martes, agosto 23, 2011

Reseña: Los Hamilton (2006)

Muy probablemente no sean pocos los que conozcan a los directores Mitchell Altieri y Phil Flores, quienes trabajan bajo el pseudónimo de The Butcher Brothers a pesar de tener apellidos diferentes. En este blog ya hemos reseñado su relativamente reciente remake de April Fool's Day (2008), que no salió muy bien parado pero que de alguna manera tiene cierta continuidad temática con la película de la que hablamos hoy y por la cual se dieron a conocer. Los Hamilton (2006) fue una de las cintas salidas del primer After Dark Horrorfest, y valga decir que de ese año fue la que tuvo el look más amateur (cada quien decidirá si dicho término esconde o no una connotación peyorativa).

En Los Hamilton vemos uno de los arquetipos más conocidos del cine de terror actual en lo que se refiere a la encarnación de familias de psicópatas que se dedican a capturar y torturar desconocidos, preferentemente jovencitas de buen ver. Sin embargo, algo ha de reconocerse a los hermanos Butcher y es su explícita voluntad de romper el lugar común que esto representa y centrarse no tanto en las depravaciones carniceras de los miembros de este clan familiar sino más bien en la representación de la cotidianidad de estos seres desquiciados a través de una perspectiva hasta cierto punto innovadora. La familia Hamilton en cuestión está formada por una camada de jóvenes huérfanos que idolatran a sus padres muertos y parecen protegerse mutuamente de un mundo exterior que depredan pero que al mismo tiempo parecen temer.

La idea central y la forma tan curiosa como los Butcher han usado este arquetipo de terror para elaborar una sátira de la típica unidad familiar de clase media es lo más interesante de una propuesta por lo demás poco atractiva en su desarrollo. El principal problema que veo aquí es la estética plana y aburrida que inunda el metraje producto sin duda de un uso indebido del formato digital. Sorprende en este sentido la existencia de un prólogo puramente "de terror" en el que destaca la presencia de la actriz Brittany Daniel en un brevísimo cameo. La Daniel no es solamente la única actriz conocida de la película (si no contamos la descolocante presencia como actor del productor Joel Silver), sino que encima este breve prólogo tiene una estética, tono y estilo completamente diferentes al resto de la cinta, con lo que se hace evidente que estamos ante un fragmento rodado de forma separada como posible estímulo para inversores.

Este prólogo es además el primer momento en que se nos adelanta el que será tema constante durante la película, y es el misterio que ronda a la familia y que se explica mediante las continuas referencias a una "enfermedad" que acosa permanentemente a los Hamilton y que sienta las bases de una subtrama de intriga con uno de los miembros más jóvenes de la hermandad. La revelación final es, eso sí, bastante predecible (la película prácticamente te la tira en cara más o menos a la mitad) y algo cutre una vez llegado el momento decisivo. Con todo y eso, y a pesar de que Los Hamilton tenga buenas ideas en cuanto a su concepción, su pobre estética y su desarrollo lento y aburrido hace que no me termine de convencer.

domingo, agosto 07, 2011

Reseña: Insidious (2011)

Hace poco pude ver finalmete Insidious (2011), que a pesar de ser una de las cintas de terror más esperadas de este año se estrenó tarde y mal en una ciudad que tiene por norma un abierto desprecio hacia este género en particular. A estas alturas espero que todos los que leen esta página la hayan visto, aunque sea por los nombres que se encuentran tras ella: el título del que hablamos hoy es el nuevo trabajo del director James Wan y el guionista Leigh Whannell, los responsables de Saw (2004) y Dead Silence (2007). La primera fue, como sabéis todo, un gran éxito que partió de una película con una premisa básica y sencilla y una producción muy modesta que terminó generando un fenómeno taquillero que se extendió por una larga serie de secuelas en las que Wan y Whannell tendrían cada vez menos participación. Dead Silence, por el contrario, fue una película muy distinta con énfasis en lo sobrenatural, arquetipos clásicos del cine de miedo y una clara inspiración en las estilizadas grandes obras del fantaterror europeo, con Bava y Argento como material de cabecera.

He de repetir aquí algo que ya he confesado anteriormente: Dead Silence siempre me ha parecido una película muy superior a Saw, al menos mucho mejor construída, más ambiciosa y sobre todo con un mayor despliegue de imaginación que la repetitiva saga de Jigsaw. No son muchos los que lo ven así, ya que si bien los excesos sanguinolentos de Saw han generado toda una avalancha de secuelas y hasta un supuesto "sub-género" de torturas, el horror sobrenatural de Dead Silence fue casi universalmente ninguneado por público y crítica. Insidious parece entender esto y por ello podríamos clasificarla como un hipotético punto intermedio: su ángulo es marcadamente sobrenatural, pero la forma en que está rodada (sobre todo en los primeros dos tercios) la revela como una producción muy modesta que se vale de pocos artificios y de una estética muy sobria acorde con las limitaciones de su ajustadísimo presupuesto (apenas millón y medio de dólares). La presencia como productor de Oren Peli, responsable de Paranormal Activity (2009), resulta muy reveladora porque como esta, Insidious también se vale de la sensación de inmediatez transmitida en un principio por su ambientación netamente doméstica: una joven familia acosada por seres sobrenaturales que parecen ensañarse con el hijo que ha entrado en un misterioso estado de coma.

