Seis años después de su misteriosa desaparición, Jamie Lloyd consigue finalmente escapar de las manos del misterioso culto druida que la ha mantenido prisionera. Su fuga le lleva nuevamente a Haddonfield, donde cae a manos de Michael Myers. Sin embargo, Jamie no es la última de la línea familiar, ya que todavía está su bebé nacido durante su cautiverio. Ahora toca a un nuevo grupo de personas, entre ellos un ya crecido Tommy Doyle y un anciano y retirado Sam Loomis, hacer frente al asesino de la máscara blanca una vez más. Esta es básicamente la historia de la que parte Halloween 6: La maldición de Michael Myers (1995). Esta sexta entrega de la saga original es la tercera y última parte de la trilogía en la que los responsables de Halloween intentaron tomar una nueva dirección con su personaje, y es a menudo referenciada como una de las más pobres. Sin embargo, creo que ese desprecio se debe en parte a razones equivocadas.
La principal queja que han tenido los seguidores de la saga en cuanto a esta película es el marcado giro que el argumento da hacia lo sobrenatural, tanto que la naturaleza y motivaciones de Michael Myers son literalmente explicadas por medio de la presencia de ese misterioso culto liderado por el hombre de negro que rescató a Michael de su cautiverio. Esto es algo que nunca me ha molestado; por el contrario me parece interesante el que hayan intentado hacer algo nuevo con el personaje y su historia, así como el empeño puesto en dotar a esta película de un tono más oscuro y terrorífico que el de entregas anteriores, aún cuando muchas veces se queda a medio camino como por ejemplo en todo lo concerniente a lo que ocurrió con Jamie Lloyd durante esos seis años, algo que se intuye bastante horrible pero a lo que nunca se le da suficiente importancia.
El problema, por otro lado, reside en que ese argumento que la película se ha encargado de presentar a través de las dos entregas anteriores finalmente acaba por mostrarse confuso y falto de dirección. No es de extrañar que esto haya ocurrido teniendo en cuenta que Halloween 6 fue una producción en la que todo salió mal y en la que sus responsables se toparon con una gran cantidad de problemas, desde numerosas reescrituras de guión hasta varios cambios y agregados por parte de los productores que deseaban una película de terror más al uso, aparte claro está de la muerte del actor Donald Pleasance, que causó entre otras cosas que su personaje de Sam Loomis quedara reducido a un muy marginal papel de secundario que encima dejó un final bastante raro que se siente irremediablemente incompleto. El origen y las motivaciones del culto druida que aparentemente tiene relación con Michael Myers (y que, según cuenta el director Joe Chappelle, estaba originalmente concebido como una secta similar a la de El bebé de Rosemary (1968), de Roman Polanski) tampoco son explicadas más allá de unas muy vagas referencias y de una caótica secuencia final que hace de ellos (y de la película) una caricatura de mad doctors. Esto no es algo que me moleste en sí mismo, pero ciertamente hace su aportación a lo poco cuidado que está en general el argumento de esta cinta.
Lo peor es que considero que con todo y sus enormes fallos argumentales y los evidentes trozos que faltan de la trama, detrás del desastre de Halloween 6 hay por lo menos el esbozo de una película interesante. De no haber tenido los problemas de producción que tuvo y de haber centrado la película en Jamie Lloyd como la heroína en vez de matarla al principio, hubiésemos tenido una entrega de Halloween diferente y a la vez respetuosa con la intención estética de la saga en cuanto al tratamiento de la Noche de Brujas. Existe, como muchos sabéis ya, un Producer's Cut que intenta mejorar un poco estas carencias, pero es poco lo que puede hacer ya. El resultado de lo que ya hay es más bien pobre, y justifica en parte que la siguiente entrega haya decidido reinventar la saga casi por completo. Por supuesto, eso es algo de lo que tendremos que hablar en otra ocasión.
A mi tampoco me desagrado del todo darle a Myers un origen sobre natural, semejante hijo de puta no podia ser humano,no me molesta esta pelicula pero desgraciadamente por mil razones no pudieron aterrizarla, la idea y el guion no eran tan malos pero como dices miles de cambios terminaron por hundir el barco...
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