Tal como ocurre con gran parte de la filmografía de George Romero, la fama de The Crazies (1973) es oscurecida por la popularidad de su trilogía original de zombis, responsables de su encumbramiento como director y figura recurrente del género de terror décadas después de su estreno. Esta, en cambio, fue una producción que en su momento pasó bastante desapercibida, al igual que el resto de trabajos que Romero realizara en ese período de transición entre La noche de los muertos vivientes (1968) y El amanecer de los muertos (1978). El tiempo se ha encargado de devolverle un poco de notoriedad, pero quedarnos allí sería un grave error. Lo cierto es que The Crazies es también una de sus películas más sólidas, y ahora que el estreno de su nueva versión es inminente, se hace más necesario que nunca sacarla a la luz una vez más.
La película narra el caos vivido por un pequeño pueblo sitiado en una repentina cuarentena por el gobierno, cuando un virus creado por ellos se desata accidentalmente en la población. El virus, propagado por el agua, hace que la gente se vuelva loca, y sus efectos casi siempre desembocan en una ira asesina. La locura no se manifiesta como una rabia, sino más bien reduciendo a la persona a un carácter completamente imprevisible que a menudo se vuelve violento. A pesar de que no es una película de zombis (algo que, a juzgar por los avances mostrados, su remake parece ignorar), sí es cierto que comparte una estructura muy similar y muchas de las constantes que Romero ha dado a su saga apocalíptica de cadáveres antropófagos, desde la gradual pérdida del control de la sociedad hasta el desmoronamiento de la familia, así como el matiz bastante negativo con el que Romero pinta a los militares, cuya incompetencia y arrogancia termina dificultando su misión. En este sentido la perspectiva empleada por la película de un dúo de duros hombres pueblerinos que no vacilan en armarse para luchar contra el ejército de su propio país es una idea bastante transgresora que calza muy bien no sólo con el imaginario romeriano del estado de sitio, sino con el clima general de desconfianza en las instituciones que acompañó la época de la guerra de Vietnam.
Estas ideas, llevadas a cabo en un muy buen guión de Romero, son las que traen a colación momentos e imágenes realmente inquietantes en lo que se refiere al desmoronamiento del pueblo (y del grupo de protagonistas) y que dudo mucho que la nueva versión tenga la valentía de reproducir. El ya icónico aspecto de los soldados con sus trajes de seguridad otorga a su presencia un aire de uniformidad casi alienígena que ayuda mucho a la estructura de thriller paranoico de la película (aparte de resultar muy conveniente para ocultar el hecho de que la mayoría de ellos eran adolescentes tomados de la escuela local). Todo esto compensa con creces las evidentes carencias de medios; la cinta fue realizada con un presupuesto ínfimo, rodada en locaciones reales, con un gran número de actores no profesionales y ningún especialista. Las escenas de acción son por eso un tanto toscas a nivel técnico (aquellas escenas de despliegue de poderío bélico son evidentemente material documental) pero están tan bien dirigidas y dosificadas que en ningún momento molestan.
A medida que se acerca el desenlace, The Crazies se va poniendo cada vez más tremendista y apocalíptica, y aquellos que ya estén familiarizados con el resto de la obra de Romero encontrarán varios paralelismos con su manera particular de relatar el caos que se genera cuando la sociedad se viene abajo y que ya presagiaba lo que sería El amanecer de los muertos cinco años después. Es por eso que recomiendo encarecidamente que antes de ver el remake que se estrena dentro de poco, echéis un vistazo a la versión original, ya que todo parece indicar que la nueva versión se irá por lados mucho más convencionales de ese cine de zombis/infectados que se ha convertido, más que en una prolongación de la obra de George Romero, en su inconsciente parodia.
He pasado bastante hasta ahora del "resto" de la filmo de Romero, y la verdad supongo que me he perdido maravillas como puede ser esta.
ResponderEliminarEl pobre es que joder... No sé hasta qué grado sus zombies le han hecho bien a su carrera... No sé si me explico.
La veré.
Y el remake que se espera... En fin. A ver qué hacen.
No vi aun REC II, pero me la ha puteado todo el mundo a base de bien. La tengo pendiente.
ResponderEliminarCreo que eres el primero que habla bien de ella.
Sobre todo, lo que más ha odiado la gente en general creo que ha sido "ese giro sobrenatural".
Te contaré cuando la vea.
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ResponderEliminarsaludos
Trataré de echarle un vistazo a ésta versión de Romero, la cuál muchos tildan de una película mediocre y aburrida. Pero es Romero, al menos vale la pena un vistazo.
ResponderEliminarEn cambio, éste remake de "The Crazies" ha sido generalmente aceptado de manera positiva, yo lo espero con ansias.
Saludos
Pues a mi esta Crazies de Romero me gustó. A pesar de que a la mitad el ritmo se vuelve un poco lento, casi plomizo, si que tiene cosas interesantes. Lo que bien dices de la "destrucción" de la sociedad y también la idea del contagio y el miedo al mismo, presente también en sus cintas de zombies y de igual modo tiene, o me parece, cierta crítica social muy de los sesenta-setenta.
ResponderEliminarSaludos.
Véala señor Loomis. Yo le aseguro que todos los que dicen que esta es una película mediocre o una "obra menor" de Romero es que simplemente no la han visto. Es más, me atrevería a decir que no han visto nada suyo más allá de la saga de zombis o, cuando mucho, "Creepshow".
ResponderEliminarY no sé... ese remake me parece que tiene una pinta muy mala.