Y ahora, finalmente, llega la hora de despedirnos. Como el año pasado, y al anterior, y el otro, os deseamos una muy feliz entrada en el calendario nuevo, y ya sabéis que aquí os esperaremos con las mismas ganas.
martes, diciembre 31, 2013
Brevísimo ránking de horror del 2013
lunes, diciembre 30, 2013
Reseña: La maldición de Chucky (2013)
De entrada el argumento era una de las cosas que más curiosidad me daba, y tal como se había comentado en su momento Mancini se decide por una situación minimalista en la que el muñeco poseído por el asesino Charles Lee Ray acosa a una familia dentro de los confines de una casa en medio de una noche oscura y tormentosa, el perfecto escenario de terror que parece decirnos que por fin la saga intenta hacer no simplemente una continuación sino también una vuelta a los orígenes; esto se nota sobre todo en la voluntad por parte de la película de limitar sus referencias sólo a la Child's Play (1988) original, aunque no por eso deja de haber guiños (algunos de ellos excelentes) a otras entregas. Esto puede causar un poco de confusión en cuanto a la cronología de la saga, pero honestamente dudo que este sea un detalle que importe a muchos. La película también hace borrón y cuenta nueva al dejar un poco de lado de comedia y concentrarse más en un tono de auténtica película de terror. No lo hace del todo (Chucky nunca ha sido ni podrá ser enteramente "serio") pero por primera vez el muñeco se siente como una auténtica amenaza, algo logrado no sólo gracias a la ambientación en una tenebrosa casa como único escenario sino también por la acertada decisión de enfrentar a Chucky a una chica en una silla de ruedas.
Este minimalismo de su escenario, la escasa cantidad de personajes y el gradual misterio del inicio que dosifica las apariciones sobrenaturales del muñeco (al menos al inicio) son lo que más me ha convencido de la película. Y lo mejor de todo es que Mancini parece haber anticipado todas las dudas que los seguidores de la saga hayan podido tener, y lejos de evitarlas ha decidido enfrentarlas con valentía y sobre todo con un ingenio muy peculiar. En mi caso eran dos mis mayores preguntas: el nuevo aspecto de Chucky y la ubicación temporal de la película en la cronología de la saga. Sin entrar a revelar nada, sólo puedo decir que el nuevo aspecto del muñeco tiene justificación, y la continuidad temporal es lo suficientemente ambigua para que esta película pueda ser vista a la vez como continuación y reboot siniestro de una saga más dada al humor.
Como siempre, por supuesto, el auténtico gozo es ver a Brad Dourif haciendo de la voz de Chucky y revelando más detalles sobre su personaje a 25 años de la película original, por lo que nuevamente vemos a Charles Lee Ray antes de meter su alma en el cuerpo del muñeco. El discurso sobre los miedos infantiles presente en las primeras películas de la saga se ha dejado un poco de lado, pero la socarronería de Chucky está intacta y la vulnerabilidad de los personajes es mucho más creíble que en entregas anteriores. Evidentemente no estamos hablando de una película para todos los paladares y dudo mucho que esta sea la entrega que convenza a los detractores de este muñeco, pero honestamente me parece que recupera muchas de sus virtudes perdidas con el tiempo y demuestra (a diferencia de lo que yo creía) que sí existe vida después de la autoparodia. Y es que lo que me ha gustado más ha sido comprobar que pese a todos mis miedos iniciales, Chucky ha vuelto y sigue siendo el mismo. Recomendable sin duda, y para los seguidores del muñeco diabólico imprescindible.
domingo, diciembre 22, 2013
Reseña: Book of Blood (2009)
Ha sido una gran sorpresa ver que los responsables de esta película se hayan mantenido tan apegados al relato original, no tanto en cuanto a la anécdota, que resulta mucho más elaborada de lo que el cuento era (no olvidemos que el relato original funciona sobre todo como prólogo a la antología misma) sino en la temática y la estética de Clive Barker y la forma en cómo ambas son llevadas a la pantalla. El argumento es muy sencillo, en apariencia poco más que una historia típica de casas embrujadas e investigadores paranormales que se topan con más de lo que pueden manejar, pero los seguidores de la obra de Barker encontrarán aquí muchas de sus constantes y marcas habituales; sexualidad retorcida, mundos paralelos y un marcado fetichismo por las mutilaciones y el sufrimiento físico. En serio me ha parecido que esta película podría perfectamente estar ambientada en el mismo universo de cintas como Hellraiser (1987), Lord of Illusions (1995) o The Midnight Meat Train (2008).
