principio la cinta nos plantea a la pareja protagonista como personas privilegiadas que han decidido voluntariamente privarse de todos los lujos de la civilización como la electricidad, teléfono y agua corriente en favor de una vida sencilla, pero que requieren de ayuda debido a que la mujer está recuperándose de un aborto involuntario. Prácticamente todo el primer tercio del metraje se va en construir la relación entre estos tres personajes, sobre todo las dos mujeres, que desarrollan una auténtica amistad que llega a su punto máximo cuando la pareja pide a la joven criada, Elena, que acceda a llevar en su vientre al hijo de ambos. Es a partir de aquí cuando comienzan los elementos de terror, ya que durante sus meses de aislamiento en el bosque Elena comenzará a sufrir alucinaciones y experiencias que le demostrarán que su embarazo (y por lo tanto el niño dentra de ella) no es del todo normal.
Todo en la cinta apunta a que el embarazo de Elena no es sino la puerta de entrada a un horror oculto e inexplicable que, curiosamente, nunca se llega a explicar del todo más allá de las muy sutiles referencias a un Mal presente en el bosque y que ha terminado por apoderarse de la joven. Es un tema que está muy bien planteado ya que al igual que como ocurría en otras obras como El bebé de Rosemary (1968), la protagonista se encuentra realmente indefensa, acosada no sólo por la amenaza sobrenatural sino también por la mujer de la pareja anfitriona, que de repente empieza a ver a la joven como si fuese de su propiedad hasta el punto de querer dictaminar todos los detalles de su vida. Todo este conflicto va creciendo hasta su desenlace centrándose principalmente en el horror que todos intuyen que se acerca. Basta con tener en cuenta que el título de la película no se refiere a ninguna de las dos mujeres sino a la pequeña niña que está por nacer.
En el poco probable caso de que os encontréis Shelley en un cine, no la dejéis pasar. Probablemente no sea para todo el mundo y por momentos no parece una película de terror, pero a pesar de todo esto es sumamente inquietante y hacia su tercer acto se vuelve perturbadora como pocas historias que he visto este año. Me ha encantado sin duda.
miércoles, octubre 12, 2016
Reseña: Blair Witch (2016)
domingo, octubre 09, 2016
Reseña: Ouija (2014)
martes, septiembre 20, 2016
Reseña: Train to Busan (2016)
Yeon Sang-ho, director surcoreano más famoso por sus trabajos de animación, nos trae su primer largo con actores de carne y hueso, Train to Busan (2016), una historia de zombis que funciona como díptico con su largometraje animado Seoul Station (2016), y que por lo visto ha causado furor allá donde se ha presentado. No es para menos teniendo en cuenta lo difícil que resulta hoy por hoy sacar algo interesante u original del subgénero zombi, y aunque muchos de sus elementos están bastante vistos (incluyendo su nada sutil metáfora social) lo cierto es que es una de las películas de muertos vivientes más intensas que he visto desde los tiempos de 28 días después (2002).
miércoles, agosto 17, 2016
Reseña: Holidays (2016)
Esta variedad trae la ya inevitable consecuencia que todos conocemos y que no es otra que la desigual calidad de los relatos que componen la película, aunque curiosamente el más flojo de ellos termina siendo dirigido por el cineasta más veterano del conjunto. Lo que sí me sorprendió es que ninguno de los segmentos de Holidays termina siendo una historia cerrada como tal sino que en la mayoría de los casos el enfoque está puesto sobre la atmósfera, la estética o simplemente un concepto que se lleva a cabo y que parece estar por encima de un argumento convencional. Esto hace que la película, contra todo pronóstico, termine siendo un trabajo menos comercial y accesible de lo que originalmente hubiese pensado, y aunque el grado de efectividad de las propuestas varíe de una historia a otra, la singularidad de la que parte cada una de ellas hizo que la cinta cobrara un gran interés ante mis ojos y se convirtiera en algo distinto que en mi opinión ha valido mucho la pena.
