Cada año, en Berlín, tengo la oportunidad de pasarme por el Fantasy Fimfest y así echar un vistazo a varios productos que por lo general nunca vería en salas de una ciudad como esta tan poco dada al género de horror. Este año además tuve la suerte de contar con un pase de temporada que me permitió tragarme 60 largometrajes en 12 días. Con esto quiero decir que finalmente he podido traeros una selección de mis diez películas de horror favoritas de este festival, muchas de las cuales por supuesto jamás veremos en una sala comercial, aunque no por eso dejaremos de reseñarlas llegado el momento.
Y ahora, sin perder más tiempo, pasemos a enumerar las diez películas de terror (o terror/comedia) que más llamaron mi atención durante el festival. Por supuesto de sobra sabéis que podéis revisar mis comentarios sobre todas las películas del
Fantasy Filmfest 2014 en
esta lista de Letterboxd.
10. La casa del fin de los tiempos (2013, Alejandro Hidalgo)
Publicitada como la primera película de terror del cine venezolano, una afirmación un tanto arriesgada no sólo por la posible existencia de obras anteriores sino porque en el fondo (mejor decirlo de antemano) esta no es exactamente una película de terror sino un thriller fantástico en el que la sensación de miedo sirve de tapadera a un discurso más acorde con ejemplos que hemos visto del universo cinéfilo de Guillermo del Toro. Los paralelismos con otras obras son inevitables pero sus influencias están muy bien integradas a una película mucho más inteligente y medida de lo que en un principio parece. Dentro del esquema de cine hecho en Venezuela, me sorprendió además la naturalidad de las actuaciones, sobre todo Rudy Rodríguez, de quien no me esperaba un trabajo así. Muy recomendable, y desde ya deseando que haya muchas más como esta.
9. Life After Beth (2014, Jeff Baena)
Ningún festival por lo visto está completo sin una comedia zombi, y Life After Beth es la que llena el cupo este año. No tenía muchas esperanzas antes de entrar pero al final me encontré con una historia muy divertida que por momentos se vuelve muy macabra. Dos cosas a destacar: la primera de ellas el casi nulo énfasis que la película hace en el Apocalipsis zombi en favor del "drama" entre los dos protagonistas, y por otro lado la nada sutil metáfora que construye acerca de lo difícil que resulta no sólo asumir la pérdida del ser amado sino también salir del círculo vicioso de una relación autodestructiva. El elenco además está muy bien, sobre todo John C. Reilly en el papel del padre de Beth.
8. Suburban Gothic (2014, Richard Bates Jr.)
El mismo director de
Excision (2012) se aventura en un trabajo situado en las antípodas de su anterior película, pero no importa porque estamos ante una de esas comedias de terror destinadas a encontrar un público devoto debido a sus diálogos y sobre todo por un elenco en estado de gracia, destacando especialmente el protagonista Matthew Gray Gubler y un Ray Wise que ilumina la pantalla cada vez que aparece. Es bastante parca en componentes de terror, pero su manejo de los clichés de casas embrujadas mezclados con su comentario acerca de la supuesta falta de dirección de la generación del nuevo milenio me la terminaron de vender.
7. Faults (2014, Riley Stearns)
Lo máximo que puedo decir sobre Faults es que es una película acerca del poder de las sectas en las que misteriosamente nunca vemos a la secta en cuestión. Es también una película poco común que en Wikipedia aparece clasificada como "drama" a pesar de sus evidentes concesiones al horror metafísico. Lo curioso, además, es que la cinta comienza como una comedia y se va haciendo progresivamente más siniestra a medida que nos adentramos en la vida de su personaje central, una bellísima Mary Elizabeth Winstead que aguanta el tipo en una historia hecha principalmente a base de diálogos entre dos personajes. Muy recomendable sin duda.
