El principal problema que vemos en cuanto a la recepción que tuvo Under The Skin tiene que ver con la manera cómo fue anticipada; la presencia como protagonista de Scarlett Johansson (de quién se anunciaba además alguna escena de contenido erótico para estimular el morbo del personal) y una trama muy en la línea de otros ejemplos altamente conocidos de "ciencia ficción guarra" seguramente avivaron el interés comercial de un público ajeno tanto a la surrealista novela de Michel Faber como al cine del director británico Jonathan Glazer, un muy interesante y poco convencional cineasta que ha aprovechado la ocasión para traernos la que con toda seguridad es su película menos comercial hasta la fecha. Es así como aquellos que esperaban una historia de monstruos cargada de erotismo malsano se encuentran con una historia surrealista de ciencia-ficción introspectiva contada desde el punto de vista de un depredador que termina cuestionando su naturaleza y encontrando empatía en la humanidad a la que ha decidido cazar, y el erotismo al que nos hemos referido antes es frío, poco atractivo y destinado más bien a ser una trampa que causa un nada desdeñable grado de repulsión y atávico miedo a los misterios de la sexualidad femenina. Incluso el tan anticipado desnudo de Scarlett Johansson es desprovisto de todo factor erótico, lo que causó además una muy lamentable reacción en los predios de Internet que por desgracia se centraron en la supuesta falta de atractivo de la actriz, como si ese no hubiera sido el objetivo en primer lugar.
Por todos estos motivos, por la distancia que plantea con el espectador y su estética deliberadamente feísta que incluye hasta escenas de cámara oculta rodadas con figurantes no profesionales, estamos ante una película poco accesible para el público general. Pero esto no tiene nada que ver (como hemos leído en muchos sitios) con un supuesto carácter anti-narrativo de la película o con aquella idea errada de que la película no tiene un argumento. Todo lo contrario: si algo tiene es que la trama es tremendamente sencilla y muy fácil de discernir incluso teniendo en cuenta la escasa cantidad de diálogos y la prácticamente total ausencia de explicaciones. Sabemos desde el principio que el personaje de Scarlett Johansson es un ente inhumano que se oculta bajo la apariencia de una joven y hermosa muchacha para seducir hombres solitarios y luego llevarlos a una trampa mortal, y todas estas escenas transcurren casi sin diálogos y sin nadie explicando lo que estamos viendo, y aún así queda bastante claro a pesar de los toques de misterio como esa habitación negra o el personaje de la moto que constantemente sigue de cerca a nuestra protagonista y que se intuye pertenece a su misma especie aunque nunca se dice claramente.
Pero si bien argumentalmente se trata de una cinta muy accesible, todos los demás elementos que Glazer pone a nuestra disposición pueden ser difíciles de soportar cuando se espera un trabajo mucho más convencional; como ya decíamos arriba, el ritmo deliberadamente pausado, la casi total ausencia de diálogos explicativos o la estética desprovista de embellecimiento puede hacer mella en un espectador que busque algo de terror al uso y que puede incluso verse espantado por algunas escenas genuinamente desagradables como esa visita a la playa (y la tragedia múltiple que en ella ocurre), el encuentro con una víctima que hace que nuestra protagonista descubra su hasta entonces ignorada humanidad, y por supuesto el desenlace que cierra la película dejándonos con un sabor de boca muy negativo. Esa falta de "cierre" y ese distanciamiento y frialdad estéticas de la que hace gala Under The Skin han despertado muchas comparaciones entre Glazer y el Kubrick de 2001: Odisea espacial (1968), cosa que francamente no terminamos de ver más allá de parecidos muy superficiales, pero de lo que sí estamos seguros es de que esta es una pieza muy recomendable y que en ocasiones da cierto alivio encontrarse con algo así que nos replantee aquello que realmente buscamos cuando nos acercamos a lo desconocido. Muy buena.