De todos los segmentos, el más impresionante para mí ha sido el dedicado al Día del Padre, dirigido por Anthony Scott Burns, encargado de efectos especiales quien curiosamente no ha dirigido hasta la fecha ningún largometraje, y cuyo trabajo tiene la atmósfera más conseguida de todas e incluso el argumento más interesante y que más me ha atrapado, además de contar en el papel protagonista con la bellísima Jocelin Donahue, a quien probablemente recordaréis por su participación en La casa del diablo (2009). El suyo es el mejor de todos los relatos sin duda, y me ha hecho sentir una gran curiosidad por los trabajos que este cineasta nos puede traer en el futuro. Como contraparte, el más prescindible de los segmentos termina siendo dirigido por Kevin Smith, el más rodado de todos estos directores y el único que parece no haber tenido ni idea de qué hacer con el material que se le ha dado, desperdiciando así la premisa en un principio más atractiva (Halloween) por partida doble: no solamente el relato en sí es pobre hasta decir basta sino que encima no tiene absolutamente nada que ver con la Noche de Brujas más allá de estar ambientado en la noche del 31 de octubre.
Por las encontradas opiniones que ha despertado, Holidays no parece ser una película para todo el mundo, y ha terminado por ser menos accesible de lo que prometía, pero teniendo en cuenta que la premisa de una antología de historias basadas en diferentes festividades era algo que estaba destinado a ocurrir, me alegra que haya sido una cinta de horror independiente la que haya dado el paso adelante. Hay aquí algunas historias muy buenas, imágenes retorcidas y fuera de lo común, y sobre todo algunos nombres de los que sin duda estaré buscando más cosas para traer a colación aquí.
domingo, agosto 14, 2016
Reseña: The Conjuring 2 (2016)
Al igual que la primera parte, esta secuela comienza con un pequeño prólogo de otro caso de los Warren, y ya desde los primeros fotogramas Wan juega con la familiaridad del público asiduo al horror cuando el alejamiento de la cámara nos muestra las inconfundibles ventanas de la casa de Terror en Amityville (1979), probablemente uno de sus casos más sonados y que ya de entrada establece el tono de la película a la vez que introduce un sentido de urgencia en el argumento al enfrentar al matrimonio de Ed y Lorraine con un nuevo némesis. Sin embargo, esto es sólo una escena al comienzo porque el argumento realmente va de otra cosa: tal como todos sabéis ya, el caso al que los Warren se enfrentan esta vez es el del llamado "poltergeist de Enfield", una de las más famosas historias "reales" de fantasmas de Inglaterra, y que ya ha sido material de adaptación de numerosas películas, entre ellas la excelente Ghostwatch (1992), que aprovecho para recomendar una vez más.
Una vez establecida la premisa, la verdad es que no hay muchas novedades en esta segunda parte. The Conjuring 2 toma muchas de las pautas ya establecidas no sólo por su antecesora sino por gran parte del cine de terror sobrenatural de décadas pasadas. Sin embargo, esto es en gran medida una buena noticia porque tanto la dirección de Wan está a años luz de lo que normalmente solemos ver en el cine de miedo comercial. Una cosa que siempre se destaca aunque nunca lo suficiente es cómo la película se niega a utilizar sustos "falsos", es decir que aquellas escenas que buscan crear una tensión en el espectador siempre culminan en algo realmente sobrenatural y no toman al público por idiota. Pero curiosamente, si la película funciona es sobre todo por los Warren y porque la relación entre los dos es el auténtico centro emotivo de la trama, mucho más que la típica premisa de la familia en peligro. Esto es algo que nunca está de más repetirlo porque los verdaderos Ed y Lorraine Warren no eran ni por asomo tan carismáticos y ciertos detalles sobre su vida y aventuras los convierte en personajes bastante cuestionables que son ampliamente superados por sus contrapartes en la ficción.
