miércoles, octubre 31, 2012

Tres tristes trailers 37

Hoy, recuperando nuestra sección de brevísimos comentarios de trailers, queremos dar espacio a tres futuros "remakes" o "revisiones" de clásicos del terror que se nos avecinan para el año que viene. El primero de ellos, la nueva versión de La matanza de Texas, se titula en esta ocasión Texas Chainsaw 3D, y la verdad es que no queda muy claro si estamos frente a un remake o una secuela o qué. Llama la atención el hecho de que si bien esta película no tiene ningún vínculo con la reencarnación de 2003 que realizara la Platinum Dunes (y que sería la responsable de dar el pistoletazo de salida a toda esta moda de clásicos refitros), la verdad es que no encontramos lo que se dice mucha diferencia más allá del gancho del 3D. Habrá que ver si será una película interesante, porque el problema que siempre ha tenido la saga de Leatherface es precisamente ese: se resiste a ser una saga.

    

Y encabezando la lista de remakes innecesarios del 2013 tenemos esta nueva versión de Carrie, el clásico de Stephen King que esta vez verá la luz con Chloë Grace Moretz (la niña de Kick-Ass y Let Me In) en el papel de Carrie White, lo que la convierte automáticamente en la encarnación más guapa hasta la fecha del personaje. Personalmente, no me hace falta una nueva versión de Carrie, sobre todo teniendo en cuenta que King dispone todavía de una enorme cantidad de material fácilmente adaptable (e incluso creo que sería capaz de aceptar otra versión de Salem's Lot antes que esto). Eso sí, debo admitir que al menos el teaser no pinta tan mal. Al menos no puede ser peor que la abismal miniserie de televisión con Angela Bettis en el papel protagónico.

   

Y finalmente tenemos la polémica asegurada con el trailer de la nueva versión de The Evil Dead. Hace años predije que esta película, de realizarse, sería un desastre, y por lo visto tendré que comerme mis palabras con patatas. La nueva versión de la ópera prima de Sam Raimi (producida además por él mismo) tiene una pinta mucho mejor de lo que me esperaba. Algunos han salido a la palestra lamentando que por lo visto se intente hacer una versión "en serio" de la original, olvidando que precisamente la primera película no era cómica (a diferencia de la secuela). Por otro lado, Raimi ha sido lo bastante sensato para mantener el argumento base de la película original y, por lo visto, balanceando un poco más los personajes y sin intentar sustituir al Ash de Bruce Campbell. Estaremos esperándola para ver si da todo lo que promete. ¿Qué puedo decir? Me ha gustado como se ve.

martes, octubre 30, 2012

Reseña: La casa muda (2010)

La uruguaya La casa muda (2010), película de la que ya llevamos tiempo escuchando hablar, viene a revelarnos una importante carencia en el hecho de que es la primera cinta de terror latinoamericana que hemos reseñado en Horas de oscuridad, error que planeo enmendar en el futuro cercano. Lo que más se resaltó en el momento de su estreno fue, aparte de lo ínfimo de su presupuesto y lo minimalista de su puesta en escena (una joven que se hospeda junto con su padre en un antiguo caserío rural y es acosada por una extraña presencia que la hará pasar un muy mal rato) fue su factura técnica, ya que supuestamente su director, Gustavo Hernández, filmó toda la película casi sin diálogos y en un gigantesco plano secuencia cercano a los ochenta minutos. Esto, de entrada, os podemos revelar que no es del todo cierto, ya que hay claros momentos en los que se ha "ocultado" el corte entre una escena y otra (digamos que hay un motivo muy claro por el cual la pantalla se queda en total oscuridad varias veces).

Con todo y esto, es en el aspecto formal donde la película se hace más interesante; por mucho que el dichoso plano secuencia no sea real, la cámara se presenta como un personaje más que sigue a la protagonista de forma casi constante y en ocasiones parece tener incluso su propio punto de vista, como si fuese de manera consciente una ventana destinada al público, creando una sensación de inmediatez que se me hizo muy similar a la vivida en cintas como REC (2007). Pero no nos confundamos: en La casa muda no hay una voluntad de imitar el realismo de las películas de metraje hallado o falso documental. De hecho, la película en ningún momento intenta ser cien por cien realista ya que hay música incidental y la cámara juega en ocasiones a desorientar al espectador de forma premeditada pasando de la omnisciencia a la primera persona e incluso creando "planos" fijos y distantes en momentos muy específicos. Alguno de los lectores con mayor conocimiento del oficio cinematográfico que yo podría ahondar en esto, pero en verdad os digo que la forma narrativa de esta cinta es lo que más me ha gustado.

