Otra grata sorpresa que nos llevamos el año pasado, Honeymoon (2014) es otra muestra de que la mayoría de las propuestas más interesantes del cine de terror están llegando de fuentes ajenas al circuito mainstream. Partiendo de unas ideas muy básicas y un escenario ya visto antes (una pareja joven que pasa su luna de miel en una apartada cabaña en el bosque), la directora Leigh Janiak consigue un relato de miedo con una premisa fantástica pero tratada de una forma muy realista que la hace tremendamente cercana incluso a costa de ir en contra de lo que normalmente solemos encontrar en este género.
Sabiendo esto, la trama es muy sencilla y se toma su tiempo con los personajes. Gran parte de la cinta, de hecho, se va en establecer la relación entre Bea y Paul, con sus cursilerías, sus anécdotas, sus chistes privados y todos los detalles de su cotidianidad. Estos elementos, sin embargo, no están allí de relleno sino que serán vitales una vez que se da el giro de terror: una noche, Bea parece tener un episodio de sonambulismo tras el cual su comportamiento cambia de forma repentina hasta el punto que su marido comienza a albergar dudas acerca de la persona que está a su lado. Lo más curioso de todo es que casi la totalidad de la trama muestra únicamente los dos actores y un único y gigantesco escenario del solitario bosque donde una misteriosa presencia parece rondar a los protagonistas.
Estos detalles que en principio parecen opuestos a lo que una historia de terror debe ser son sin embargo lo mejor que tiene: en realidad, más que buscar la complicidad con el espectador avisado de que está viendo "una de miedo", la película proyecta una luz un tanto incómoda sobre la degradación (vertiginosa esta vez) de la vida en pareja y cómo la convivencia cercana termina aflorando el reverso siniestro de aquellos que amamos, en este caso además simbolizado en un creciente sentimiento de paranoia y una transformación física que presagia un terrible, inevitable y violento desenlace. Todo esto es importante porque en muchos sentidos, Honeymoon es muy parecida a lo que sería una hipotética versión explícita de Anticristo (2009), de Lars von Trier, quizás más inclinada de forma obvia hacia el terror pero con muchos puntos en común. Es probable que esos paralelismos, sin embargo, sean una casualidad puesto que los referentes de esta película de la que hablamos hoy son más que obvios, con Cronenberg a la cabeza pero también con ciertos elementos de terror de los cincuenta de los que toma sobre todo el clima de desconfianza propio de la idea del Doble.
Leyendo opiniones que he conseguido por allí, veo que las reacciones ante esta cinta han sido muy dispares. Considero que gran parte de esto se explica por el hecho de que la película parece prometer un acercamiento mucho más comercial debido a sus dos protagonistas, Rose Leslie y Harry Treadaway, actualmente famosos gracias a sus roles televisivos en Juego de tronos y Penny Dreadful, respectivamente. Su presencia ciertamente augura un producto mucho más convencional de lo que termina siendo, puesto que como mencionábamos arriba, la parte de auténtico terror tarda en llegar y la sutileza de la película está continuamente provocando al espectador y prometiendo una revelación explícita que nunca termina de llegar del todo. Sin embargo creo que el objetivo de la cinta es otro, y es el drama entre los dos personajes y la frustración del público ante una situación que se escapa de su control lo que al final la hace más memorable, por mucho que la película sí tenga algunas imágenes realmente perturbadoras en sus concesiones a conceptos como la Nueva Carne. Lo juramos, Cronenberg estaría muy orgulloso.
La iba a ver...
ResponderEliminarLa borre
Y ahora me la quiero ver de nuevo :P
Habia olvidado por completo este título pero me sorpendio encontrarlo ya en mi lista de pendientes. Me ha llamado bastante la atención, espero verla hoy mismo.
ResponderEliminarPor cierto, con la mención de Cronenberg debo preguntar si ya viste "Antiviral" de Cronenberg Jr.
Muy buena reseña, me dió muchas ganas de verla.
Tuve la oportunidad de verla en el pasado festival de Sitges y la verdad es que me gustó, es cierto que esperaba más de ella, pero su forma de hablar del deterioro de una pareja una vez comienza el matrimonio y la tensión que se va creando en torno al misterio de la película, la hacen una película de lo más estimable.
ResponderEliminarSaludos.