Entiendo que el 2 en el título pueda alejar incluso a aquellos que gustaron de la primera parte pero sería un error. Esta continuación de The Conjuring es una muy buena película de miedo que demuestra que detrás de ella se encuentra gente no sólo conocedora de las cosas que funcionan en este género sino además con un mínimo de respeto por su público, además de contar con un ángulo dramático poco usual en este tipo de producciones. En serio, creo que el único problema real que tiene esta película es que, a la hora de la verdad, no es tan buena como la primera parte, por lo que las inevitables comparaciones no le harán justicia.
jueves, agosto 11, 2016
Reseña: Lights Out (2016)
domingo, junio 12, 2016
Reseña: La bruja (2015)
Saliendo airoso del nada desdeñable desafío de hacer cine de terror con ambientación de época, Eggers lleva su película al pasado colonial de Estados Unidos cuando una familia de puritanos de la Nueva Inglaterra son expulsados de su comunidad debido a su heterodoxia religiosa y se mudan a los límites de un misterioso bosque, donde sufrirán el acoso de una bruja que utilizará a los niños de la familia en su contra. Es importante mencionar que a pesar de que el drama entre los personajes y su subtexto de resentimiento, sexualidad reprimida y secretos contribuye en gran medida a las desgracias de la familia, la existencia sobrenatural del Mal es presentada como algo real desde el principio: la bruja en cuestión existe, como existe la magia negra que poco a poco se va apoderando de la familia hasta desembocar en un inmejorable y sangriento final. Lo que realmente impresiona es que Eggers no se ha conformado con utilizar las formas típicas de este tipo de cine sino que ha logrado imprimir a su cinta de un realismo más apropiado para un drama de época: todo en la película está dedicada a conseguir esa inmersión total del espectador en el mundo que ha creado, desde el impecable diseño de producción y vestuario, pasando por ese inglés deliberadamente arcaico extraido de la Biblia de Ginebra, hasta la fotografía de luz natural y las proporciones de una pantalla con un mayor espacio vertical para poder captar en su plenitud la altura de los árboles y la inmesidad del bosque. Estéticamente es una película maravillosa cuyas imágenes se quedan en tu mente mucho después de haberla visto, y que al mismo tiempo consigue un ambiente en verdad inquietante que hace que el espectador se sienta, como la familia, completamente desamparado en aquel sitio inhóspito que parece alejado de la mano del hombre civilizado y de su Dios protector.
Esto último me lleva a una cosa que se ha mencionado hasta la fecha en muchas reseñas, y es supuesta presencia de una especie de crítica hacia la religión en cuanto a la actitud de la familia y la naturaleza del mal que les acecha. Me ha parecido curiosa esa visión ya que mi experiencia con la película ha sido precisamente la contraria, y esto es algo que se ha reforzado después de leer varias entrevistas a su director e incluso haberle escuchado en el pase del festival donde la vi: La bruja me ha parecido ante todo una cinta que habla sobre la religión como símbolo supremo de comunidad, y lo que desencadena las desgracias que caen sobre la familia protagonista es precisamente el haber abandonado la seguridad que brindaba su comunidad y su religión y haberse expuesto por lo tanto a los peligros de aquella presencia foránea que habita en el los bosques fuera de su civilización, ese monstruo que acecha fuera de su Fe. Esto también se ve reflejado en su final, el único posible si tenemos en cuenta la necesidad por parte de la protagonista de buscar su seguridad adentrándose en otra comunidad que le ofrece la protección que su familia ya no puede darle.
