El recuerdo de su antecesora era tan terrible que me siento obligado a reconocer que Species 4: El despertar (2007), hasta la fecha última entrega de la saga, tiene al menos el acierto de ser considerablemente más corta que la secuela anterior y tener un argumento mucho menos enrevesado que no hace mención ni referencia alguna a la tercera parte, como si esta nunca hubiera ocurrido. De hecho, se trata de una película desvinculada por compleo de las entregas anteriores, construída esta vez alrededor de la figura de una nueva híbrido alienígena llamada Miranda (la modelo/actriz sueca Helena Mattson) y cuya principal novedad es que, en esta ocasión, la chica protagonista no sabe que es una extraterrestre. Una vez que se entera (de la peor manera posible) que en realidad el hombre que ella siempre había tomado por su tío es en realidad su creador, ambos emprenden un viaje a México para encontrar al único hombre que puede ayudarle a curar sus malogrados genes humanos, que parecen estar matándola poco a poco.
Debí suponer que algo andaba mal cuando vi que el papel del científico protagonista era interpretado por Ben Cross, un actor que suele hacer casi siempre de villano rastrero y que aquí se supone es el héroe de la historia. Como personaje ciertamente no resulta muy heróico que digamos, ya que toda la premisa de la película parte de decisiones morales bastante cuestionables. Paradójicamente, a pesar de que no quedan dudas de que esta entrega es la más modesta de las cuatro en cuanto a medios, ha perdido por completo la desvergüenza serie B de las anteriores (sobre todo las primeras dos), por lo que pretensiones y resultados se anulan en secuencias claramente bochornosas; el tono de seriedad y oscuridad que la película ostenta se pierde en medio de largas lenguas retráctiles, un bochornoso uso de CGI, monjas voladoras y la visión de un flemático Ben Cross bailando una cumbia cubana.
Como en Species 3 (2004), esta vez también hay una alienígena malvada, que en un evidente alarde de exotismo es interpretada por Marlene Favela, una famosa actriz mejicana de telenovelas quien, muy previsiblemente, resulta mucho más atractiva que la sosa rubia protagonista. Los despelotes de las dos chicas son un poco más pronunciados que en la anterior secuela, pero el auténtico subtexto erótico de las dos primeras películas está completamente desperdiciado. La Favela (que más bien parece una femme fatale asistente de un supervillano) es todo un placer para los ojos pero poco más, ya que no sólo su personaje resulta ridículo y confuso en cuanto a sus intenciones, sino que encima escucharla hablar es una experiencia bastante penosa (imprescindible la versión original para captar el horror). Aunque siendo justos, la verdad es que la mayor parte de sus diálogos hubiesen sido imposibles de recitar con naturalidad.
El clímax final, previsiblemente una confrontación entre los dos monstruos, es bastante pobre y caótico, ya que las dos alienígenas pasan de buena a mala sin ningún tipo de criterio, limitándose sólo a darse mamporros mientras Ben Cross intenta sobrevivir de la mejor manera posible. Está claro entonces que todo el argumento anterior ha sido simplemente una excusa para tener esta escena de lucha en particular, lo que la hace aún más decepcionante. Y sí, esta es una de esas películas en las que al final hay una gran explosión. Es también la única de las cuatro entregas de la saga que no deja el final abierto para una secuela, lo cual sumado a su escasa notoriedad, pareciera indicar que esta serie de rubias extraterrestres parece haber llegado a su fin. Sin embargo, nunca se sabe, principalmente porque al estar ya a quince años del estreno de la primera parte, algo me dice que en unos cuantos años a lo sumo nos podrían sorprender con un remake de esos que salen de la nada.
Joder... No sabía ni que había Species 4. Y sí, mejor que se deje la saga cerrada ya. Hay cosas que tienen que terminar cuando llegan a un grado de degradación horrendo.
ResponderEliminarOye... ¿Qué te parece a ti el Drácula de Franco, controvertido como pocos?
Hoy lo he comentado y me gustaría tu opi :D
yo tambien desconocia la existencia de este bodrio. Hay que echarle narices para verla y extraer una crítica. Yo sería incapaz de invertir ni cinco minutos. = )
ResponderEliminarEs muy curiosa la forma cómo esta saga parece despertar en mucha gente una animosidad especial (e irracional) que no producen otros ejemplos mucho peores. Definitivamente es un caso digno de estudio.
ResponderEliminarYo no me trago, desde la primera, que estas películas sean siquiera dignas de ver. A lo mejor y por error caiga en tus manos o bien, como en mi caso, caigas en el error de ir a verla al cine... y decepcionarte. Pero de ahí a tener la ocurrencia de ver sus secuelas se me hace una pérdida de tiempo.
ResponderEliminarEn realidad no puedo debatir con usted Don Lobo, como con la 2 y la 3, que a pesar de todo ( y no del todo debo admitir)me tomé el tiempo de verlas. Por esto, prometo darle una oportunidad a ésta sólo para confirmarme, y hacer mis comentarios de POR QUÉ NO DEBERÍA VERSE, que es una basura.
De entrada la protagonista (una muy buena vieja, que NO actriz), es una hermosa mujer con aspiraciones a poder llorar, sin que se vea falso y fallar en el intento, en las novelas horario estelar de Televisa. Me pregunto cómo diablos hizo para colarse en el reparto y peor aún ser la "monstruo" principal... aunque también me respondo que dado la calidad de esta chafamovie era de esperarse algo así.
En fin, la veré y postearé algo con bases.
Un saludo.