Estas ideas que baraja en todo momento son lo que me ha parecido el mayor atractivo que la película tiene. Su desarrollo, no obstante, es un poco genérico, en ocasiones dosificando demasiado el tema sobrenatural y con una estética que poco a poco he visto convertida en un cliché entre la mayoría de estas producciones de terror británicas. El clímax de la película es efectivo a nivel visual pero un tanto absurdo en cuanto a la resolución que se da a los personajes, quienes pasan a aceptar un nuevo orden de ideas más o menos porque sí, sin que haya ningún tipo de transición hacia ello. Me gusta, sin embargo, que la película deje abierto el tema de contar las historias de los muertos, lo que en cierto sentido parece augurar una saga en ciernes. No sé si esta fue la intención inicial, pero lo cierto es que su coherencia estética y temática con otras películas recientes basadas en la obra de este escritor me ayuda a imaginarme que en efecto es así.
No me hagáis mucho caso en cuanto a esto; me da la impresión de que la mayor parte de las virtudes de Book of Blood son las cosas a las que me recuerda y no tanto la película en sí, que puede resultar un tanto lenta y aburrida para muchos de los que visitan esta página, y ciertamente no es tan memorable como Candyman (1992), Hellraiser u otras de las películas basadas en la obra del vigoréxico británico, pero no ha estado nada mal y me parece que tiene suficientes atractivos para convertirse, como el relato original, en un buen abreboca para historias mucho mejores.
viernes, diciembre 20, 2013
Reseña: Noche de miedo 2 (2013)
jueves, diciembre 19, 2013
In progress...
sábado, diciembre 14, 2013
Reseña: Carrie (2013)
El tiempo pasado desde entonces no ha animado a nadie a hacer grandes cambios. Salvo ciertos detalles pequeños destinados a ambientar la historia en nuestra época (principalmente el tema del cyber-bullying) esta nueva Carrie sigue la misma historia de las demás, centrándose en una joven que descubre sus poderes telequinéticos y los usa para vengarse de aquellos que la han martirizado. Algo que me sorprendió de esta nueva versión fue lo fiel que ha resultado ser al argumento de la novela, incluyendo varios elementos que por lo general habían sido dejados de lado, aunque sigue estando muy centrada en la trama del culebrón adolescente y el conflicto de Carrie con las chicas populares de su instituto. Sin embargo, ya acercándonos al tramo final, la película sí que hace hincapié en el argumento de la telequinesis, aunque lo hace de forma frívola, más cercana al género de superhéroes que a la historia de terror de King. En ese sentido no deja de ser curioso que uno de los chicos protagonistas sea el mismo de Chronicle (2012), película que tiene precisamente con Carrie muchos puntos en común.
Pero claro, la principal pregunta sigue siendo qué es lo que separa a esta versión de las anteriores. En realidad, muy poco. Hay quizás una mayor preocupación por el tema de los efectos especiales, que se consigue a costa de quitarle todo atisbo de seriedad al argumento. Aunque debo reconocer que hay cosas que me agradaron y que ciertamente no me esperaba, sobre todo en el tema de las actuaciones. Chloë Grace Moretz como Carrie no lo hace tan mal como creí que lo haría, aunque muy previsiblemente la mayor parte de su trabajo aquí está en fingir ser menos guapa de lo que es. Quién por el contrario resulta sorprendente es Julianne Moore en el papel de la madre, quizás la presencia más genuinamente perturbadora y la única figura de auténtico terror de la película, muy diferente a la interpretada por Piper Laurie pero a la vez completamente coherente con el universo de Stephen King. Es de agradecer también que la cinta haya recuperado el paralelismo entre el descubrimiento de los poderes de Carrie y el despertar de su sexualidad, algo que referencia tanto a la película de De Palma como a la novela original.
En realidad, el mayor problema que le veo a esta versión es que no intenta hacer nada interesante con su argumento y no aporta absolutamente nada que no haya sido ya hecho por la versión del 76, limitándose a reproducir su trama con desgana y escasa creatividad (resulta insólito ver, por ejemplo, a una adolescente en pleno 2013 haciendo una investigación en una biblioteca). La cinta intenta suplir todas estas carencias con la secuencia final de la masacre perpetrada por Carrie en el baile de graduación, un desborde de efectos especiales que emula a la cinta del 76 añadiendo un enfoque tan hiperdramatizado que se hace complemente risible y ridículo, con la protagonista haciendo muecas y gestos que banalizan completamente todo lo que ocurre y convierten la secuencia en algo lamentable, aparte de ese "susto final" que sale literalmente de la nada. Aunque suene como un cliché, echad un vistazo a la original o mejor aún leed la novela de Stephen King, que resulta mucho más interesante que esta plana y olvidable versión. En lo personal pienso que tiene que haber un motivo más para ver una nueva Carrie que simplemente complacer a un público que no le gusta ver "pelis antiguas".