Pero claro, esto es tan sólo una opinión muy subjetiva, y lo más interesante de esta película es la gran cantidad de lecturas que ofrece y su negativa a darnos los clásicos puntos reconocibles de una historia de terror convencional. Esto último quizás explique el que tantos críticos hablen de ella como algo que "trasciende" su género, como también puede que explique el otro punto que más se ha comentado en casi todas las reseñas que he leído, y es la gran diferencia de apreciación que ha tenido esta primera cinta de Eggers entre la crítica y el público mayoritario, que al parecer no ha quedado tan impresionado con ella como el selecto público cinéfilo. Craso error, si me lo permitís, y uno que muy probablemente se deba a la negativa por gran parte del espectador medio de salirse de los esquemas marcados por los grandes éxitos del gore o el horror sobrenatural. Por favor, dadle un pase, porque esta es sin duda una de las mejores de este año del que todavía no hemos gastado ni la mitad.
miércoles, mayo 11, 2016
Reseña: Hush (2016)
Confieso que me esperaba lo peor ya desde la premisa, puesto que la idea de una joven escritora (interpretada por la esposa y habitual guionista de Flanagan, Kate Siegel) que vive sola en una cabaña en medio del bosque y es de repente acosada sin mayor explicaciones por un asesino enmascarado es algo que se ha hecho muchas veces y en la mayoría de los casos muy mal. Hay un par de sorpresas, sin embargo, ya que no estamos aquí ante una cinta como I Spit on Your Grave (2010) (probablemente la más obvia referencia que se me viene a la cabeza en este momento) sino a algo por el contrario mucho más sutil y que nada tiene que ver con la venganza sino con la idea de una mujer que se niega a convertirse en víctima y que busca por el contrario imponerse sobre su agresor, algo que acerca más la premisa al estilo de You're Next (2013). Como extra, la cinta introduce en su argumento un grado más de dificultad al hacer de la protagonista una sordomuda, con lo que se plantea una disparidad entre ella y el asesino más allá de su talento para la violencia.
Este último ángulo tampoco es novedoso (creo recordar varias películas cuya trama tiene que ver con el enfrentamiento entre un asesino y alguien con algún tipo de discapacidad), pero a pesar de su escasa originalidad hay muchas cosas a destacar de esta película, siendo la principal de ellas (para mí al menos) la naturalidad que Flanagan da a los personajes, sobre todo al asesino a quien desde los primeros minutos vemos quitarse la máscara, algo que una película más convencional nunca hubiese hecho. A pesar de que en ningún momento se nos revelan o explican las motivaciones de este para cometer el crimen, la verdad es que dichos motivos no importan y aún así la cinta dota al personaje de una gran carga de humanidad al hacerlo falible, dado a perder el control en numerosas ocasiones y a recurrir a su astucia en aquellos momentos en los que se ve clara y temporalmente superado.
Por supuesto que hay también su buena carga de lugares comunes de este tipo de historias, y algunos aspectos del final se ven venir desde mucho antes, pero la atmósfera dada por la supuesta limitación de la protagonista (y digo supuesta por motivos que no voy a revelar pero que quien lea estas líneas muy probablemente podrá intuir), las actuaciones y la genuina tensión generada en varios momentos hacen que Hush destaque como una muy eficiente película de invasión domiciliaria, y aunque sin duda alguna es la más convencional de las tres entregas de terror de Mike Flanagan hasta el momento, se hace muy recomendable.
jueves, mayo 05, 2016
Reseña: Harbinger Down (2015)
Primero que nada un poco de historia para ponernos en contexto.
sábado, marzo 26, 2016
Reseña: Creep (2014)
Pero primero que nada hay que hablar un poco de lo que se trata la película: Creep es también un claro ejemplo de ese modelo de historias en las que el protagonista es seducido por algo "demasiado bueno para ser verdad". En este caso, nuestro personaje principal es un joven cineasta que acepta un encargo visto en un anuncio puesto por un misterioso hombre que lo cita en una cabaña apartada de la civilización y que le pagará una buena suma simplemente por grabar su vida cotidiana durante un día en una especie de video-diario de confesiones. No cuento más porque la sorpresa acerca de lo que empieza a suceder es parte del disfrute que la cinta ofrece, pero basta decir que, muy previsiblamente, aquella oferta resulta tener un reverso siniestro y la interacción entre los dos personajes comienza a cobrar tintes cada vez más inquietantes a medida que el día transcurre y la psique de este desconocido es expuesta.
