Desde ya uno de los grandes estrenos de terror de este año, The Conjuring (2013) gustará sobre todo a aquellos que hayan gustado de su prima hermana, Insidious (2011). A pesar de no ser tan desquiciada como aquella, las semejanzas de estilo son obvias al tratarse también de una película del director James Wan, quien por primera vez trabaja sin su guionista habitual, Leigh Waghnel, lo que en cierto modo deja entrever que estamos ante un trabajo de encargo. Aún así, Wan hace suya esta historia enlazándola perfectamente con su éxito anterior, dando como resultado una excelente película de horror sobrenatural que desde ya establece el estándar del cine de casas embrujadas de esta década tal como en el pasado hicieron cintas como La leyenda de la casa del infierno (1973), Al final de la escalera (1980) o Poltergeist (1982). La comparación no es gratuita ni exagerada: es así de buena.
La película tiene un argumento y una estructura que todos conocemos ya muy bien: familia se muda a una casa en la que empiezan a ocurrir extraños hechos paranormales hasta que deciden contratar la ayuda de expertos en el tema, en este caso el matrimonio Warren, que tienen ya un historial largo de encuentros con lo sobrenatural. Tengo que decir que de entrada no tenía grandes expectativas, no sólo porque el trailer parecía el de una película bastante convencional sino porque el truco de "basado en hechos reales" normalmente no es más que una vulgar estrategia comercial muy alejada de la realidad. Mi sorpresa en este caso aumentó porque resulta que los Warren realmente existieron y el caso que se muestra en la película está entre sus más famosos, recogidos en el libro The Demonologist, de Gerald Brittle, el cual pienso revisar en cuanto sea posible. Otro punto interesante de The Conjuring y que la aleja de otras entradas similares en este subgénero es que la trama dedica tiempo a los Warren como personajes ya desde el principio, con un espectacular prólogo que hace referencia a otro caso y que deja claro desde el principio que esta película va en serio.
Esto último es probablemente lo más destacable, y el motivo por el cual James Wan me gusta cada vez más como director: en un género cada vez más marcado por el cinismo, en el que ni siquiera los directores independientes creen que se pueda meter miedo en el público, una película que aborde el tema del terror sobrenatural sin ironía alguna es un motivo de celebración. Como decíamos arriba, la trama es algo que hemos visto muchas veces ya, pero aquí la diferencia es que se hace bien. Si algo hemos aprendido de James Wan es su amor y su conocimiento sobre la tradición de casas encantadas, fantasmas y demonios que hemos visto en Dead Silence (2007) o en la ya mencionada Insidious, de la cual prepara una segunda parte también este año. En este sentido hay que resaltar también los grandes aciertos de casting como Patrick Wilson y Vera Farmiga (espectaculares como los Warren) y una muy sufrida Lily Taylor que repite en gran medida su personaje de aquel terrible remake de The Haunting (1999).
Realmente no hay mucho más que pueda decir salvo que el entusiasmo y las buenas críticas que ha recibido The Conjuring están más que justificadas; no estamos aquí ante una genérica pieza sobrenatural ni ante un "homenaje" superficial a género alguno, sino ante una película de fantasmas de verdad que recupera una forma de hacer cine de miedo sin presentar justificaciones ni recurrir al guiño cómplice. En este sentido se hace similar a la película The House of the Devil (2009), de Ti West. Muy recomendable sin duda, y una razón más para no perder de vista a James Wan. Me entero ahora que tras la segunda parte de Insidious su próximo proyecto es la séptima entrega de The Fast and the Furious, lo cual puede hacer que me estalle la cabeza.
Wan lleva una buena carrera con el género de fantasmas. Insidious me gustó, ví Dead Silence para hacer tiempo mientras llegaba The Conjuring, con buenos resultados también, y ahora esta versión de un caso de los Warren también le ha quedado bastante redonda. Algo que no imaginaba, teniendo en cuenta el carácter involuntariamente cómico de los investigadores paranormales que inspiran la película.
ResponderEliminarCon esta película me pasó lo mismo que con insidious, la primera parte está llevada con absoluta maestría, pero a mitad de la película (en ambas con la llegada de los especialistas)el ritmo y la atmósfera se rompe.Ese desamparo ante lo sobrenatural es preferible a la casa llena de cámaras y micrófonos que de algun modo domestican el horror. Insidious tiene una mejor villana, esa vieja tenebrosa, pero un peor tramo final. esta es mas pareja, aunque igualmente decae. el prólogo con la muñeca es muy bueno.
ResponderEliminarMenos estrafalaria, más inteligente y, sin embargo, inferior a Insidious.
ResponderEliminar¡Estoy gratamente sorprendida! La vi sin muchas expectativas y me encantó. Es sobria con sustos puntuales, buenas actuaciones y excelente ambientación. Terror a la vieja escuela sin abusar de los efectos especiales ni finales sin sentido. Excelente blog. Saludos desde México
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