Esto nos lleva claro está al argumento, que como decíamos arriba, no es tan ingenioso. Aparte de ser una historia de casas tenebrosas de toda la vida, la casi perpetua oscuridad de la película reduce muchísimo el espacio y, lejos de proporcionar una sensación de claustrofobia, uniformiza la escenografía en pos de una supuesta atmósfera de desorientación que a mi juicio no se llega a construir de forma efectiva y hace que la cinta sea, francamente, bastante monótona por momentos. De hecho en determinados pasajes me ha recordado mucho a Los abandonados (2007) de Nacho Cerdá, en el sentido de que aquí también se va gran parte del metraje en mirar cómo los personajes exploran habitaciones oscuras con una linterna. A esto se suman algunos problemas de inverosimilitud ya que este deseo de investigación por parte de la protagonista parece privar por encima de la angustia que normalmente produciría un intruso en la casa, máxime cuando dicho invasor ha probado ya ser un asesino. Aunque claro, todo esto imagino que va en pos de los auténticos momentos de horror de la película, entre los que se incluyen varios de los más típicos clichés de cine de miedo como los falsos clímax, las fotos antiguas o las subidas de audio. Todos estos sustos a veces funcionan y a veces no. No es realmente algo demasiado destacable, pero la cinta tiene sus buenos momentos de miedo, y en algunas ocasiones consigue crear ese vínculo emocional con el espectador debido a la cercanía estética con la protagonista y su "realista" puesta en escena.

Por desgracia todo se echa a perder casi al final de la cinta con una revelación sorpresa absurda y tramposa que tiró por los suelos todo mi disfrute inicial. De no haber tenido este giro argumental y haber optado por una historia quizás más literal y "sencilla", La casa muda habría terminado siendo un interesante ejercicio de estilo y una entrada bastante solvente en el mundo del horror de ambientación rural. No voy a deciros cual es dicho giro final, pero si os advertiré que es de esos que hacen replantearse todo lo que ha pasado antes, por desgracia revelando las trampas de guión y ambientación diseñadas para engañar al público de una forma muy básica y tonta. Con todo y esto, esta película de Gustavo Hernández causó bastante ruido en su momento e incluso tuvo como consecuencia un remake americano que aún estoy pendiente de ver pero que por lo visto no se aleja demasiado del original. 

lunes, octubre 29, 2012

Reseña: The Cabin in the Woods (2011)

Después de haber estado engavetada por casi dos años, The Cabin in the Woods (2011) parece haberse beneficiado del resurgir comercial de su productor y co-guionista, Joss Whedon, quien actualmente vive uno de sus mejores momentos profesionales, y que tiene en esta película una muestra más de su conocimiento del cine de género y de su capacidad de analizarlo desde una perspectiva novedosa a la vez que rinde tributo a toda una tradición a la hora de llevar el terror a la pantalla. Sin duda estamos no sólo ante una de las películas más entretenidas del año, sino que además se trata de una cinta tremendamente inteligente que parte de lo que en un principio se percibe como un argumento muy sencillo y ya explotado en varias ocasiones: un número impar de jóvenes que se recluyen en una cabaña en medio del bosque para pasar un fin de semana y terminan enfrentados a las fuerzas del Mal. 

Pero lo que en un principio parece ser una mera reinvención de The Evil Dead (1981) adquiere un matiz mucho más complejo al intercalar la odisea de los jóvenes con un segundo nivel narrativo mostrándonos una misteriosa organización directamente vinculada al horror por el que los protagonistas están pasando y que da a la película su toque de distinción. Honestamente es mejor que no diga nada más sobre el argumento ya que mientras menos sepáis de él mejor, y mientras menos os lo destripe más disfrutaréis las sorpresas que os depara el director Drew Goddard en cuanto al destino de los protagonistas y el verdadero motivo por el que se encuentran en la cabaña. Cierto es, sin embargo, que gran parte de este misterio ya se anunciaba en el trailer correspondiente, por lo que no estamos lo que se dice ante una de esas sorpresas que se dejan para el final (la verdadera premisa de la cinta es aclarada casi desde el principio), pero está claro que los responsables de la película han querido mantener gran parte de su tema central oculto, y aquí se ve por qué.