Lo primero que debo decir es que ya de entrada el hecho de que esta fuese un película de metraje hallado ya me echó para atrás, sobre todo teniendo en cuenta que el formato no está del todo justificado más allá de un punto de vista meramente presupuestario. Me explico: hay un momento en el que uno de los personajes hace una referencia explícita a Mi vida (1993), cinta en la que se intercalaba el video-diario de un hombre enfermo de cáncer terminal con escenas en perspectiva omnisciente de toda la vida, en la evidente suposición de que no todo el día a día de una persona tiene por qué ser grabado. Es curioso que Creep no haya decidido optar por el mismo estilo dual ya que le habría sentado muy bien, sobre todo en la segunda mitad de la película, cuando el protagonista continúa guardando un meticuloso registro de todo lo que le ocurre a pesar de que no tiene ningún motivo para hacerlo, o al menos ninguno que haya sido explicado antes.
Esta segunda mitad es para mí lo que al final hizo de esta cinta algo poco destacable, y que desinfló por completo la sorprendente tensión generada durante los primeros cuarenta minutos. De hecho, me atrevería a decir que esta es una obra que funciona mejor en su sencillez inicial, ya que con muy pocos recursos, con escenarios naturales, dos únicos actores y diálogos, consigue sus mejores momentos. Pero esto es también lo único que puedo destacar de ella. Del resto, poca cosa a decir verdad.
domingo, marzo 13, 2016
Reseña: Amityville 4: The Evil Escapes (1989)
Una cosa debo aclarar, sin embargo: la idea de la que parte esta cuarta entrega es hasta cierto punto muy interesante y da pie a elucubraciones acerca de la trama que podrían haber sido muy exitosas en otras manos. El subtítulo de la entrega no es casual ya que en esta ocasión el argumento se desarrolla por primera vez fuera de la misteriosa casa del 112 de Ocean Avenue, la cual finalmente ha sido desvalijada y sus muebles puestos a la venta en la calle. Es aquí donde comienza la historia, cuando una lámpara de pie de la casa es comprada y llevada a California sin saber que dentro de ella se esconde parte de la maldición, con las muy previsibles consecuencias. De entrada la idea de la maldición de la casa extendiéndose por todo el país a través de los objetos que en ella estaban me parece muy buena, y ciertamento más aprovechable de lo que al final hicieron, sobre todo porque al intentar darle un diseño "tenebroso" a la lámpara lo único que consiguieron fue arrojar por la borda cualquier atisbo de seriedad que uno podría haberle dado a la película.
Precisamente el diseño de la lámpara es lo que arruina por completo una historia que ya de por sí no tenía mucho que ofrecer. Aparte de las evidentes limitaciones que tiene por fuerza un trabajo hecho para la televisión en abierto, Amityville 4 no tiene ningún reparo a la hora de calcar elementos que funcionaron en otros éxitos de los ochenta, principalmente Poltergeist (1982), de la que toma la idea de una niña pequeña que tiene una particular conexión con la entidad sobrenatural y que por supuesto se convierte en el blanco principal de la amenaza que se esconde dentro del artefacto.
Hoy en día, imagino que una película como esta puede funcionar únicamente como disfrute irónico, y como prueba de que siempre se puede caer del estrellato ya que la protagonista de esta cinta es nada menos que Patty Duke, quien tuvo una carrera brillante en su juventud en la que ganó hasta un Oscar y que sin embargo hace de la cara más reconocible en este despropósito que, curiosamente, no mató la saga sino que fue sólo el punto de partida de una debacle que todavía se extiende hasta nuestros días. Atención al hilarante final cuando la lámpara diabólica es derrotada de la forma más disparatada y ruidosa posible.