domingo, diciembre 08, 2013
Reseña: V/H/S/2 (2013)
Tanto es así, que incluso el segmento más débil (aquel marco argumental que se encarga de unir a todos los demás) intenta tener una historia que se cierra, cosa que no ocurría en la primera parte. La otra diferencia en que esta ocasión sus responsables parecen haber aprendido la lección del primer V/H/S (2012) y han decidido controlar un poco más el desarrollo de los diferentes relatos dándoles un poco más de coherencia sin renunciar a probar caminos nuevos; en esta segunda parte sólo hay cuatro historias, en las cuales el tiempo de metraje es más o menos el mismo pero el tema es completamente distinto, así como las motivaciones para que la cámara esté permanentemente encendida. El primer segmento en este sentido se rinde a una premisa un tanto sci-fi al mostrarnos un ojo artificial con cámara incorporada, pero incluso esta idea se presenta de forma razonablemente verosímil.
Es imposible, por supuesto, no comparar las historias entre sí, y en este sentido el público ha sido casi unánime en decretar el segmento dirigido por Gareth Evans y Timo Tjahjanto (conocidos por The Raid (2011) y Macabre (2009), respectivamente) como el mejor de los cuatro, y es algo con lo que es difícil estar en desacuerdo. De hecho, este segmento ambientado en Indonesia perfectamente habría podido ser adaptado a un largo y hubiese sido una de las mejores películas de terror de este año. Enhorabuena también a Gregg Hale y Eduardo Sánchez, que demuestran que todavía se puede sacar algo nuevo de lo zombi a estas alturas del calendario.
Y ya para finalizar, una de las mejores cosas que para mí tiene V/H/S/2 es que todas las historias dejan espacio a elementos cómicos y ninguna es cien por cien seria. Este detalle, que en otras manos quizás hubiera restado fuerza al conjunto final, está sin embargo muy bien llevado e incluso resalta la fuerza de algunas de las escenas más terroríficas, de las cuales sin duda alguna hay. Cuatro historias, cuatro tipos de horror distintos, pero todas con un gran potencial que la convierten fácilmente en una de las piezas más disfrutables de este año que se acaba. Incluso si os pasó como a mí y el primer V/H/S no os convenció para nada, echadle un vistazo a este que no os arrepentiréis.
viernes, diciembre 06, 2013
Reseña: La matanza de Texas 3D (2013)
Destacando primero lo bueno, la película tiene unos primeros quince minutos excelentes, que funcionan como un macabro epílogo de la original del 74 en el que los miembros sobrevivientes de la familia Sawyer se enfrentan a una turba furiosa. Esta secuencia sirve no sólo para cerrar el primer capítulo sino además para borrar de un plumazo todas las continuaciones que la película ha tenido, aunque se nota cierta reverencia hacia el camino andado previamente al incluir sendos cameos de Gunnar Hansen (el Leatherface original) y Bill Moseley, inolvidable por su participación en La matanza de Texas 2 (1986). Lástima que tras este espectacular inicio la película se desinfle sin remedio. No exagero; si bien no esperaba que este nuevo e innecesario reinicio fuese una buena película, nunca me imaginé que llegaría incluso a proyectar una luz positiva sobre el remake del 2003, que con sus carencias al menos tenía un estilo y estética propios.
La matanza de Texas 3D, por el contrario, se rinde a un formato de horror juvenil de toda la vida en el que no hay sorpresa alguna y al que fácilmente hubiésemos podido dar cualquier otro título. Una vez más se comete el error de intentar convertir la saga en un slasher convencional, esta vez poniendo a un Leatherface solitario que al prescindir de la familia de caníbales tira por la borda lo que probablemente es el elemento más reconocible de la saga. Se repite una vez más el mismo esquema de jóvenes citadinos en un ambiente rural hostil que deben enfrentarse a un terrible asesino enmascarado y van muriendo de uno en uno. Encima la película es parca en cuanto a violencia, y únicamente puedo destacar aquí a su guapísima protagonista, Alexandra Daddario, estrella juvenil en alza gracias a las películas de Percy Jackson que es una seria contendora a la más hermosa final girl en muchos años.
