Esta ambientación a la que me refiero es probablemente lo mejor que la película tiene, y toda la recreación del submarino está sorprendentemente trabajada y realmente transmite al espectador la sensación de laberinto metálico de un navío en el que a pesar de sus grandes dimensiones todos los espacios de uso humano son tremendamente reducidos. La película hace de este ambiente claustrofóbico una marca de identidad estética ya que progresivamente, a medida que la trama se va desenvolviendo y la naturaleza de del horror se va definiendo de forma más concreta, el espacio de vuelve cada vez más pequeño y oscuro, un detalle muy interesante que enlaza a esta película con otras obras de lugares siniestros que van haciendo mella en la mente de los que lo habitan, tal como ocurría en Session 9 (2001). De hecho, si la película pierde efectividad por momentos es únicamente debido a las sonrojantes tomas CGI de los exteriores del submarino, en la que los efectos especiales no están tan logrados.
El motivo, sin embargo, por el que la película no me ha impresionado demasiado es que a pesar de su estética el argumento no es lo que se dice muy interesante; la falta de un protagonista definido hizo que el desarrollo se me hiciese algo tedioso, y una vez que como espectadores vamos viendo que el misterio acerca de la tripulación es lo que realmente tiene el mayor peso dramático, todo el ángulo sobrenatural se hace un tanto superfluo y muy pobremente dibujado, a pesar de que la cinta nos deja muy claro que el submarino está embrujado de verdad. Es como si sus responsables hubiesen querido balancear ambos aspectos (el thriller y el cuento de fantasmas) pero no hubiesen podido decidirse a llevar ninguno a sus últimas consecuencias y hubiesen dejado ambos ligeramente esbozados.
Con todo y eso, encuentro mucho que recomendar de Below; una excelente ambientación, algunas actuaciones sólidas (incluyendo a Zack Galifianakis en un inusual papel serio) y una estética envidiable. Es una lástima que la trama no me haya resultado tan interesante y que no maneje tan bien las constantes del género que toca, algo que David Twohy ha logrado en otras ocasiones. Pero por supuesto, esto último es una opinión muy personal que yace quizás en mis propias preconcepciones sobre la obra de un director al que sigo de forma muy entusiasta. Mejor echadle un vistazo vosotros mismos.