Los guionistas Marcus Dunstan y Patrick Melton han tenido la suerte de ver cómo su primera película, Feast (2005), se ha convertido en la más famosa de todas las ganadoras de Project Greenlight, el reality producido entre otros por Matt Damon y Ben Affleck y destinado al descubrimiento de nuevos cineastas. Es una suerte principalmente para nosotros, ya que esta película supera con facilidad las circunstancias meramente anecdóticas de su nacimiento y se convierte en una monster movie en toda regla que reverencia todas y cada una de las constantes de dicho género. Al carecer de cualquier atisbo de originalidad, la cinta parodia y a la vez reinvindica todas aquellas historias de personajes sitiados por una horda de monstruos, enlazando gloriosamente con otras disfrutables muestras similares como Demon Knight (1994) y Abierto hasta el amanecer (1996).
El planteamiento es exactamente el mismo de siempre: un grupo de desconocidos atrincherados en un lugar (en este caso un bar en medio del desierto) plantan cara a un grupo de monstruos con apetencia por la carne humana (para comérsela y, en ocasiones, follársela). El origen de las criaturas, sin embargo, jamás es explicado, no sabemos absolutamente nada de ellas ni de sus costumbres (por ejemplo, la de llevar encima la piel de animales muertos) pero este desconocimiento no daña en nada nuestra apreciación de una película que, además, no tiene ningún inconveniente en reírse abiertamente de sí misma. Este hecho se evidencia en graciosos recursos como el de presentar a cada personaje definiendo su estereotipo y sus esperanzas de vida para luego pervertir esas reglas y jugar con las expectativas del público. Todo esto se ha hecho antes, ciertamente, pero pocas veces con tanta gracia.
Se sabe que, para poder conseguir la calificación R en su país de origen, Feast fue sometida a un número considerable de cortes, pero aún así, sigue siendo más que generosa en violencia y desmembramientos varios, aunque debido al lado evidentemente cómico de la propuesta, dichos momentos gore están presentados en forma de caricatura. Asimismo, la cutrez técnica de los monstruos está resuelta a través del recurso de mostrarlos con poca luz y dotar a sus apariciones de un montaje y juego de cámara frenético que, por desgracia, muchas veces no deja seguir bien la acción. Lo bueno, sin embargo, es que su director, John Gulager, sabe sobreponerse a esto muy bien transmitiendo la amenaza que representan las criaturas e incluso dando a cada personaje un final adecuado que se hace bastante memorable. Estos personajes cumplen perfectamente con sus ya mencionados estereotipos y nos ofrecen la ya acostumbrada galería de tipos duros y chicas guapas como la espectacular Krista Allen, quien comenzó su carrera como actriz en telefilmes eróticos de la saga Emmanuelle a mediados de los noventa y que muestra aquí uno de sus mejores trabajos más allá de sus innegables dotes físicas. Su presencia me hace perdonar detalles menos halagadores como lo poco aprovechado que está Henry Rollins, genial en su papel de gurú motivacional pero que no tiene mucha participación.
El éxito de Feast generaría dos secuelas más que sólo vieron la luz en formato doméstico. Aún no he tenido la oportunidad de verlas pero caerán por aquí sin duda. Esta primera, sin embargo, es absolutamente recomendable no sólo para los que ya son fanáticos de este tipo de películas sino también para todos los escépticos que busquen una gran película de monstruos llena de energía y respeto por sus congéneres.
Me recordó a la casquería de "Abierto hasta el Amanecer" y a la reciente "Splinter" (aunque tiene escenas algo desagradables, la historia y la tensión la hacen muy entretenida). Sin emabargo, los trailers de Feast 2 y 3 no sé, no me han llamado tanto para continuar la saga. Un saludo!
ResponderEliminarA bajarla.
ResponderEliminarPD: Gran reseña de La sombra del vampiro. Ya he vuelto de Irlanda y tengo más tiempo y la leí. Y que peli.
ResponderEliminarRecuerdo que Feast la ví en cines en USA, pero en el 2006, que fue cuando la estrenaron al público (en salas limitadas).
ResponderEliminarTengo un grato recuerdo de ella. Además, por aquel entonces tenía muy reciente Alias y uno de sus actores (Balthazar Getty).
Hola, Feast es una muy buena película de serie B, pero Feast 2 y 3 son dos medias películas (algo así como Matrix 2 y 3) con algunos gags divertidos pero completamente absurdas, con un guión de pena.
ResponderEliminarMi recomendación es que si aguantas la segunda sigas con la tercera, la cual es la paor sin lugar a dudas, saludos.
Feast es una deliciosa gamberrada. Las segunda y tercera, una tomadura de pelo.
ResponderEliminarCoincido con algunos de los comentarios. Feast es una grandísima recuperación del mejor espíritu de la serie B norteamericana. Una gozada.
ResponderEliminarEn Feast 2 y Feast 3 Gulager se empeña en recordarnos que todo es una tomadura de pelo y lleva la saga hacia el más radical de los absurdos. Personalmente con Feast 2 pasé un rato agradable (aunque muy lejos de lo experimentado en Feast).
Feast 3 me cansó, me agotó.
saludos