martes, abril 28, 2015

Reseña: Under The Skin (2014)

Reseñada hasta el hartazgo en el momento de su estreno, en nuestro caso hemos decidido esperar meses antes de volver a acercarnos a Under The Skin (2014), una de las destacables del año pasado y una película destinada como pocas a dividir al público en sus extremos más radicales. De hecho, si algo quedó claro tras el paso de esta cinta fue que gran parte del público parece haberse deshecho en alabanzas hacia un trabajo fuera de lo común mientras que otra gran parte la tildó de gran tomadura de pelo y como un ejemplo claro de un cine supuestamente pretencioso y vacío. Nuestra opinión aquí en Horas de oscuridad busca no tanto decidirnos por una de estas dos propuestas (aunque quizás estemos más cerca de la primera) y más en cambio por elucubrar acerca de las razones por las cuales no fue bien recibida por el público general. Porque lo cierto es que más allá de lo que puedan decir aquellos críticos más sesudos que habitualmente suelen despreciar el cine de género, esta es una gran película que merece ser vista y tras la cual uno no queda igual.

El principal problema que vemos en cuanto a la recepción que tuvo Under The Skin tiene que ver con la manera cómo fue anticipada; la presencia como protagonista de Scarlett Johansson (de quién se anunciaba además alguna escena de contenido erótico para estimular el morbo del personal) y una trama muy en la línea de otros ejemplos altamente conocidos de "ciencia ficción guarra" seguramente avivaron el interés comercial de un público ajeno tanto a la surrealista novela de Michel Faber como al cine del director británico Jonathan Glazer, un muy interesante y poco convencional cineasta que ha aprovechado la ocasión para traernos la que con toda seguridad es su película menos comercial hasta la fecha. Es así como aquellos que esperaban una historia de monstruos cargada de erotismo malsano se encuentran con una historia surrealista de ciencia-ficción introspectiva contada desde el punto de vista de un depredador que termina cuestionando su naturaleza y encontrando empatía en la humanidad a la que ha decidido cazar, y el erotismo al que nos hemos referido antes es frío, poco atractivo y destinado más bien a ser una trampa que causa un nada desdeñable grado de repulsión y atávico miedo a los misterios de la sexualidad femenina. Incluso el tan anticipado desnudo de Scarlett Johansson es desprovisto de todo factor erótico, lo que causó además una muy lamentable reacción en los predios de Internet que por desgracia se centraron en la supuesta falta de atractivo de la actriz, como si ese no hubiera sido el objetivo en primer lugar.

Por todos estos motivos, por la distancia que plantea con el espectador y su estética deliberadamente feísta que incluye hasta escenas de cámara oculta rodadas con figurantes no profesionales, estamos ante una película poco accesible para el público general. Pero esto no tiene nada que ver (como hemos leído en muchos sitios) con un supuesto carácter anti-narrativo de la película o con aquella idea errada de que la película no tiene un argumento. Todo lo contrario: si algo tiene es que la trama es tremendamente sencilla y muy fácil de discernir incluso teniendo en cuenta la escasa cantidad de diálogos y la prácticamente total ausencia de explicaciones. Sabemos desde el principio que el personaje de Scarlett Johansson es un ente inhumano que se oculta bajo la apariencia de una joven y hermosa muchacha para seducir hombres solitarios y luego llevarlos a una trampa mortal, y todas estas escenas transcurren casi sin diálogos y sin nadie explicando lo que estamos viendo, y aún así queda bastante claro a pesar de los toques de misterio como esa habitación negra o el personaje de la moto que constantemente sigue de cerca a nuestra protagonista y que se intuye pertenece a su misma especie aunque nunca se dice claramente.

Pero si bien argumentalmente se trata de una cinta muy accesible, todos los demás elementos que Glazer pone a nuestra disposición pueden ser difíciles de soportar cuando se espera un trabajo mucho más convencional; como ya decíamos arriba, el ritmo deliberadamente pausado, la casi total ausencia de diálogos explicativos o la estética desprovista de embellecimiento puede hacer mella en un espectador que busque algo de terror al uso y que puede incluso verse espantado por algunas escenas genuinamente desagradables como esa visita a la playa (y la tragedia múltiple que en ella ocurre), el encuentro con una víctima que hace que nuestra protagonista descubra su hasta entonces ignorada humanidad, y por supuesto el desenlace que cierra la película dejándonos con un sabor de boca muy negativo. Esa falta de "cierre" y ese distanciamiento y frialdad estéticas de la que hace gala Under The Skin han despertado muchas comparaciones entre Glazer y el Kubrick de 2001: Odisea espacial (1968), cosa que francamente no terminamos de ver más allá de parecidos muy superficiales, pero de lo que sí estamos seguros es de que esta es una pieza muy recomendable y que en ocasiones da cierto alivio encontrarse con algo así que nos replantee aquello que realmente buscamos cuando nos acercamos a lo desconocido. Muy buena.