La edad de los protagonistas trae a colación algo que ya muchos han comentado y es la inconsistencia cronológica de la película, que insiste en ser una secuela ambientada en tiempos actuales (hay smartphones) pero que supuestamente ocurre unos veinte años después de la original. Este detalle, que parece una tontería pero llega incluso a distraer de la trama, no es más que otra muestra de desidia de una película que parece haber sido hecha a golpes y sin ningún interés por hacer algo interesante con una franquicia que merece un mejor tratamiento que el que ha tenido últimamente. Si bien esta vez al gigantón de la motosierra no le quitan la máscara, sí que lo despojan de todo su interés al hacer de él un asesino genérico que en poco se diferencia de tantas otras historias de matarifes anónimos que han pasado por aquí. Es una lástima que la película no haya conseguido estar a la altura de ese prólogo que consiguió, como mucho, hacerme querer ver de nuevo la original. No voy a recomendarla aquí por ser la respuesta obvia, así que para aquellos que quieran ver un mejor ejemplo de jóvenes perdidos en el hostil ambiente de la América profunda les invito a que echen un vistazo a La casa de cera (2005), una película que curiosamente toma muchos elementos de la saga de TCM y que sin duda está mucho mejor que esta insípida vuelta a los orígenes.
domingo, diciembre 01, 2013
Se acaba el año y hay que meterle prisa a esto
miércoles, noviembre 20, 2013
Reseña: Somos lo que hay (2010)
Confieso que escuché hablar de Somos lo que hay (2010) únicamente por su remake americano que se ha estrenado este año. De lo contrario, muy probablemente no habría sabido de su existencia, lo que demuestra hasta cierto punto lo tremendamente aislado que estoy de las propuestas de cine de terror latinoamericano que nos han ido llegando. En esta ocasión ya sólo por el argumento me pareció atractiva: la historia de una familia de caníbales que habita en las barriadas de la capital mexicana y que se ven obligados a buscar la forma de continuar su macabro sustento cuando el patriarca muere de forma repentina en medio de la calle.
Esto que he comentado arriba es sólo la premisa inicial de una película que reconozco tiene grandes ideas, aunque la mayoría de ellas terminan siendo bastante alejadas del género que nos toca. De hecho, como película de terror encuentro que promete mucho más de lo que realmente da, y no serán pocos los que argumenten que no es en realidad una película de miedo sino más bien un drama social con uno que otro toque sangriento. A decir verdad, el director y guionista Jorge Michel Grau parece estar mucho más interesado en resaltar ciertos aspectos de la realidad socio-económica de los protagonistas y su mundo que su afición a la carne humana, detalle que está siempre relegado a un segundo plano y al que los personajes principales nunca se refieren de forma directa y explícita.
Tanto es así que el propio tema del canibalismo no es aprovechado en su faceta de impacto al espectador sino como simplemente otra manifestación del poder deshumanizante de la miseria y una puesta en evidencia del abismo entre clases de un país como México. En realidad, más que sobre la antropofagia es una película sobre la pobreza y el inframundo de las barriadas de D.F, una ciudad que se retrata oscura y decadente con sus policías corruptos, prostitutas vengadoras y bandas de niños ferales que le dan un ambiente casi post-apocalíptico. En medio de todo este caos y degradación, la presencia de una familia que mata para comerse a sus víctimas pasa a ser una simple rareza poco reseñable, como deja bien claro la primera escena en la que se muestra cómo pasa desapercibida la muerte del padre con una muy poco sutil carga de comentario sociológico.
Todas estas ideas están muy bien mostradas y son lo que probablemente llame más la atención de la película. El comentario social está plasmado de forma tan evidente que me pregunto hasta qué punto se habrá mantenido en el remake americano, aunque ya el trailer de este último augura una película muy distinta. El problema en este caso es que este discurso social predomina por encima de todo lo demás; la película se me hizo tremendamente aburrida y en ocasiones frustrante ya que deja abiertas muchas interrogantes acerca de la familia protagonista y está constantemente prometiendo cosas que nunca llegan. Como nota curiosa, eso sí, hay en esta cinta una evidente reverencia al fantástico mexicano con una clara alusión a Cronos (1993) de Guillermo del Toro, mediante la inclusión de un personaje de dicha película que vuelve a aparecer aquí, interpretado por el mismo actor y repitiendo prácticamente la misma escena, como para darnos a entender que ambas películas transcurren en el mismo universo. Un curioso y agradecido detalle para una película que es sin duda interesante, pero que puede terminar echando para atrás a más de un aficionado al terror de verdad.
domingo, noviembre 17, 2013
Reseña: Anatomie (2000)
miércoles, noviembre 13, 2013
Reseña: Insidious 2 (2013)
Mi principal preocupación con Insidious 2 (2013) era su cercanía temporal con The Conjuring (2013), lo que podía llevar a una saturación de James Wan para este año y causar que esta secuela pasase desapercibida entre los estrenos de terror típicos de estas fechas. Por fortuna no fue así; esta segunda parte de la fabulosa Insidious (2010) ciertamente no está a la altura de la primera entrega, pero considerando lo alto del listón es una continuación muy digna que incluso se permite atar algunos cabos argumentales que su predecesora dejó sueltos.
