El año pasado los directores Quentin Tarantino y Robert Rodríguez lanzaron uno de sus proyectos más publicitados hasta la fecha, una sesión doble llamada Grindhouse en los que emulaban los éxitos de serie B que más les habían influenciado bajo la forma de una película que en realidad eran dos. Sin embargo, ambos directores ya habían hecho lo mismo más de una década antes con Abierto hasta el amanecer (1996), aunque en menor medida.
Repetirlo a estas alturas es un necesario topicazo: Abierto hasta el amanecer son en realidad dos películas: la primera, en la que se narra la huída de la Ley de los hermanos Gecko hasta el momento en el que secuestran una caravana donde viaja una familia, tiene el indudable sello de Tarantino, desde la presencia de Harvey Keitel en el rol de un pastor protestante que ha perdido la Fe hasta los largos diálogos sobre (aparentes) nimiedades. Es cierto que hay secuencias típicas de Robert Rodríguez en el caricaturesco tiroteo de la primera escena, pero en general esta primera película es de QT. La segunda parte, eso sí, donde los maleantes y la familia son sitiados en un perdido bar de carretera por una horda de vampiros, es una cinta completamente distinta en la que Robert Rodríguez deja salir todo su rocambolesco estilo de rodar escenas de acción encadenadas gracias a momentos de humor y a exageraciones varias.
Destripar las dos películas por separado es una invitación demasiado tentadora como para evitarla: la primera parte es sin duda la mejor, principalmente por George Clooney, quien para entonces no era muy conocido más allá de la serie Urgencias y a quien ciertamente nadie imaginaba como un héroe de acción. Suyas son algunas de las mejores líneas de diálogo y su presencia por sí sola ya lo anticipaba como estrella. Solamente la primera secuencia, la del tiroteo en la estación de gasolina, es de antología y pone la cinta muy alto.
La segunda parte, la de los vampiros, ya no me parece tan interesante más allá de imponentes secundarios como pueden ser Tom Savini (¡Sex Machine!) y Fred Williamson, además de una Salma Hayek que nunca ha estado tan sexy como en esta película. Todo lo demás no se me antoja demasiado destacable: la ambientación romeriana del estado de sitio está muy vista, e incluso los toques de humor presentes ya se habían hecho de forma similar (lo de las pistolas y globos llenos de agua bendita ya se había hecho en Night of the Demons 2 (1994), parte de una saga con la que esta película guarda varias semejanzas). Para colmo, el personaje de George Clooney, que tanto molaba en la primera parte, aquí está casi completamente olvidado y convertido en un héroe débil que pasa más tiempo huyendo que cualquier otra cosa. Ni hablar del personaje de Juliette Lewis, que pasa por cinco o seis personalidades diferentes a lo largo de la película. El único que realmente se mantiene arriba es Harvey Keitel, simplemente inmenso en su papel de recien-descubierto cazador de vampiros.
Con todo y esto, Abierto hasta el amanecer sigue siendo hasta la fecha un semi-clásico, aunque dichas razones se me escapen. Fans incondicionales de los dos directores responsables de su creación no necesitarán discutir sus evidentes virtudes, pero quizás (sólo quizás) el gamberrismo vampírico se me haga a mí mucho más apetecible en casos que hemos discutido aquí con anterioridad.
Bueno, esta película la tengo desde hace unos meses, y todavía no la había visto, así que será mi próxima. La verdad es que cualquier película de Rodríguez & Tarantino es bienvenida, y espero que cumpla con diálogos parcidos a los de Pulp Fiction... que grande
ResponderEliminarEs una joya. Sin duda es de mis peliculas favoritas. Aunque no es la mejor, ni de Tarantino ni de Rodriguez.
ResponderEliminarSaludos, has sido agregado a la lista de blogs amigos de The Redrum Blog.
¡Saludos!
Para mí es un clásico. Divertida como pocas. Lo mejor de todo es que al contar con el triunvirato Rodríguez/Tarantino/Clooney pude verla en una sala de cine. Si la misma película hubiera sido firmada por gente anónima, seguramente no la hubiera visto en un cine.
ResponderEliminarEn mi opinión, lo mejor de Robert Rodríguez (sin embargo, Tarantino ha hecho cosas mejores: Reservoir Dogs y Pulp Fiction)
Saludos
Um, si tuviera que definir la ambientacion de "Abierto hasta el amanecer", me quedaria antes con "carpenteriana" que con "romeriana"... y es que la sombra de Carpenter que habia sido muuuuy sutil en El Mariachi y Desperado se afianza en esta pelicula y alcanza su cenit en "The Faculty", una POM con todas las letras que se revindica con poquisima frecuencia.
ResponderEliminarPor cierto, la "gracia" de los condones de agua bendita tiene que ver mas con la perversion de los simbolos (o nada es lo que parece, como en la propia pelicula), un tema que se ha desarrollado de manera recurrente (aunque tangencial) en la filmografia de Rodriguez
- un clásico contemporáneo, y me gusta por igual las dos partes, de hecho quede con ganas de saber que pasa con el personaje de Clooney, porque las dos secuelas son muy flojas...
ResponderEliminarsaludos
pue sí, la segunda mitad como que le doy un poco al avance...
ResponderEliminarpero no perderse los diálogos finales.
Nunca he comprendido del todo a la gente que piensa que Abierto Hasta el Amanecer es una auténtica chapuza.
ResponderEliminarDebe ser una de las pocas películas que puedo ver una y otra vez disfrutándola siempre. Yo también me quedo con la primera parte, desde luego, pero la exagerada segunda parte hace que todo se convierta en una surrealista ida de olla y al final me parece un conjunto simpático. Un clásico.
R.
Pues a mi me ha perdido mucho con los años. La primera vez que la vi, hace más de una década(glups), me pareció espectacular, pero ahora la encuentro divertida y poco más. Muy interesante el personaje de Clooney, que aunque sabe que su hermano es un psicopata, intenta intenta cuidarlo como hermano mayor que es.
ResponderEliminarA mi me gusto mucho la primera vez que la vi, hace mucho tiempo ... sin embargo estoy de acuerdo con tu puntuación, a veces no es tan interesnate.
ResponderEliminarRichard Roundtree no trabaja en esta pelicula, si lo hace Fred Williamson, que nunca fue Shaft. Saludos
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