martes, abril 21, 2015

Reseña: Honeymoon (2014)

Otra grata sorpresa que nos llevamos el año pasado, Honeymoon (2014) es otra muestra de que la mayoría de las propuestas más interesantes del cine de terror están llegando de fuentes ajenas al circuito mainstream. Partiendo de unas ideas muy básicas y un escenario ya visto antes (una pareja joven que pasa su luna de miel en una apartada cabaña en el bosque), la directora Leigh Janiak consigue un relato de miedo con una premisa fantástica pero tratada de una forma muy realista que la hace tremendamente cercana incluso a costa de ir en contra de lo que normalmente solemos encontrar en este género. 

Sabiendo esto, la trama es muy sencilla y se toma su tiempo con los personajes. Gran parte de la cinta, de hecho, se va en establecer la relación entre Bea y Paul, con sus cursilerías, sus anécdotas, sus chistes privados y todos los detalles de su cotidianidad. Estos elementos, sin embargo, no están allí de relleno sino que serán vitales una vez que se da el giro de terror: una noche, Bea parece tener un episodio de sonambulismo tras el cual su comportamiento cambia de forma repentina hasta el punto que su marido comienza a albergar dudas acerca de la persona que está a su lado. Lo más curioso de todo es que casi la totalidad de la trama muestra únicamente los dos actores y un único y gigantesco escenario del solitario bosque donde una misteriosa presencia parece rondar a los protagonistas. 

Estos detalles que en principio parecen opuestos a lo que una historia de terror debe ser son sin embargo lo mejor que tiene: en realidad, más que buscar la complicidad con el espectador avisado de que está viendo "una de miedo", la película proyecta una luz un tanto incómoda sobre la degradación (vertiginosa esta vez) de la vida en pareja y cómo la convivencia cercana termina aflorando el reverso siniestro de aquellos que amamos, en este caso además simbolizado en un creciente sentimiento de paranoia y una transformación física que presagia un terrible, inevitable y violento desenlace. Todo esto es importante porque en muchos sentidos, Honeymoon es muy parecida a lo que sería una hipotética versión explícita de Anticristo (2009), de Lars von Trier, quizás más inclinada de forma obvia hacia el terror pero con muchos puntos en común. Es probable que esos paralelismos, sin embargo, sean una casualidad puesto que los referentes de esta película de la que hablamos hoy son más que obvios, con Cronenberg a la cabeza pero también con ciertos elementos de terror de los cincuenta de los que toma sobre todo el clima de desconfianza propio de la idea del Doble.

Leyendo opiniones que he conseguido por allí, veo que las reacciones ante esta cinta han sido muy dispares. Considero que gran parte de esto se explica por el hecho de que la película parece prometer un acercamiento mucho más comercial debido a sus dos protagonistas, Rose Leslie y Harry Treadaway, actualmente famosos gracias a sus roles televisivos en Juego de tronos y Penny Dreadful, respectivamente. Su presencia ciertamente augura un producto mucho más convencional de lo que termina siendo, puesto que como mencionábamos arriba, la parte de auténtico terror tarda en llegar y la sutileza de la película está continuamente provocando al espectador y prometiendo una revelación explícita que nunca termina de llegar del todo. Sin embargo creo que el objetivo de la cinta es otro, y es el drama entre los dos personajes y la frustración del público ante una situación que se escapa de su control lo que al final la hace más memorable, por mucho que la película sí tenga algunas imágenes realmente perturbadoras en sus concesiones a conceptos como la Nueva Carne. Lo juramos, Cronenberg estaría muy orgulloso.

viernes, abril 10, 2015

Reseña: Starry Eyes (2014)

Durante una escena crucial de Starry Eyes (2014) hay un personaje que suelta un discurso acerca de la decadencia de Hollywood, de la apatía de sus habitantes y de la miseria de una ciudad envuelta en niebla e indigna de la gloria de su pasado. En estos diálogos se esconde el punto central de una de las películas de terror que mayor impacto han causado en mí recientemente, y una que sorprende más aún por el hecho de que sus muy interesantes ideas se esconden tras la fachada de una historia muy sencilla que incluso puede ser resumida en unas pocas líneas: Sarah Walker, una de las miles de aspirantes a actriz que pueblan la ciudad paseando entre un trabajo miserable y decenas de castings infructuosos, recibe de repente la oportunidad de su vida cuando un ataque de histeria llama la atención de los misteriosos jefes de una muy antigua productora que le ofrecerá convertirla en una estrella a cambio de un muy alto precio.

