Una de las más esperadas películas de este año por mi, por motivos evidentes, pero sobre todo por ser el regreso del director Neil Jordan al cine sobrenatural, con una temática que trae las inevitables comparaciones con Entrevista con el vampiro (1994), una película por la que siento una gran simpatía que comparte gran parte de la gente de mi edad (increíble darme cuenta de que se estrenó hace ya casi veinte años). Byzantium (2013) toca muchas de las claves de aquella cinta vampírica con Brad Pitt y Tom Cruise, así como varias de las constantes estéticas del cine de su director. Es una película hermosa que sin embargo está llamada a ser dejada a un lado por gran parte de los seguidores de un cine de terror más entregado a un imaginario monstruoso del que esta cinta carece.
Con esto lo que quiero decir es que, aún en mayor grado que en Entrevista con el Vampiro, en Byzantium no tenemos en realidad una película de terror, sino un drama protagonizado por seres sobrenaturales, en específico dos vampiras, madre e hija, que durante doscientos años han estado huyendo y escondiéndose de los de su propia especie, que les persiguen sin descanso por motivos que iremos descubriendo a lo largo del metraje. Ya de entrada tenemos aquí el mismo esquema de la cinta del 94 pero al revés; en vez de dos vampiros que buscan sus orígenes, en esta ocasión tenemos a dos criaturas inmortales que buscan refugio entre los humanos intentando confundirse entre ellos y reivindicando su libertad en contraposición a la hermética y elitista orden de su propia especie.
Como viene siendo habitual en las obras de Neil Jordan que tiran del fantástico, Byzantium tiene grandes aciertos estéticos que en esta ocasión van más allá de imágenes surrealistas; de hecho, una de las mayores fortalezas que tiene esta película está en la recreación que hace de los vampiros. Cuando decimos que es un drama nos referimos a que en esta ocasión los vampiros no son monstruos sino que son pintados como una suerte de terribles ángeles justicieros, comparación que no es gratuita ya que la película lo afirma en más de una ocasión. Jordan elude la representación ya establecida de estas criaturas al hacer de sus vampiros seres que pueden perfectamente vivir de día y a quienes ni siquiera les crecen los colmillos; sólo se mantienen su necesidad de beber sangre y su inmortalidad, con lo que son casi imposibles de distinguir de los mortales (uno de los personajes, de hecho, lo evidencia al decir que sólo con el pasar de los años puede demostrar lo que ella es). Esta representación un tanto menos terrorífica puede molestar a algunos, pero a mí me parece que está más que compensada por el misterio con el que Jordan dota a su particular visión del origen de la raza vampírica en una enigmática isla de la costa de Irlanda, creando una mitología fascinante de la que sólo vemos una parte muy pequeña.
Por supuesto que gran parte del acierto estético de esta película está en la actuación de sus dos protagonistas femeninas. La campaña publicitaria ha tirado por el reclamo visual al destacar la presencia de una voluptuosa Gemma Arterton en el papel de la madre. Lo hace muy bien y me agrada verla finalmente en una película buena, pero este énfasis por desgracia quita la atención de la joven Saoirse Ronan, que borda su papel y representa la contraparte serena de la indomable Arterton. Sólo por verlas a las dos en pantalla ya merece la pena acercarse a esta película. Algunos que vayan a verla probablemente se sientan un poco decepcionados al esperar encontrar una película de vampiros y encontrarse más bien con un drama sobre la soledad y la renuncia al amor en medio de una historia contada con una gran cantidad de voz en off, pero desde aquí creo que es un trabajo muy recomendable que me ha reconciliado con una estética que por desgracia ha sido parodiada hasta el cansancio por romances sobrenaturales de segunda fila destinados al mercado adolescente. Echadle un vistazo porque vale la pena.
es interesante ver la actuacion de dos protagonistas femeninas, el cual da mucha curiosidad por ver esta cinta cinematografica
ResponderEliminarEs hermosa.... la disfrute de principio a fin y la recomiendo encarecidamente. La forma como aborda el vampirismo tiene una brutal y sórdida elegancia que no tiene comparación con la saga aquella.
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