Secuela en toda regla, Insidious 2 empieza exactamente donde la primera terminó. De hecho, casi podríamos decir que esta segunda parte no es sino un largo epílogo de hora y media de la anterior película, con la familia Lambert intentando recuperarse de su experiencia y escapando de su antigua casa para darse cuenta poco a poco que una presencia maligna les ha seguido. Se tocan los mismos puntos que se tocaban en la original en cuanto al fenómeno de la proyección astral, sólo que esta vez haciendo hincapié no en el niño comatoso de la primera parte sino en su padre, así como en el personaje de la anciana fantasmal que le acosaba durante su niñez. Algo que sorprende en esta ocasión es que la historia es mucho más concisa que en la primera entrega y sí que se siente como un tanto más convencional a la hora de rendirse al arquetipo tan manido de la maldición del presente vinculada a un crimen sin resolver del pasado, del cual por supuesto tendrán que encargarse los protagonistas.
De todas formas, y esto por fortuna es algo positivo, en esta película regresa ese estilo desmelenado de la primera parte con su curiosa estética que mezcla la sobria cámara fija del mundo real con las extravagancias visuales del "mundo de los muertos" al que nuestro personaje protagonista debe volver para enfrentar sus peores miedos. Wan incluso se permite momentos de locura adicionales, algunos de ellos muy típicos como la referencia al terror documental (en los personajes de Leigh Whannell y Angus Sampson, investigadores paranormales que aportan el lado cómico del argumento) pero también con otros realmente inusuales como un juego que hay con la continuidad temporal entre esta entrega y la primera, detalle que me ha gustado mucho.
Si os gustó la primera parte, dadle una oportunidad a Insidious 2. No llega a los niveles de la primera y muy probablemente sufra con las comparaciones con una obra mucho más redonda como The Conjuring, pero es una prueba más de cómo Wan y compañía conocen los referentes que manejan y aún así logran sacar adelante una historia propia que maneja la estética de horror de feria de una forma (para variar) eficiente. Esto último es lo que hace destacar algunas cosas de la película que quizás no sean del agrado de todo el mundo, tales como sus concesiones al humor, la grotesca caricatura de sus fantasmas (en algunos casos acompañados no sólo de maquillajes estrafalarios sino también de gloriosas sobreactuaciones) y sobre todo el marcado ángulo místico de la trama, detalle este que la hace sin duda más "fantástica" que la original. Esto probablemente explique el rechazo que parece haber despertado en algunos espectadores. En todo caso sigue siendo una excelente recomendación para este año que poco a poco se acaba.
domingo, noviembre 10, 2013
El regreso de Roger Corman... y una lista suicida
sábado, octubre 19, 2013
Reseña: El último exorcismo 2 (2013)
Aparte del hecho de que en mi opinión debería haber una ley en contra de poner un número de secuela a un título que tenga la palabra "último/a", hay una cosa que quisiera destacar de esta segunda entrega y que muy probablemente ya todos sepan a estas alturas: El último exorcismo 2 abandona el formato de metraje hallado de la original y opta por la perspectiva tradicional en tercera persona, contando esta vez la historia de la misma chica poseída de la película anterior, que parece haber sobrevivido y escapado del culto satánico de la primera entrega para luego ir a parar a una casa de rehabilitación donde intenta superar su traumática experiencia antes de ser acosada de nuevo por aquella fuerza demoníaca que se había apoderado de ella.
Esto es básicamente todo lo que se puede contar del argumento, uno que está calcado no sólo de conocidas películas de jóvenes indefensas ante malignas presencias sino incluso de conocidos recientes ejemplos de terror sobrenatural ambientados en la familiaridad de un contexto urbano. En este sentido, la película no presenta ninguna sorpresa, rindiéndose a todos los clichés del denominado "cine de exorcismos", con la única diferencia, quizás, de ofrecer en esta ocasión la poco habitual perspectiva de la propia víctima que se debate entre la desconfianza de aquellos que la rodean y el acoso de un demonio que paradójicamente la considera alguien especial.
