miércoles, noviembre 20, 2013

Reseña: Somos lo que hay (2010)

Confieso que escuché hablar de Somos lo que hay (2010) únicamente por su remake americano que se ha estrenado este año. De lo contrario, muy probablemente no habría sabido de su existencia, lo que demuestra hasta cierto punto lo tremendamente aislado que estoy de las propuestas de cine de terror latinoamericano que nos han ido llegando. En esta ocasión ya sólo por el argumento me pareció atractiva: la historia de una familia de caníbales que habita en las barriadas de la capital mexicana y que se ven obligados a buscar la forma de continuar su macabro sustento cuando el patriarca muere de forma repentina en medio de la calle.

Esto que he comentado arriba es sólo la premisa inicial de una película que reconozco tiene grandes ideas, aunque la mayoría de ellas terminan siendo bastante alejadas del género que nos toca. De hecho, como película de terror encuentro que promete mucho más de lo que realmente da, y no serán pocos los que argumenten que no es en realidad una película de miedo sino más bien un drama social con uno que otro toque sangriento. A decir verdad, el director y guionista Jorge Michel Grau parece estar mucho más interesado en resaltar ciertos aspectos de la realidad socio-económica de los protagonistas y su mundo que su afición a la carne humana, detalle que está siempre relegado a un segundo plano y al que los personajes principales nunca se refieren de forma directa y explícita.

Tanto es así que el propio tema del canibalismo no es aprovechado en su faceta de impacto al espectador sino como simplemente otra manifestación del poder deshumanizante de la miseria y una puesta en evidencia del abismo entre clases de un país como México. En realidad, más que sobre la antropofagia es una película sobre la pobreza y el inframundo de las barriadas de D.F, una ciudad que se retrata oscura y decadente con sus policías corruptos, prostitutas vengadoras y bandas de niños ferales que le dan un ambiente casi post-apocalíptico. En medio de todo este caos y degradación, la presencia de una familia que mata para comerse a sus víctimas pasa a ser una simple rareza poco reseñable, como deja bien claro la primera escena en la que se muestra cómo pasa desapercibida la muerte del padre con una muy poco sutil carga de comentario sociológico.

Todas estas ideas están muy bien mostradas y son lo que probablemente llame más la atención de la película. El comentario social está plasmado de forma tan evidente que me pregunto hasta qué punto se habrá mantenido en el remake americano, aunque ya el trailer de este último augura una película muy distinta. El problema en este caso es que este discurso social predomina por encima de todo lo demás; la película se me hizo tremendamente aburrida y en ocasiones frustrante ya que deja abiertas muchas interrogantes acerca de la familia protagonista y está constantemente prometiendo cosas que nunca llegan. Como nota curiosa, eso sí, hay en esta cinta una evidente reverencia al fantástico mexicano con una clara alusión a Cronos (1993) de Guillermo del Toro, mediante la inclusión de un personaje de dicha película que vuelve a aparecer aquí, interpretado por el mismo actor y repitiendo prácticamente la misma escena, como para darnos a entender que ambas películas transcurren en el mismo universo. Un curioso y agradecido detalle para una película que es sin duda interesante, pero que puede terminar echando para atrás a más de un aficionado al terror de verdad.

domingo, noviembre 17, 2013

Reseña: Anatomie (2000)

Debido quizás a la presencia de su actriz protagonista, una Franka Potente en plena ascendencia, Anatomie (2000) fue una película muy exitosa en la historia del terror mainstream alemán. Otro elemento a su favor puede haber sido su cercanía temporal con Scream (1996) y todos sus productos derivados, de las que toma su estructura de thriller juvenil ambientado en un contexto universitario, con sus personajes arquetípicos y con la ventaja de mostrar una violencia un tanto más gráfica. Finalmente, hay que destacar a su favor el morbo por los cuerpos muertos diseccionados. Confieso que no la había visto, y aunque me acerqué a ella con las expectativas muy bajas ha terminado por sorprenderme y conseguir un par de momentos bastante memorables a pesar de su factura de producto en el fondo inofensivo.

