El 2010 pasó sin que pudiésemos ver en España el estreno de Piraña 3D (2010), pero al menos mi diferente ubicación geográfica me permitió acercarme a ella en condiciones y comprobar en carne propia los motivos por los cuales este tercer remake americano de Alexandra Aja era uno de los más esperados del año. Lo cierto es que con todo y mi reticencia ante el hecho de que este director se haya inclinado por tercera vez consecutiva a revolver la memoria cinéfila del género de terror, debo reconocer que ha conseguido sorprenderme; Aja ha logrado con su revisión de la cinta de Joe Dante de 1978 una película muy diferente a la que me esperaba de él, completamente alejada del explícito mensaje político de Las colinas tienen ojos (2006) o la medianía cansina de Mirrors (2008). Por el contrario, esta versión en tres dimensiones de la horda de pirañas asesinas es (nunca mejor dicho) una auténtica película chorra y un divertimento bastante sincero que no puede engañar a nadie.
La pregunta que surge siempre es qué tanto parecido tiene este remake con el original, y en ese sentido se aprecia por lo menos cierta voluntad de un necesario distanciamiento, puesto que las dos películas terminan siendo muy diferentes. Únicamente la estructura del relato es la misma: las pirañas se liberan y nadan río abajo hasta un enorme festejo turístico donde harán su agosto en las desnudas carnes de los concurrentes. Todo lo demás, sin embargo, cambia; aparte de seguir un espíritu más juvenil en cuanto al argumento y los protagonistas, el origen de las pirañas (esta vez una especie prehistórica liberada tras un terremoto submarino) despoja a la trama del contenido abiertamente político de la cinta de Dante. Asimismo esta vez, y debido ciertamente a un mayor presupuesto y a una mucho más avanzada tecnología, hay un regodeo mucho mayor en los voraces peces carnívoros, auténticos protagonistas de la cinta que alcanzan momentos de una ferocidad inusitada, aunque hay que decir que la imagen que adorna esta reseña está tomada del trailer y no aparece en la película final. De todas maneras, este protagonismo de las pirañas está reñido con la gran cantidad de cuerpos femeninos que la película ostenta y que la convierten en una cinta de explotación genuina y una película de terror de verano (nunca mejor dicho). El desfile y exposición de chicas de la cinta de Aja es descomunal, incluyendo cameos de auténticos pivones como Kelly Brook o las porno-stars Riley Steele, Ashlynn Brooke y Gianna Michaels siendo correspondientemente desmembradas.
Es en este último apartado cuando la película de Alexandre Aja va más allá de la de Dante, puesto que Piraña 3D es sin duda mucho más violenta y sangrienta que la original, sobre todo en ese tramo final del ataque de las pirañas donde el francés encuentra mil formas diferentes de descuartizar seres humanos ante la cámara. Por fortuna lo hace sin renunciar al humor que hacía de la original una película tan disfrutable, permitiendo así que su versión sea todo lo sangrienta que quiera sin jamás llegar a ser desagradable. Gran parte de este humor también está apoyado por el trabajo de un elenco acertado que incluye a Christopher Lloyd como un extravagante científico (again), una Elisabeth Shue cachas y Jerry O'Connell haciendo de un lascivo presentador que resulta un evidentísimo doble paródico de Joe Francis, presentador de la famosa serie de vídeos de Girls Gone Wild.
Todos estos aciertos se ven ligeramente afectados por la decepción que supone, eso sí, el uso del 3D. Hay que decir en primer lugar que en el caso de esta película estamos hablando de un falso 3D (es decir, agregado en post producción), por mucho que la cinta haya sido planeada desde un principio para incluir este efecto. Aparte de momentos muy puntuales como la gloriosa secuencia de las "sirenas", lo cierto es que el 3D de esta película es perfectamente prescindible y poco impresionante si se le compara con otras cintas de terror recientes que han sabido aprovechar mucho mejor el formato, tales como My Bloody Valentine (2009) o Destino final 4 (2009). Así que si sólo conseguís verla en dos dimensiones tampoco os perderéis mucho. Pero este detalle aparte, lo cierto es que Aja ha conseguido realizar una película muy divertida (sobre todo en su tramo final) que fácilmente califica como una de las más destacables del 2010 con todo y su aparente ligereza. Personalmente sigo prefiriendo la de Joe Dante, que me parece una cinta mucho más redonda con un planteamiento mucho más interesante que va más allá del evidente plagio de Tiburón (1975), pero al menos Piraña 3D es un homenaje bastante correcto y una de las cintas de terror más disfrutables del año que recién ha pasado.
Me gustó, por supuesto que la de Dante es mejor, y no por eso esta es peor, nunca mejor dicho al escribir que es un remake divertido y fresco.
ResponderEliminarYo agregaría, además, que hay una muerte, que obvio no voy revelar, que me ha parecido de lo más bizarra que he visto.
Saludos.
Tengo pendiente aún la de Dante y, si bien coincido que no hay comentarió político en esta versión de Aja, percibí algo de crítica social. Me refiero al regodeo de frivolidad que se ve al principo de la cinta (llevado hasta lo insoportable) que es literalmente destrozado por estas "justicieras" alimañas primitivas.
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