Por desgracia, el resultado no sólo es bastante conocido sino también tremendamente aburrido, con un empleo de lo sobrenatural muy parco y una sobriedad exagerada para una película que necesitaba precisamente un mayor grado de efectismo. Además, el intento de hacer de la protagonista Ashley Bell una jovencita vulnerable tipo Carrie falla debido a que no da el tipo físico necesario para ello. Aparte de eso, la obsesión de la película por demostrar (nuevamente) las contorsiones de las que es capaz la chica terminan siendo un tanto risibles y hacen caer la película en los terrenos de la parodia involuntaria. En verdad se me hizo difícil llegar hasta el final con El último exorcismo 2, lo que espero no termine haciendo sombra sobre la primera entrega, que junto con El exorcismo de Emily Rose (2005) se cuenta entre las poquísimas historias recomendables de posesiones diabólicas de este lado de William Friedkin. Esta de hoy, en cambio, se me hace imposible de recomendar.
domingo, octubre 13, 2013
Reseña: Red State (2011)
El rechazo hacia la película por parte del público probablemente tenga su raíz en el hecho de que el material publicitario de Red State intentó venderla como una película de terror más convencional y explícita de lo que terminó siendo. En vez de eso estamos ante un muy sobrio aunque en ocasiones grotesco drama de una congregación de fanáticos cristianos de un pequeño pueblo en la América profunda (en uno de esos "estados rojos", llamados así porque estas sociedades habitualmente conservadoras y rurales suelen ser habitual feudo del Partido Republicano, normalmente identificable con este color) que comete una serie de asesinatos inspirados por la escalofriante figura de su reverendo. El carácter consanguíneo de esta congregación y su declarado odio hacia los homosexuales les delatan como una muy poco disimulada puya hacia la Iglesia Bautista de Westboro, y el escaso efectismo estético (del que quizás el detalle más destacable sea la ausencia de una banda sonora atmosférica) hacen de esta una cinta destinada a despertar polémica con el siempre espinoso tema de la religión en la sociedad americana, un discurso que está por encima de unos componentes de terror que se limitan a la primera mitad del metraje.
Tras el tiempo que he pasado sin verla sigo sosteniendo que esa primera mitad, en la que asistimos a los ritos y la cotidianidad de la secta, es sumamente intensa y atrapa al espectador de forma inmediata. Esto se consigue no sólo gracias a la excelente recreación que consigue Smith sino también por la soberbia actuación de un inmenso Michael Parks como el reverendo líder de la secta, quien realmente se echa la película sobre los hombros. La segunda mitad del metraje, en la que estalla la confrontación entre los miembros de la iglesia y las fuerzas del orden, parece cambiar por completo el tono y cambiar el tema de la intolerancia religiosa por el del culto a las armas en los Estados Unidos, temas que Kevin Smith parece querer vincular a como de lugar pero que a mí por lo menos hizo que la película me interesara menos y perdiera gran parte del atractivo que había conseguido.
Curioso también el desenlace que Kevin Smith reserva para la película, uno que en un principio sorprende pero que al final termina formando parte de esa escasa espectacularidad de la que la cinta está dotada. Si quien lee estas líneas no se ha acercado todavía a Red State, le recomiendo que lo haga teniendo en cuenta que el componente de terror es muy poco y que este se ve sustituido por un subtexto de sátira social a una problemática muy americana con la que será difícil enlazar si se desconoce la realidad de ese país. Sin embargo, y aunque sigue sin entusiasmarme tanto como a otras personas, considero que es una película muy interesante que tiene la ventaja de ser distinta a casi todo lo que ha hecho Kevin Smith hasta la fecha, además que toda la primera mitad y su recreación del paletismo moderno y de la religión como foco de ignorancia consigue secuencias realmente inquietantes y dignas de ese terror que gira en torno a sectas y rechazo voluntario a la civilización. Sólo por eso ya vale la pena.
jueves, septiembre 26, 2013
Reseña: You're Next (2013)
El argumento es muy sencillo, y ya en el trailer se veía bastante bien: una familia que se reúne para pasar un fin de semana celebrando el aniversario de boda de sus padres y que de repente se ven invadidos por un grupo de psicópatas con máscaras de animales que comienzan a asesinarlos uno a uno de la forma más brutal posible. Sin embargo, lo que el trailer no dejaba entrever era el tono de la película, uno que jamás me hubiese esperado teniendo en cuenta lo sombrío del trabajo anterior de Wingard, y es que You're Next al final no es tan "seria" como aparenta. Si bien el avance hacía pensar en una película de invasiones cruel y solemne muy al estilo de Los extraños (2008), la película final está llena de momentos de humor muy finos que le dan un aire completamente distinto a lo que me esperaba. El humor está presente no sólo a través de las rencillas entre los diferentes miembros de la familia (una evidente tensión y rencor entre los hermanos que tendrá sus consecuencias durante el argumento) sino incluso durante el propio asalto a la casa y durante las propias escenas de muerte, las cuales son en ocasiones muy salvajes. A pesar de ello, eso sí, la película nunca llega a ser realmente una comedia.