De entrada una de las cosas más típicas que tiene es su recreación en el ambiente universitario, pero por fortuna este se encuentra reducido a apenas un puñado de personajes y en ningún momento se pierde de vista el que parece ser el eje central de la película: la mortal curiosidad de la protagonista por descubrir el verdadero motivo de la muerte de uno de los cadáveres de la morgue universitaria, un chico a quien ella llegó a conocer y al que una terrible casualidad ha puesto delante suyo en una clase de anatomía. De hecho la película no es más que un whodunit de manual en el que descubriremos al asesino entre los personajes que ya nos hemos encontrado previamente. Sin embargo, una de las cosas más curiosas que tiene, y que definitivamente la separan de otros trabajos similares tipo Scream es que aquí la revelación "sorpresa" acerca de la identidad del asesino no se deja para el final (como suele pasar por lo general) sino que ya es revelada desde más o menos la mitad de la película, con lo que al menos se ofrece algo de novedad al mostrarnos la historia desde el punto de vista del asesino y ahondar un poco en sus motivaciones más allá de la investigación de la protagonista.

Por desgracia la identidad de este asesino y las motivaciones de sus crímenes se sienten un poco tiradas por los pelos y vinculadas a un extraño subtexto de pseudo-cientificismo que echa mano del arquetipo de sectas y grupos herméticos que tantos clichés ha dado en el pasado. Decepciona un poco porque el tema está tratado desde una perspectiva un tanto risible. No puedo decir mucho más para no dar demasiados detalles, pero sí puedo adelantar que la manera como se muestra a estos personajes antagonistas parece un tanto ridícula y por momentos se asemeja a una parodia sin llegar completamente a serlo. Esto hace que se pasen de lado aspectos interesantes que la trama deja asomar, como la vinculación del argumento con el pasado nazi de Alemania y el conflicto que se palpa entre la generación que sirvió al Tercer Reich y sus hijos, quienes le recriminan su participación. Este tema, de una validez total en la Alemania actual, es algo por lo que la película pasa de puntillas y a lo que no termina dando ningún cierre.

Donde sí destaca por supuesto Anatomie es en su carga de violencia y en el efecto genuinamente perturbador del empleo artístico de cadáveres, algo que inevitablemente lleva a los trabajos del artista alemán Gunther von Hagens, quien no diseñó los cuerpos que se ven en la película pero que por supuesto sirvió como una de sus principales inspiraciones. Es una lástima que esta película no haya tenido una mayor proyección en otros países al otro lado del Atlántico durante el momento de su estreno, ya que hubiera sin duda aprovechado el tirón del horror juvenil de finales de los noventa. Hoy en día probablemente no pase de ser una simple curiosidad, pero en su momento llegó incluso a producir una secuela a la que me terminaré acercando tarde o temprano.

miércoles, noviembre 13, 2013

Reseña: Insidious 2 (2013)

Mi principal preocupación con Insidious 2 (2013) era su cercanía temporal con The Conjuring (2013), lo que podía llevar a una saturación de James Wan para este año y causar que esta secuela pasase desapercibida entre los estrenos de terror típicos de estas fechas. Por fortuna no fue así; esta segunda parte de la fabulosa Insidious (2010) ciertamente no está a la altura de la primera entrega, pero considerando lo alto del listón es una continuación muy digna que incluso se permite atar algunos cabos argumentales que su predecesora dejó sueltos.

Secuela en toda regla, Insidious 2 empieza exactamente donde la primera terminó. De hecho, casi podríamos decir que esta segunda parte no es sino un largo epílogo de hora y media de la anterior película, con la familia Lambert intentando recuperarse de su experiencia y escapando de su antigua casa para darse cuenta poco a poco que una presencia maligna les ha seguido. Se tocan los mismos puntos que se tocaban en la original en cuanto al fenómeno de la proyección astral, sólo que esta vez haciendo hincapié no en el niño comatoso de la primera parte sino en su padre, así como en el personaje de la anciana fantasmal que le acosaba durante su niñez. Algo que sorprende en esta ocasión es que la historia es mucho más concisa que en la primera entrega y sí que se siente como un tanto más convencional a la hora de rendirse al arquetipo tan manido de la maldición del presente vinculada a un crimen sin resolver del pasado, del cual por supuesto tendrán que encargarse los protagonistas.