Entre otras cosas, una de los puntos fuertes de The Cabin in the Woods, y algo que la encumbra por encima de muchos otros estrenos de este año es que con ella Goddard y Whedon logran construir una película Total que va más allá de la simple parodia de los típicos clichés del cine de horror. Por el contrario hay un esfuerzo real en escudriñar el sentido ritual (nunca mejor dicho) de la fascinación del horror americano que incluso pretende darle toque de universalidad y transposición cultural (atención al equivalente japonés que se vislumbra en la película), todo esto en un tono desenfadado desprovisto por completo de solemnidad y sin cometer nunca el error de tomarse demasiado en serio su propio discurso.

Queda por comprobar si después de la visita a esta cabaña del bosque el cine de terror comercial americano puede seguir siendo el mismo ahora que las constantes lúdicas de dicho género han sido tan maravillosamente diseccionadas. En sus esfuerzos por sacar un ángulo original a una de las premisas más trilladas del cine de terror actual, Whedon y Goddard pueden haber parido una propuesta que quizás sea demasiado rompedora para algunos y difícilmente aceptada por aquellos que buscan un horror más "serio", pero sólo por su valentía ya se merece un puesto destacado en los estrenos de este año. Personalmente me hubiese gustado, sin embargo, que dicho giro en su premisa se hubiese revelado de forma más gradual y no directamente desde el principio, pero entiendo que en ese caso el choque habría sido quizás demasiado radical y la aceptación de la película por parte del público mainstream no hubiese sido la misma. De todas formas esto es sólo una apreciación personal que no resta puntos a la que desde ya recomendamos como una de las ineludibles de este año que casi termina.  

sábado, octubre 27, 2012

Reseña: The Tall Man (2012)

The Tall Man (2012), titulada en España El hombre de las sombras, es la nueva película del director francés Pascal Laugier, y a juzgar por la cantidad de aplausos que sonaron en el momento en que el nombre del cineasta apareció en pantalla durante la sesión en que llegué a verla, se puede afirmar que su principal interés radica precisamente en el hecho de ser la primera producción en Hollywood del director de Martyrs (2008), una de las cintas de horror francesas más destacadas de la pasada década. El conjunto es, sin embargo, una ligera decepción, no porque Laugier haya sido "domesticado" en su paso al mainstream americano, sino por el tipo de historia que ha decidido llevar a cabo (el propio Laugier aparece acreditado como guionista) y las expectativas generadas con el tono de la película.

La historia echa mano de uno de los mayores lugares comunes del horror actual al emplear la base argumental del "niño en peligro" y la abnegada madre que intenta salvarlo de las garras del Mal. En este caso particular tenemos a Jessica Biel en el papel de una enfermera de un miserable poblado rural que se encuentra con la leyenda del "Hombre Alto", una misteriosa entidad aparentemente responsable de una gran cantidad de niños desaparecidos. El tema de las desapariciones se destaca ya desde el principio como la columna vertebral de la película de una forma bastante evidente que incluye hasta un párrafo escrito antes de los créditos iniciales en referencia a los miles de casos sin resolver que ocurren en los Estados Unidos cada año.