6. The Babadook (2014, Jennifer Kent)
La principal referencia de esta cinta australiana es evidente: hay un intento marcado por seguir los pasos de
Insidious (2010), a la que se asemeja en su tratamiento de los miedos infantiles, su estética y su desenlace descabellado. Pero por encima de todo dejo constancia de que el argumento es muy bueno y la desesperación de la madre cuidando de su hijo poblemático es creíble. De verdad entré a ella pensando que vería la típica cinta de horror con niños y salí impresionado por algunos momentos de gran crueldad impensables en un trabajo
mainstream.
5. Honeymoon (2014, Leigh Janiak)
Al principio engaña por su premisa típica y por su elenco televisivo, y a pesar de que se toma un buen rato para empezar su trama de horror, todo el giro que da me ha dejado genuinamente perturbado y con una sensación de la que autores como David Cronenberg estarían orgullosos. Tampoco me deja de sorprender el que la película consiga sostenerse con un elenco tan pequeño en el que apenas dos personajes tengan la casi totalidad de los diálogos. Aunque la historia en sí es algo que hemos visto muchas veces, la forma tan poco convencional en la que está contada hace de esta una de las indispensables del año.
4. Under the Skin (2013, Jonathan Glazer)
Engaña por momentos puesto que a pesar de la presencia de Scarlet Johansson y su premisa de serie B calenturienta, se trata quizás de la película menos comercial de Jonathan Glazer hasta la fecha. Pero lo que la hace quizás menos accesible son cosas como la estética y el ritmo, porque el argumento es muy sencillo y fácil de seguir. Posee algunas imágenes que se quedan en tu cabeza mucho después de que la proyección acaba, y es refrescante encontrarse con una película que no intenta explicarlo todo sino que te deja intuir aquello que está pasando. Es una que tengo pendiente volver a ver apenas tenga la oportunidad.
3. Starry Eyes (2014, Kevin Kölsch/Dennis Widmyer)
Para mí una de las mayores sorpresas del festival al no venir precedida de comentarios de ningún tipo, y desde ya una de las mejores del año. Una historia de ambición ambientada en el poco glamuroso Hollywood actual con unas connotaciones polanskianas muy evidentes pero también muy bien integradas, y con un final tan retorcido que hizo de esta otra de esas que tengo que visitar nuevamente. Por lo visto ha tenido una muy buena recepción en todos los festivales donde se ha presentado, así que no descarto que la veamos en salas algún día.
2. It Follows (2014, David Robert Mitchell)
A pesar de que no la he puesto en la primera posición, esta es probablemente la única película de terror que me ha dado realmente miedo este año. Se trata de una de esas historias de terror viral, de una maldición que se propaga de persona a persona y que gira alrededor del arquetipo del Perseguidor de una forma muy sutil pero perturbadora de verdad. Puesta en papel la premisa es absurda, pero la película la lleva a cabo de forma muy efectiva y a pesar de que sus imágenes publicitarias parecen mostrar lo contrario, la cinta está rodada de una forma muy poco convencional, con una banda sonora digna de John Carpenter y una atmósfera que recuerda al Shyamalan de antaño. Todavía no tiene fecha de estreno y ni siquiera han sacado un trailer, pero si tienen la oportunidad de hacerlo véanla porque me ha dejado muy jodido.
1. What We Do In The Shadows (2014, Jemaine Clement/Taika Waititi)
Mi favorita del festival, esta comedia de horror neozelandesa de los creadores de Flight of the Concords está llamada a convertirse en un exitazo gracias a su divertida premisa de falso documental acerca de cuatro vampiros que comparten un piso en el Wellington moderno. Muy rica en detalles y con una precisión cómica en la que cada miembro del elenco brilla en sus respectivos personajes, la película sabe además jugar con la mitología no sólo de los vampiros sino también de otras criaturas del imaginario de horror. Está por lo visto arrasando allí donde va, así que muy probablemente la tengamos en salas comerciales, y si es así hay que ir de cabeza porque vale la pena.