A pesar de que la información sobre ella no era lo que se dice abundante, Burning Bright (2010) es una película que tenía muchas ganas de ver, cosa nada fácil ya que pasó en su momento bastante desapercibida e incluso creo que no llegó a tener un estreno en cines. Los comentarios que sobre ella surgieron siempre hacían resaltar su por otro lado curiosa premisa de hombre vs naturaleza, encarnada en esta ocasión en la hazaña de una joven encerrada junto con su hermano autista en una enorme casa en la que se ha colado un tigre. Hay que decir en su defensa que la película hace un esfuerzo bastante loable en mostrar cómo se llega a tal situación introduciendo una subtrama de intriga familiar y una (excesivamente) elaborada tentativa de asesinato, lo que evidencia la voluntad detrás de una cinta que por desgracia se queda en puras intenciones.
Lo curioso en todo caso de Burning Bright es que su premisa ofrece más que el evidente atractivo de chica contra tigre, por mucho que ya sea un aliciente la presencia de la bellísima Briana Evigan, a quien probablemente recordaréis como la protagonista de Sorority Row (2009). Aparte del ya predecible juego de cazador y presa la película deja entrever por breves momentos una en principio interesante diatriba moral que pesa sobre los hombros de la protagonista, tentada en todo momento a abandonar a un hermano pequeño que, de forma fría y objetiva, se presenta constantemente como un estorbo. Este detalle quizás sea lo único realmente destacable de un argumento bastante plano y monótono que para colmo comienza con un prólogo (protagonizado por Meat Loaf) en el que se nos intenta vender la idea de la supuesta "maldad" del tigre con unos diálogos tan exagerados que sólo pueden mover a la risa.
Tan terrible descripción del animal se queda finalmente en nada puesto que tras la única escena realmente escalofriante (un peligroso encuentro en el lavandero de la casa) el resto de la película es bastante aburrido y convencional, encima de en ocasiones inverosímil porque pareciera que el tigre conociese la casa mejor que los propios protagonistas. Se agradece que al menos el animal haya sido de verdad y no una creación informática, ya que en general los efectos especiales son bastante sobresalientes para una producción de estas características, por mucho que en ocasiones se note bastante que el inmenso felino es una superposición de imágenes.
Así que en caso de que os hayáis quedado intrigados en su momento con la premisa, hay que saber que Burning Bright califica como un entretenimiento pasable que queda muy por debajo de sus posibilidades. Incluso con una duración de menos de hora y media, la película se hace larga en ocasiones y queda muy por debajo de otros muchos (demasiados) ejemplos de animales feroces acosando a humanos indefensos, un subgénero que nos ha dado en el pasado grandes joyas entre las cuales esta definitivamente no creo que tenga un lugar.
Y por cierto, a los fans de Blake no les ha de hacer nada de gracia el título.
ResponderEliminarSr. Lobo, hace mucho tiempo que leo con intenso gusto su blog y es la primera vez que escribo. Muy de acuerdo con su comentario, en mi opinión la película pasa por uno sin modificar nada. Esperaba más de ella, considerando la premisa y los generosas reseñas que leí.
ResponderEliminarSaludos desde Argentina,
Conde Alucard