En este sentido hay que decir que la película juega bastante bien con la idea del miedo que supone la desaparición sin rastro de un niño pequeño y la inquietante figura de una sombra anónima responsable por las abducciones, con todo y rostro oculto en penumbra y la furgoneta destartalada de cristales oscuros que parece ser indispensable en todo psicópata rural que se precie, pero por desgracia esta lograda ambientación no lleva a ningún lado. The Tall Man es más bien una de esas películas en las cuales no sabes muy bien de qué va todo hasta que el inevitable giro argumental te sorprende y te revela exactamente qué es lo que ha venido ocurriendo hasta el momento. Es precisamente este giro dramático el que le da la vuelta por completo a la cinta, revelándonos que lo que hemos estado viendo es algo completamente distinto a lo que creíamos. La supuesta "sorpresa" es tramposa debido al empleo indiscriminado de un recurso que al menos aquí se siente completamente fuera de lugar e incoherente. Pero quizás el principal problema de esta revelación sea el hecho de darnos cuenta de que la película en realidad no es una historia de terror, sino un drama rural al que se le ha querido dar (de forma francamente desvergonzada) el envoltorio superficial de una "peli de miedo", una estratagema que se extiende incluso a su trailer y a su cartel oficial.

Probablemente sea esta sensación de haber caído en una trampa cazabobos lo que me terminó de alejar de The Tall Man hasta el punto de haber dudado si incluirla en este blog o no. De todas formas, independientemente de que el argumento me parece bastante simple en cuanto a factura o resolución, recomiendo alejarse de esta película aunque sea por el hecho de que no estamos realmente ante una cinta de terror. En este sentido sólo la puedo recomendar a los incondicionales de Jessica Biel (quien hace su trabajo muy bien e incluso sale en los créditos como productora de esta cinta), pero aquellos que hayan estado esperando durante estos años la nueva incursión terrorífica del hombre tras El orfanato (2004) y la ya citada Martyrs harán mejor quedándose en casa. 

miércoles, octubre 10, 2012

Reseña: Amityville 2: La posesión (1982)

Hace algo más de un año reseñamos en este blog la película Terror en Amityville (1979), la primera de lo que sería una larga y exitosa franquicia de películas de terror inspiradas en el caso "real" de la casa colonial ubicada en el 112 de la Ocean Avenue de Amityville, en Long Island, y que todavía es famosa por ser uno de los más sonados ejemplos de hogares acosados por fantasmas. En aquella ocasión prometimos ponernos manos a la obra con la reseña y disección de todas las ocho películas de la saga (diez si contamos su remake del 2005 y la infaltable versión de The Asylum de 2011), pero por un motivo u otro nunca cumplimos con dicha promesa. Ahora intentamos enmendar al menos parcialmente ese error, y es bueno que sea así porque nunca me cansaré de repetir que esta segunda película es, con todo y sus numerosos defectos, bastante mejor que la primera parte y de hecho una de las mejores entregas de la saga.

Habría que empezar aclarando que pese al número que acompaña su título, Amityville 2: La posesión (1982) es en realidad una precuela que cuenta la historia de la familia italo-americana cuya masacre desencadena la leyenda negra de la casa y da inicio a una larga serie de cambios de dueño. Ya desde el principio se nota en la película una voluntad de tomar el camino de una verdadera cinta de horror al comenzar los ataques de la casa prácticamente desde el primer momento en que la familia Montelli se muda a su nuevo hogar y atrae la atención de los malignos espíritus que lo habitan. Una cosa interesante y atípica en lo que a secuelas se trata es que esta segunda cinta de Amityville no explora la mitología de la casa que ya se había insinuado en la primera película. Por el contrario, el guión del veterano Tommy Lee Wallace parece más interesado en destacar los problemas internos de la familia Montelli y sus particulares demonios, los cuales ya existían en la forma de un padre abusivo, una madre histérica y la incestuosa relación entre los dos hijos adolescentes, elementos bastante fuertes considerando que hablamos de una cinta comercial y definitivamente a años luz de la ligereza de la primera película.

Es precisamente este historia y la mayor complejidad estética del director Damiano Damiani lo que hacen de la primera hora de Amityville 2 lo mejor de la película y la prueba de que estamos ante una verdadera cinta de miedo no exenta de momentos auténticamente pavorosos que destacan por la sutileza de medios y el aprovechamiento de sus recursos, como esa larga secuencia en la que el hijo es atacado por el espíritu que habita la casa, una escena sin diálogos y con una atmósfera envidiable (siempre me pareció muy bueno el detalle de que el fantasma se comunicara con el joven a través de su walkman) que desemboca en aquello que todos conocen: el crimen perpetrado por un muchacho poseído por un espíritu maligno.