Siguiendo las constantes del género que tocamos aquí, es muy probable que quien lea estas líneas ya pueda intuir a qué se refiere ese precio que Sarah habrá de pagar, así como los puntos clave de una historia que toca un gran número de puntos comunes con otros relatos de terror: satanismo urbano, sectas, y sobre todo el pacto sobrenatural producto del choque entre una ambición idealista y las frustraciones del mundo real. En el caso de Starry Eyes esto está aderezado con una fijación casi enfermiza en el sufrimiento del personaje de Sarah, quien a lo largo de la cinta no sólo sufre las vejaciones propias de su frustrante situación sino que también pasa por una martirizante transformación física que constituye probablemente la mayor concesión que la película hace al cine de miedo, con una mirada muy evidente a la obra de otros directores que han tratado el tema tales como el Polanski de antaño.

Digo que esto es la mayor concesión porque los principales logros de la cinta están en su muy marcado simbolismo; desde el nombre de la productora (Astraeus Pictures) hasta la constante visión de la colección de fotografías que Sarah tiene en su habitación y que muestran a grandes estrellas del pasado, revelando así el carácter cíclico del argumento, eso por no hablar de la manera cómo se representa un Hollywood oscuro, gris y casi permanentemente nublado (sólo he visto la película dos veces pero creo recordar que no hay ningún plano en donde se vea el sol). Pero lo que probablemente sea el tema que más me ha interesado ha sido la manera cómo la cinta describe un conflicto generacional visto a través de los amigos de Sarah, un grupo de jóvenes a los que la película muestra como seres completamente indolentes que se reúnen para pasarlo bien y que se autodefinen como artistas pero a quienes nunca vemos hacer realmente nada. Es este carácter vacuo lo que empuja a Sarah a aceptar el pacto y dejar que sus responsables cambien su vida infundiéndole unos nuevos ojos, una nueva perspectiva que la transforma por completo. 

Es precisamente esta transformación final y su muy sangriento desenlace lo que el público suele recordar más de una película como Starry Eyes, y también el motivo por el cual se puede enmarcar dentro del género de terror. El resto de la película es muy asfixiante morality tale acerca de la ambición pero también acerca de la búsqueda de sentido vital en medio de una existencia gris de la que vale la pena escapar así sea a través de lo monstruoso. Una gran obra llena de detalles a la que ha valido la pena revisitar.

lunes, abril 06, 2015

10 de hace 10 (presentación)

Probablemente muchos de vosotros no lo sabéis, pero hoy lunes, 4 de abril, Horas de oscuridad cumplirá diez años.

Esperad un momento mientras asimilo esto.

Una vez repuesto de la sorpresa, he estado pensando un buen rato acerca de la mejor manera de conmemorar esta primera década de una página que he ido actualizando a ritmos diferentes y no siempre con el mismo ahínco. De entrada algo que puedo decir es que la estructura oficial de tres reseñas seguidas de dos entradas de transición no siempre funcionó, algunas secciones que me entusiasmaron en su momento han quedado en el olvido, y algunas decisiones por mi parte tuvieron algo de polémica y aún así me aferro a ellas a pesar de que terminaron perjudicándome a nivel de visitas, como por ejemplo la decisión de dejar de poner notas a las reseñas. Esta es una idea que sigo defendiendo, valga decir, por una sencilla razón: está demostrado empíricamente que cuando le pones notas a las películas, la mayor parte de los lectores tiene a fijarse en esta nota y pasar completamente del texto que has preparado.

Con todo y eso, ha llegado la hora de hacer algo especial, algo con perspectiva, y para ello se me ha ocurrido algo que no sólo me sacará del apuro sino que además me permitirá hacer un homenaje al que fue uno de mis blogs favoritos de cine y uno que por desgracia duró muy poco tiempo: hablo del absolutamente genial blog de Tumblr 10-year-old movies, que analizaba con gran detalle y un envidiable criterio una serie de películas que sólo tenían en común el haber sido estrenadas diez años antes.

Aquí en Horas de oscuridad haremos lo mismo, lo que nos permitirá dejar constancia de esa perspectiva de la que hablo al re-visitar una selección de diez películas que vi allá por el lejano 2005, películas que en su momento me gustaron (o no) y que ahora pondré nuevamente bajo escrutinio para comprobar de primera mano qué tan bien (o mal) las ha tratado el tiempo. Ojo: no serán nuevas reseñas, sino un intento de ver lo que esas películas significaron en su momento y la influencia que han tenido en el cine de terror posterior. Esta sección se llamará, como no podía ser de otra forma, 10 de hace 10, y si sale bien, muy probablemente la repita el año que viene.

¿Cuánto aguantará este invento antes de que todo desaparezca y esta página (como todo) se una al Nirvana digital? Imposible saberlo de momento. Esperad entonces muy pronto la primera aportación, esperando que sea de vuestro agrado una vez más. Y a aquellos que me hayan estado acompañando durante los últimos diez años: gracias, aunque sinceramente no sé cómo me aguantáis.