En esta nueva entrega de breves reseñas dedicadas a ejemplos de terror en el mundo televisivo nos toca echar un vistazo a The Kingdom (1994 - 1997), serie escrita y producida por el director Lars Von Trier para la televisión danesa, pero que ha conseguido también una gran popularidad fuera de su país de origen. Incluso si no tuviéramos en cuenta el nombre de su creador a la hora de acercanos a ella, la verdad es que es una serie poco convencional, muy a pesar de su cotidiano primer episodio.
De hecho, el primer capítulo parece poco más que otra serie de médicos, situada en un antiguo hospital danés construído sobre un pantano y con un argumento armado en torno a la vida cotidiana de los doctores, pacientes y empleados del lugar. Este primer episodio, sabiamente, se toma las cosas con calma y nos presenta a personajes muy interesantes, desde una anciana hipocondríaca capaz de comunicarse con las almas en pena, un médico rebelde, el atolondrado y bienintencionado jefe del hospital y el que sin duda es el personaje más atractivo de todos, un rastrero cirujano sueco condenado a trabajar en un hospital y un país que detesta y que termina cada episodio gritando "¡Escoria danesa!". El tratamiento que Von Trier da a estos personajes es muy interesante, alternando entre el horror, el humor y las situaciones francamente absurdas que nos hacen dudar si dicho hospital está situado en los límites de nuestra realidad. El mismo Von Trier aparece al final de cada capítulo vestido de gala, frente a un telón, para dirigirse a la audiencia e invitarle a reflexionar sobre aquello que ha visto.
En realidad hablamos aquí de dos miniseries de cuatro capítulos cada una; la primera fue estrenada en 1994, y ante el éxito obtenido Lars Von Trier realizó una segunda tanda de episodios en 1997. Los capítulos (que oscilan entre los sesenta y los ochenta minutos de duración) no son autoconclusivos, sino que deben ser vistos en orden para entender de qué va todo. Eso sí, el argumento podría haber seguido durante años; son tantos los personajes, tantas las diferentes historias que contar y tantos los recovecos y lugares que tiene el hospital que fácilmente se podría construir una extensa mitología sin nada que envidiar a series como Perdidos. Como ya mencionábamos arriba, el primer capítulo está anclado en la realidad, pero a partir del segundo los elementos fantásticos de la serie van en un continuo crescendo que prepara al espectador para situaciones insólitas como el personaje de Udo Kier (enorme aunque dudo mucho que esa sea su auténtica voz) o el misterio de la corriente de aire caliente que impide a los aviones volar sobre el hospital, a lo que hay que añadir fantasmas, sueños proféticos, exorcismos, demonios y zombis (en su variante vudú). Esto hace que pasemos por alto elementos meramente localistas que quizás estén fuera del alcance de la mayoría de los espectadores, como los problemas del sistema de salud de Dinamarca o la rivalidad con su vecina Suecia, tópicos en los que por suerte la serie no se extiende mucho. La verdad es que el universo de The Kingdom es muy rico y había mucho de donde sacar, innumerables historias que podría haber salido del corazón de esta obra.
Siempre que leo comentarios acerca de esta serie inevitablemente surge la comparación con Twin Peaks (1990 - 1991), de David Lynch, y la verdad es que dicho símil es bastante pertinente; ambas, aparte de contar con el nombre de un reconocido autor cinematográfico, tienen una tendencia hacia lo grotesco y lo absurdo que las aleja de los predios de una narrativa común y corriente. Por desgracia, ambas también comparten la mala fortuna de haber quedado en su momento incompletas; el final de la segunda temporada de The Kingdom queda incluso más abierto que el de la primera, con un mayor número de interrogantes y subtramas sin resolver. Se sabe que durante un tiempo Lars Von Trier y sus productores estuvieron trabajando en una tercera y última temporada que nunca llegó a estrenarse, algo que difícilmente podría ocurrir ahora dado no sólo el tiempo transcurrido desde el final de la serie, sino también por la muerte de varios de sus actores protagonistas como Kirsten Rolffes (la anciana psíquica) o Ernst-Hugo Järegård (el cirujano sueco).
Como sin duda todos sabréis, existe una versión americana de esta serie titulada Kingdom Hospital (2004), que fue escrita por Stephen King y de la que hablaremos en otra ocasión. Aparentemente, se dice que Lars Von Trier y su equipo dieron a King el guión de la nunca realizada tercera tanda de su serie, pero hasta la fecha se desconoce cuanto de dicho material llegaron a utilizar en la versión americana, si es que usaron algo. Con todo y eso, independientemente de la opinión que tengáis sobre Lars Von Tier y su obra, The Kingdom es una serie a la que hay que acercarse, mucho más teniendo en cuenta que precede a esta reciente edad dorada que está viviendo la ficción televisiva. Muy recomendable.
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