Por desgracia es aquí donde comienzan los problemas que impiden una película de terror realmente sólida, y es que la última media hora de la cinta cambia completamente de registro y protagonista al pasar a contar cómo un joven sacerdote decide plantar cara al espíritu de la casa y salvar a su joven víctima. Estos últimos treinta minutos no sólo se sienten en ocasiones como una copia mala de El exorcista (1973) sino que encima contienen detalles dramáticos que encaminan la cinta hacia los terrenos de la comedia involuntaria, como la policía y los abogados claudicando ante el discurso religioso y un abuso de efectos especiales que desentona con la sutileza que había mostrado la cinta hasta entonces. Es una lástima porque de no haber tenido este desenlace (y en cambio haber ahondado más en la propia historia de la casa y ese misterioso túnel bajo el sótano) la película habría resultado mucho mejor. Pero con todo y eso, la primera hora tiene tantos elementos positivos que me atrevo a recomendarla (por encima de la primera) como un eficiente ejemplo de casas encantadas y un argumento más a favor del sabio consejo de no construir nunca sobre un cementerio indio.

domingo, octubre 07, 2012

Reseña: The Devil Inside (2012)

En The Devil Inside (2012) tenemos la conjunción de dos tendencias bastante recurrentes en el cine de terror comercial de hoy en día: por un lado el auge del formato de metraje hallado o falso documental que se ha multiplicado a la enésima potencia gracias al éxito de Paranormal Activity (2009), y por otro lado el recuperado interés por las historias de exorcismos y el uso de la religión como tema central de una historia de horror. El cruce entre los dos responde evidentemente a una estrategia comercial ante la que es casi imposible fracasar al mezclar la rentabilidad del falso realismo (con sus irrisorios costes de producción y la más que probada tolerancia del público ante sus carencias estéticas) y el morbo por la religión de una sociedad en gran medida marcada por la ofensiva conservadora de la Iglesia, algo que esta película deja bastante claro al meter con calzador la infaltable crítica a la cúpula jerárquica del Vaticano y sus pretendidos misterios.

Por desgracia para la película del director William Brent Bell, uno de los mayores problemas a los que debe enfrentarse es la cercanía temporal con El último exorcismo (2010), una película bastante más sólida con la que comparte formato y premisa. Eso y el empaque de un producto comercial bastante obvio diseñado para dar con el filón fácil de las posesiones diabólicas de toda la vida, género bastante curioso en el que casi siempre el espectador se encuentra a sí mismo deseando estar viendo El exorcista (1973), puesto que nunca faltan las referencias (y por lo tanto comparaciones) con la película de William Friedkin. 

Sabiendo esto, es muy probable que incluso los espectadores menos espabilados sepan ya de antemano que en The Devil Inside se dan cita casi todos los clichés de las cintas de posesiones, a excepción de uno: en esta ocasión la poseída no es una joven chica sino la madre de la protagonista, recluida en un psiquiátrico cerca del Vaticano al que la joven acude en compañía de un director de documentales para intentar "descubrir la verdad" detrás de la condición de su madre y de los asesinatos que cometió cuando se le intentó practicar un exorcismo años atrás. La premisa mejora un poco con la aparición en escena de una pareja de jóvenes sacerdotes que deciden hacer un ritual clandestino y se encuentran con más de lo que pueden manejar. 

El punto interesante de The Devil Inside está precisamente en esto; sus personajes están un poco más desarrollados que en el promedio de este tipo de películas y el argumento maneja bien su minimalismo al detallar bien a sus cuatro o cinco actores y hacer un uso adecuado de sus limitados recursos. El problema subyace quizás en su ocasional efectismo, su empleo demagógico y folletinesco de la religión revestido de "película seria" y sus concesiones a los clichés de cintas de exorcistas incluyendo el uso de contorsionistas en el elenco. El hecho de que en ella no ocurra nada que no hayamos visto antes cientos de veces, sumado a un final bastante abrupto que se siente criminalmente incompleto (como si la película no hubiese sabido cómo cerrar de forma satisfactoria) hacen de este un ejemplo de falso documental tramposo y genérico diseñado para sacar un rendimiento rápido en taquilla que sólo funciona debido a lo barata de su producción. En mi opinión bastante prescindible.