De todas formas, y esto por fortuna es algo positivo, en esta película regresa ese estilo desmelenado de la primera parte con su curiosa estética que mezcla la sobria cámara fija del mundo real con las extravagancias visuales del "mundo de los muertos" al que nuestro personaje protagonista debe volver para enfrentar sus peores miedos. Wan incluso se permite momentos de locura adicionales, algunos de ellos muy típicos como la referencia al terror documental (en los personajes de Leigh Whannell y Angus Sampson, investigadores paranormales que aportan el lado cómico del argumento) pero también con otros realmente inusuales como un juego que hay con la continuidad temporal entre esta entrega y la primera, detalle que me ha gustado mucho.

Si os gustó la primera parte, dadle una oportunidad a Insidious 2. No llega a los niveles de la primera y muy probablemente sufra con las comparaciones con una obra mucho más redonda como The Conjuring, pero es una prueba más de cómo Wan y compañía conocen los referentes que manejan y aún así logran sacar adelante una historia propia que maneja la estética de horror de feria de una forma (para variar) eficiente. Esto último es lo que hace destacar algunas cosas de la película que quizás no sean del agrado de todo el mundo, tales como sus concesiones al humor, la grotesca caricatura de sus fantasmas (en algunos casos acompañados no sólo de maquillajes estrafalarios sino también de gloriosas sobreactuaciones) y sobre todo el marcado ángulo místico de la trama, detalle este que la hace sin duda más "fantástica" que la original. Esto probablemente explique el rechazo que parece haber despertado en algunos espectadores. En todo caso sigue siendo una excelente recomendación para este año que poco a poco se acaba.

domingo, noviembre 10, 2013

El regreso de Roger Corman... y una lista suicida

En estos tiempos en los que estamos desesperados por recuperar todo, era de extrañarse que no se hubiera hecho un mayor hincapié en el regreso de Roger Corman a la primera línea de batalla. A sus 87 años, y a casi cinco lustros de su despedida en Frankenstein desencadenado (1990) el incansable rey de la serie B se sienta de nuevo en la silla del director, y el proyecto elegido será un telefilme para la cadena americana Syfy: Sharktopus vs Mermantula (2014). 

Llegados a este punto hay informaciones contradictorias: por un lado, el enlace de donde he sacado la ya vieja noticia no menciona a Roger Corman como director sino únicamente como productor de este subproducto (de los cuales ya ha producido varios para SyFy, incluyendo la propia Sharktopus (2010), no olvidemos). Sin embargo, la propia web de IMDB de Corman sí que lo pone como director, así que no sé qué pensar.

Lo que sí está claro es que esta "noticia" me da a excusa perfecta para el post de hoy, y que no es otra que invitaros a todos a que sigáis esta lista de mi perfil de Letterboxd, en el que estaré lanzando breves comentarios sobre toda la filmografía como director de Roger Corman. Habrá que tener paciencia, puesto que estamos hablando de más de cincuenta títulos, pero el formato hiper-breve de Letterboxd se prestará maravilliosamente a ello. Para no agobiarnos, he decidido comenzar por las primeras veintidós, que fueron aquellas rodadas en los cincuenta. De más está decir que el hombre que encabeza estas líneas no se dedicó en exclusiva al género de terror, a pesar de que en su filmografía sí que podemos encontrar elementos comunes. 

Aquí en Horas de oscuridad ya hemos reseñado algunas de las joyas que Corman nos ha dejado, tanto en su faceta de director como de productor. Esperemos que podamos terminar con esta lista antes de que último trabajo llegue a la pantalla. Personalmente, nunca me han gustado esas producciones de Syfy o The Asylum porque soy de los que piensan que las mejores películas "malas" (estiro aquí el término) son aquellas que no saben que lo son. De todas formas, toda excusa es buena para volver a revisar la obra de alguien que nos ha hecho tan felices.