Este acoso de los fantasmas, sutil al principio pero progresivamente más siniestro y terrible a medida que transcurre el metraje, no tiene en sus inicios nada de novedoso pero aún así es de agradecer debido a que me reconocilia con un género que en los últimos años se ha dejado llevar por un cinismo mal asumido que hace que la gran mayoría de las cintas de terror que se estrenan (tanto en el mainstream como en las producciones independientes) sólo parecen tomar la senda del horror físico o la parodia. Insidious por el contrario es una película que al menos intenta dar realmente miedo, y a mi parecer lo consigue sobradamente a pesar de que gran parte de sus logros son tomados de otras películas. Es así como el esquema del niño en peligro y la llegada (ya casi llegando al tercer acto) de unos investigadores paranormales vincula a la película de Wan con otras conocidas cintas del género como Poltergeist (1982) o El ente (1982), siendo esta última una referencia más que obvia al contar en el elenco con la protagonista de aquella cinta, Barbara Hershey.

Es precisamente a partir de este punto en el que Insidious entra en la polémica que divide al público en cuanto a su calidad y se deja llevar por sus delirios estéticos, abandonado el sobrio ambiente realista de sus primeros dos tercios para entrar en una espiral atmosférica en la que Wan hace gala de sus influencias construyendo un imaginario tan estridente que en ocasiones parece caer en la comedia involuntaria. Aquí sin embargo he de estar nuevamente en desacuerdo con aquellos que han despreciado la película por eso ya que desde el principio la cinta nos ha preparado para ello gracias al planteamiento inicial del poder de la imaginación como puerta al terror, un gran concepto que por otro lado valida la siempre difícil tarea de hacer cine de terror con niños. Todo ello hace de esta una cinta muy recomendable para aquellos que buscan realmente cine de terror desprejuiciado y conocedor de sus referentes más básicos. En medio de la plaga de secuelas, remakes, precuelas y adaptaciones, el trío de Wan, Whannell y Peli han conseguido el que quizás sea el primer estreno comercial de terror genuino de este año, uno que se merece sobradamente el considerable éxito que ha tenido.

Ahora os pido a todos que volváis a ver Dead Silence y seguramente la miraréis con otros ojos.

lunes, agosto 01, 2011

Tres tristes trailers 36


La primera vez que escuché hablar de Knights of Badassdom pensé que su producción sería algo más amateur, pero el trailer ha terminado por revelarme lo contrario gracias al despliegue de efectos especiales y rostros conocidos en lo que se perfila como una comedia de horror que toma como evidente inspiración a Army of Darkness (1993). El argumento ya lo conoceréis todos: un grupo de jugadores de rol ataviados con vestimentas medievales invocan por accidente un demonio de otro mundo al que ahora deberán enfrentar. Siempre puedo estar equivocado al ser este no más que un avance promocional, pero todo parece indicar a una cinta mucho más convencional de lo que esperaba, aunque con todo y eso será difícil arruinar una idea tan buena. Desde aquí mantenemos la fe aunque sea por el hecho de ver a nuestra Summer Glau repartiendo estopa una vez más.
Por otro lado, y a escaso tiempo de su estreno, no ha dejado de sorprenderme el trailer de la nueva versión de La cosa, el cual ha terminado de convencerme de que estamos ante un evidentísimo remake encubierto ya no de la versión original de Christian Niby de 1951, sino de la versión que John Carpenter sacara en 1982. A pesar de que esta nueva película supuestamente es una precuela que narra los eventos transcurridos antes de que el monstruo llegara a la base americana en el Polo Sur, ya el trailer nos deja ver que veremos exactamente el mismo argumento que en la película de Carpenter y que, para colmo, la cinta tendrá el mismo título (gracioso será el día en que intentemos hablar a un amigo de una o de la otra). El avance deja entrever una mirada un tanto más profunda en la mitología del monstruo, con esos maravillososo planos de la nave espacial que adentran la historia aún más si cabe en la clara inspiración lovecraftiana de En las montañas de la locura, pero las excesivas ganas de referencia la original y la desesperación actual del cine mainstream por parasitar los éxitos del pasado llaman a la cautela. Aún así,y a pesar de que hubiese preferido una secuela, sigue siendo La cosa y su regreso es más que bienvenido.

Sorprendentemente, de los tres avances este es el que más ha llamado mi atención. 11-11-11, como ninguna otra película de este año, basa gran parte de su efecto en su fecha de estreno, algo por otro lado poco recomendable si se desea tener algo de validez en fechas posteriores. Sin embargo, lo nuevo de Darren Lynn Bousman (aquí publicitado únicamente como el director de tres entregas de Saw a pesar de tener una carrera más allá de dichas películas) tiene una pinta mucho mejor de lo que esperaba con su historia de corte apocalíptico y su estética amateur y tradicional. Al menos el gancho temático del 11 de noviembre de 2011 le asegurará un nicho en salas comerciales y dará a su director una oportunidad a pesar del fracaso de Repo! The Genetic Opera (2008) y el todavía pendiente estreno de su versión de El día de la madre (2010), la cual continúa atascada en el ciclo de festivales sin todavía encontrar distribución comercial. En Bousman confiamos.