Otro elemento novedoso y que no me esperaba a partir de los avances es que la película revierte el típico esquema de este tipo de producciones al hacer de su protagonista no una víctima que corre desesperada por los pasillos sino que se enfrenta a los asesinos con arrojo y resolución. No exagero si digo que desde ya Sharni Vinson se ha convertido en una de mis final girl favoritas. Hay sin embargo una explicación para el inusual comportamiento de este personaje, y aunque ya habíamos visto ejemplos similares en el pasado, no deja de ser interesante ver personajes femeninos alejados del estereotipo de víctima que se les suele atribuir en este tipo de historias.
Algunas reseñas que he leído por lo visto no han calzado muy bien el humor y la transgresión temática de You're Next, esperando sin duda un trabajo más típico. Dichas opiniones me desconciertan un poco y me hace creer que en ocasiones pareciera como si la gente odiara ser sorprendida, actitud preocupante en un género tan dado a la insensata repetición. A mí, en lo particular, me ha parecido uno de los slashers del año, una película muy intensa y divertida en la que los personajes están mejor tratados de lo que suelen estar, y sobre todo con un humor hecho desde el respeto y el conocimiento, lo que no quita que haya escenas realmente crueles y un regodeo en el carácter muchas veces lúdico y arbitrario de la violencia con la que los asesinos despachan a sus víctimas. Si todavía la tenéis en carteleras, echadle un vistazo antes de que sea demasiado tarde.
domingo, septiembre 01, 2013
Somos 500 o más
sábado, agosto 31, 2013
Reseña: Jugface (2013)
viernes, agosto 30, 2013
Reseña: Byzantium (2013)
jueves, agosto 29, 2013
Reseña: Haunter (2013)
viernes, agosto 23, 2013
Estoy en el Fantasy Filmfest, no me paséis llamadas
jueves, agosto 22, 2013
Reseña: Hatchet 3 (2013)
miércoles, agosto 21, 2013
Reseña: Vanishing on 7th Street (2011)
Uno de los puntos a destacar es que la película está inspirada en la misteriosa desaparición de la colonia perdida de Roanoke, influencia que la cinta admite abiertamente y a la cual se hace referencia en más de una ocasión. Hay también momentos que remiten a otras famosas historias de cine apocalíptico como La noche del cometa (1984) o la más reciente Pulse (2001), pero su mayor inspiración está sin duda en su tratamiento alegórico de numerosos pasajes bíblicos que la película hace muy evidentes, con lo que la historia, si bien nunca es explicada en detalle, tiene unas connotaciones místicas muy obvias que dejan claro el ángulo puramente sobrenatural de la amenaza a la que se enfrentan los protagonistas. De todas formas el argumento importa muy poco aquí; a pesar de que la historia está muy vista y que no es nada original, algo que se le da muy bien a Brad Anderson son las atmósferas, y esta no es la excepción. Increíbles imágenes de soledad y un uso muy eficaz del silencio y la penumbra (sobre todo en la secuencia del cine o el clímax de la iglesia) son el alma de la película y muestran cómo el director hace un intento loable por volver a rescatar el ambiente de terror de Session 9 (2001), su primera y hasta la fecha más destacable película.
En realidad debo reconocer que esta película ha terminado por gustarme más de lo que esperaba. Aparte de que la ambientación está muy lograda, me gusta el tono intimista reducido a muy pocos personajes y el ambiente cada vez más reducido de la película, alejado de las proporciones épicas que normalmente tienen este tipo de historias. También me gusta el hecho de que con todo y las obvias referencias bíblicas, la mayor parte de los misterios se dejan sin resolver y los personajes son simplemente piezas menores en medio de una catástrofe que les supera y de la que ellos sólo intentan huir. Los defectos de la cinta muy probablemente vengan de la mano de algunos efectos especiales digitales que en ocasiones rompen la ilusión de la película cuando los actores no reaccionan de forma creíble ante hechos que presencian como la caída de un avión cercano, que apenas causa sorpresa en el protagonista por el motivo evidente de que no la está "viendo" en realidad.
No se puede decir mucho más. Si queréis acercaros a una historia apocalíptica interesante con una atmósfera muy lograda esta película de Brad Anderson es para vosotros. Sus giros narrativos, su manejo de elementos trillados del cine de horror y su pesimismo existencialista no impresionarán a nadie, lo confieso, pero con todo y eso es lo suficientemente interesante para echarle un vistazo, y guarda en su interior algún que otro momento sorprendente en cuanto al destino de sus personajes principales. No esperéis, eso sí, mucho más; está claro que Anderson tiene trabajos mejores.
