Vista después de muchos años y con una nueva perspectiva que me ayuda a apreciarla más de lo que lo hice en su momento, Book of Shadows: Blair Witch 2 (2000) sigue sin parecerme buena, pero fueron tantos los detalles que me resultaron destacables que supe que la idea de reencontrarme con esta cutre-secuela había sido algo por lo menos productivo. Si estás leyendo esto muy probablemente la hayas visto ya y tengas una opinión formada sobre la decepción que resultó, pero hay que tener en cuenta por encima de todas las cosas que esto fue una continuación que salió apenas un año después, una secuela por encargo hecha por otro director con la que el estudio intentó aprovechar la popularidad de The Blair Witch Project (1999), cuyo éxito nadie se esperaba.
Muy en concordancia con ese estilo autorreferencial tan "noventas" que Scream (1996) puso de moda, esta segunda entrega hace un juego meta-narrativo con la primera en el que un grupo de jóvenes decide visitar las locaciones reales de la primera Blair Witch y descubren (por supuesto) que aquello era más que una obra de ficción. No es este el único estereotipo noventero que hay ya que la estética es muy de esa época y algunos lugares comunes (la chica Wiccan, el porreta protagonista y la chica gótica) tienen un carácter bastante arbitrario que sólo se explica porque eran cosas que en aquel momento se veían mucho en la cultura popular.
Es aquí donde viene el primer problema de esta secuela en su franca indecisión a la hora de tomar el camino de una cinta de terror tradicional o por el contrario continuar el juego de realismo documental de la primera entrega. La verdad es que va tanteando ambos; a pesar de que la película todavía aborda el tema del vídeo como forma de expresión y de cómo el ojo de la cámara es capaz de alterar o realzar la realidad, al mismo tiempo se abandona el formato de metraje hallado en favor de una perspectiva omnisciente de toda la vida con guión y actores, a pesar de que al principio engaña y hace creer que estamos por ver una nueva entrega de estilo documental. Asimismo, sólo esta primera parte está ambientada en el bosque; el grueso de la película tiene lugar en una fábrica abandonada donde uno de los protagonistas tiene su casa y donde el grupo tendrá que lidiar con la maldición que han traído de su paseo.
Lo cierto es que la cinta tiene buenas ideas y cosas que no se encuentran normalmente en una película de terror al uso tales como su estructura de desorden temporal y el juego constante que hace con la posibilidad de que lo que estamos viendo no sea real, algo que consigue meterte de lleno en el argumento. Por desgracia muchas de estas ideas no se desarrollan y algunos de los aspectos más interesantes de los personajes (el don telepático de la chica gótica, el pasado de enfermedad mental del protagonista o las supuestas facultades de bruja de la pelirroja) no parecen al final tener ninguna importancia o consecuencia para la trama. A ratos el argumento parece ir de aquí para allá sin una dirección real, y muchas de las decisiones de los personajes parecen arbitrarias y tienen sentido únicamente en el contexto de una trama que necesita avanzar a como de lugar. Es esto lo que al final terminó causando que desconectara, eso y los ocasionales sustos baratos producto de ciertas apariciones fantasmales que no parecían venir al caso. Tampoco esperéis que profundice en aspectos de la mitología de la primera película porque casi no hay nada de eso.
Leí en alguna parte que las apariciones de fantasmas y demás elementos más convencionales de esta secuela fueron una imposición del estudio que quería una película de terror más "normal" y menos ambigua, algo que no fue del agrado de su director. Lo que no he leído en ningún lado es por qué la cinta lleva el título de Book of Shadows, ya que en ningún momento se hace mención de libro alguno, siendo por el contrario las cintas de vídeo el principal elemento narrativo que se muestra. Ese es el misterio que me encantaría resolver.
Debe ser una de las secuelas más desconcertantes que he visto en mi vida. Y también bastante fallida. La idea es interesante, pero en el fondo se queda un poco como un montón de estereotipos noventeros metidos en un sitio cerrado, a esperar que les pase algo.
ResponderEliminarLa primera fue innovadora, pero a mí siempre me gustó más la segunda porque nunca me compré el estilo impuesto por Blair Witch ni el de Actividad Paranormal, ya que se me hacía que en su intento de parecer una cinta realista, se volvía aburrida (a diferencia de "La grabación de los MacPherson", que me pareció genial).
ResponderEliminarEsta segunda parte hace referencia a Rustin Parr y demás cosas que aparecen en el libro "El expediente del caso Blair de D.A. Stern" (es documental ficticio, pero el libro existe realmente). No sé si se refiere a este libro con el título "Book of shadows", pero sí recuerdo que te servía muchísimo leerlo para entender las dos películas, sobretodo la secuela.
Buen blog,
salu2
A mi me parece horrible. Poco rescato de ella, la verdad. El humor era infumable además X)
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