jueves, octubre 04, 2012

Reseña: Resident Evil: Retribution (2012)

Resident Evil: Retribution (2012), la quinta entrega de una de las franquicias de terror más exitosas del mainstream actual, es bastante difícil de reseñar dado que la mayoría de quienes lean estas líneas muy probablemente se hayan formado una idea de la película incluso antes de verla. En el fondo es bastante evidente lo que se puede esperar: un ejercicio de autoindulgencia por parte del director Paul W.S. Anderson, quien ha llevado la saga hasta sus últimas consecuencias en el desprecio por el argumento, la exaltación de la acción como fin en sí misma y el lucimiento de la incombustible heroína interpretada por Milla Jovovich, que regresa con nuevas armas y nuevas poses que hacer luego de destrozar zombis a diestra y siniestra. 

Los que me conocen saben de sobra que soy un seguidor bastante fiel de una saga a la que considero uno de mis mayores placeres culpables, en parte porque nunca ha dejado de ofrecer lo que en el fondo se espera de ella: acción, tiparracas armadas hasta los dientes y zombis, aunque el elemento de los muertos vivientes haya sido dejado de lado durante mucho tiempo. Sin embargo, también sé reconocer que la saga en su totalidad supone una ligera decepción en cuanto al tremendo potencial que tiene a nivel de historia y que no ha sido nunca realmente aprovechado. No hablo aquí, evidentemente, de su falta de fidelidad a los videojuegos de Capcom en los que se basa (si acaso, este distanciamiento es una de sus mayores virtudes) sino de la poca ambición de sus argumentos y el hecho incontestable de que la saga ha sido "reiniciada" prácticamente en cada entrega a partir de la tercera. Esta no es la excepción, puesto que Resident Evil: Retribution comienza barriendo de un plumazo lo ocurrido en la cuarta parte e iniciando con la misma premisa de siempre: Alice atrapada en un complejo de la corporación Umbrella y teniendo que escapar con la ayuda de unos inesperados aliados (entre los que se cuenta el villano de Resident Evil: Afterlife (2010), que ahora está de su lado por motivos que se me escapan).

Al ser la quinta entrega una que coincide con los diez años del estreno de la primera parte (la única verdaderamente destacable, en mi opinión) el director Paul W.S. Anderson ha decidido traer de regreso por medio de piruetas argumentales bastante discutibles a varios de los personajes de entregas anteriores, entre ellas la Rain de Michelle Rodríguez y la Jill Valentine de Sienna Gillory (esta última con un nivel actoral que da auténtica vergüenza ajena), aunque sospecho que todo no haya sido más que guiños al fan promedio de la saga porque tampoco es que esto añada mucho al ya de por sí escaso argumento, uno que además toma descaradamente la estructura y elementos dramáticos de Aliens (1986) con todo y una niña en peligro. Esto último, sin embargo, tiene un aspecto positivo: es la primera oportunidad que ha tenido Milla Jovovich de dar algo de humanidad a un personaje que es sin duda lo menos interesante de la saga.

Del resto la verdad no hay mucho que decir que no os podáis esperar ya: aquellos que como yo disfruten de la saga de Resident Evil tienen razones para ver esta con todo y el sinsentido de su argumento, el vacío de sus personajes y en general las escasas ganas de sacar una historia real que en algunos momentos incluso se atisba pero que nunca se desarrolla (después de que el mundo ha sido destruído, Umbrella por lo visto continúa haciendo experimentos simplemente porque sí). Los aciertos son meramente superficiales pero bastante efectivos como para mantener el interés de los conversos: acción por un tubo, unos efectos especiales mejores que la media y algunas secuencias interesantes aunque plagiadas de otras películas como ese opening calcado a El amanecer de los muertos (2004). Algo, sin embargo, debe estar funcionando: con la excepción de la segunda parte, cada entrega de Resident Evil ha tenido más éxito que la anterior, un éxito que viene sobre todo desde fuera del público americano. Y tal como nos habían prometido, y a juzgar por el desenlace, habrá una sexta parte que promete ser una explosión épica y el punto final a una saga que no engaña a nadie. Personalmente, ahí me verán.