martes, agosto 20, 2013
Reseña: Detention (2011)
Superficialmente Detention presenta el típico triángulo amoroso de las películas de instituto, uno que en este caso se ve interrumpido por la presencia de un misterioso asesino disfrazado del slasher Cinderhella, argumento que por sí solo es un remedo evidente de Scream (1996) y que delata la reiterada fascinación de esta película con los años noventa. Pero eso es sólo el principio; a partir de allí la trama se descalabra en un aparente caos argumental que incluye viajes en el tiempo, mutaciones genéticas y hasta una delirante subtrama de cambio de cuerpo que en lo personal considero uno de los mejores detalles de la película. Todo está contado además en un estilo frenético, con una edición vertiginosa que hace que la película vaya a un ritmo muy acelerado, con escenas muy cortas que lanzan referencias a diestra y siniestra y que reflejan de forma maravillosa no sólo la fragmentada y corta capacidad de atención que normalmente se atribuye a los jóvenes sino también el surrealismo narrativo de varios de los subgéneros del cine adolescente. La ya citada Scream y Donnie Darko (2001) probablemente sean los referentes más obvios, y la estética tomada de otros medios como las redes sociales y la mensajería instantánea, así como el constante rompimiento de la cuarta pared remiten a otras películas recientes como Scott Pilgrim vs the World (2010) y John Dies at the End (2013), a las que en mi opinión no tiene nada que envidiar.
Y lo mejor de todo esto es que a pesar de la introducción constante de nuevos elementos en la trama y el cambio de tono que la película presenta cada pocos minutos, estamos ante una cinta muy cuidadosa con los detalles, llena de escenas memorables (atención a la corta pero gloriosa secuencia de los torrents) y con un elenco muy apropiado. Definitivamente no es una película para todo el mundo; su propuesta de reivindicación de la adolescencia actual puede resultar muy radical para algunos, y a otros les pasará como a mi y la película les hará sentirse viejos y desfasados. Esto probablemente haya sido la causa de que la película no haya podido triunfar en la taquilla a pesar de que para el momento de su muy postergado estreno uno de sus actores principales, Josh Hutcherson, se había hecho famoso gracias a su papel en la película de Los juegos del hambre (2012). De todas formas, desde aquí la recomendamos con toda la firmeza posible y no sólo la defendemos como un nuevo clásico de las comedias de terror, sino que también nos preguntamos cómo alguien podrá hacer una película de adolescentes después de haber visto esta joya.
sábado, agosto 17, 2013
Tres tristes trailers 39
jueves, agosto 15, 2013
Reseña: The ABCs of Death (2013)
Quiero destacar en primer lugar aquello que me ha impresionado de forma positiva, y es que se nota el grado de absoluta libertad que tuvieron cada uno de estos cineastas a la hora de llevar a cabo su particular visión. Con el tiempo como única limitación, cada uno de los cortos sabe reducir su propuesta al mínimo aunque sea al precio de sacrificar la coherencia global de la película. Algunos de los segmentos, además, consiguen quedarse en la memoria del espectador y dar resultados muy buenos como son en mi caso los de Nacho Vigalondo ("Apocalypse"), Marcel Sarmiento ("Dogfight"), Timo Tjahjanto ("Libido") o Lee Hardcastle ("Toilet", un corto de animación stop-motion cuya imagen acompaña esta reseña). Un dato interesante, sin embargo, es que el director de cada segmento sólo es revelado al final de este, por lo que uno se descubre a sí mismo intentando adivinar por el estilo de la narración quién es el cineasta al mando. En ese sentido yo recomendaría la película sobre todo para aquellos que deseen ver ejemplos de cómo ser lo más conciso posible a la hora de contar una historia con eficiencia.
Pero claro, el problema que tiene es el mismo de todas las cintas de antología: la desigual calidad de las historias que la componen, algo que aquí se agrava al ser un gran número de ellas lo que inevitablemente termina agobiando al espectador. No importa cómo lo veamos, con 26 segmentos la película se convierte en una experiencia excesiva que puede terminar saturando la cabeza de aquellos que se enfrenten a ella, especialmente si tenemos en cuenta que precisamente esa libertad creativa de la que hablábamos hace que los estilos de los relatos sean tremendamente diferentes; en muchos de ellos no hay diálogos, en otros ni siquiera hay argumento; algunos son muy elaborados, otros son tremendamente sencillos; algunos son historias de terror puro, otros son abiertamente comedias surrealistas.
En medio de todo este caos hay trabajos muy memorables, pero la mayoría terminan confundiéndose y a día de hoy me cuesta recordar más que algunas imágenes muy puntuales que consiguieron impactarme en su momento. Con todo, me parece una película arriesgada que merece la pena ser vista aunque sea por atreverse a ser tan diferente de todo lo demás. Es sólo lo exagerado de su premisa y sus expectativas en cuanto a la capacidad de atención del público lo que me hace dudar si es algo que pueda ser visto de una sola sentada. De todas formas, su salida en formato doméstico remedia esta dificultad y hace que quiera darle un segundo visionado.