Tras la pobre recepción crítica de Halloween 6 (1995), los productores de Halloween H20 (1998) decidieron aprovechar el vigésimo aniversario de la saga para intentar una peripecia entendida a la vez como vuelta a los orígenes y ruptura radical con lo anterior. Lo más publicitado en su momento fue el regreso de Jamie Lee Curtis al personaje que la hizo famosa, algo que al parecer la actriz recibió con mucho entusiasmo, hasta el punto de que se dice intentó por todos los medios hacer que el propio John Carpenter se encargara de la dirección de esta séptima entrega de los crímenes de Michael Myers. Otra cosa bastante notoria para entonces era el anuncio a bombo y platillo de que el guión estaría firmado por Kevin Williamson, autor de Scream (1996) y hasta cierto punto uno de los responsables de que los slasher films volvieran a ponerse de moda comercialmente hablando. Al final poco de eso se concretó: Carpenter declinó la oferta de dirigir la película y el guión de Williamson fue rechazado por el estudio, entre otros motivos porque intentaba hilar la historia de toda la saga, y si algo se nota en esta nueva entrega es la voluntad de enmendar los errores a lo bestia negando cualquier referencia a la tercera, cuarta, quinta y sexta entrega, como si estas nunca hubiesen ocurrido.
Ya incluso desde el inicio hay una voluntad de recapitular sólo lo que interesa y resaltar lo que serían considerados los elementos clásicos de Halloween: el tema musical de Carpenter, la voz de Donald Pleasance (ausente de la película debido a su muerte) y la obsesión del asesino con Laurie Strode. Esta primera escena, que muestra a Michael Myers haciendo una breve visita a Haddonfield, es probablemente lo mejor de la película y una prueba de que el director Steve Miner (veteranísimo realizador de los ochenta y conocedor de las reglas de los slasher films) tiene las ideas claras en cuanto a qué es lo importante. Pasada esta escena es cuando entramos propiamente en un argumento que de entrada se presenta como atractivo: nos enteramos de que Laurie fingió su muerte y ha pasado los últimos años viviendo una identidad secreta y trabajando como la directora de un internado en el que también estudia su hijo adolescente. Laurie, sin embargo, se ha convertido en una alcohólica maníaco-depresiva que año tras año ha temido el regreso de su hermano, cosa que justo ahora verá ocurrir. El por que de la elipsis de veinte años que separa su último encuentro con el asesino es algo que nunca se explica, pero eso es porque Halloween H20 no parece estar muy interesada en desarrollar el argumento de esta final-girl crepuscular que se enfrenta nuevamente al asesino, desaprovechando así una oportunidad bastante notable de dar a la saga algo de la dignidad perdida.
De hecho, me atrevería a decir que gran parte del metraje muestra un interés mayor en mostrar la película desde el punto de vista del hijo de Laurie (un entonces debutante Josh Hartnett) y sus amigos, innegables reclamos adolescentes que parecen los últimos restos del guión descartado de Williamson, y que en más de una ocasión acaparan el protagonismo de la historia. Esto hace que muy pronto Halloween H20 tome un camino conocido y mil veces transitado convirtiéndose en una entrega ligeramente mejor que varias de las anteriores, pero que indudablemente se queda corta al no aprovechar ni las oportunidades argumentales y temáticas de su premisa ni su locación de internado colegial. El resto sufre de varios de los problemas de este tipo de cintas de mediados-finales de los noventa con su estética plana y su muy predecible argumento en el que lo más interesante es ver el trabajo de Jamie Lee Curtis retomando un personaje que esta vez no huye del asesino sino que por el contrario se enfrenta a él valientemente con la esperanza de exorcizar sus demonios.
Es debido a estas ideas quizás por las que esta séptima entrega ha terminado por tener un recibimiento crítico importante entre la fanaticada de Halloween, que recuerda la película como mejor de lo que realmente fue. Incluso tuvo en su momento un notable éxito comercial que demostró que la saga de Michael Myers no estaba muerta, y llevaría al estudio a realizar una secuela más muy a pesar de que esta entrega posee un final bastante cerrado y definitivo que buscaba en su momento dar carpetazo a la odisea de uno de los asesinos más famosos del cine de terror. De dicha continuación tendremos que hablar otro día. De momento, invitaría a revisar Halloween H20 y tenerlo en cuenta como una película un poco más correcta técnicamente pero con oportunidades en cuanto a discurso criminalmente desperdiciadas, ideas que serían mejor aprovechadas por alguien como Rob Zombie cuando se hiciese con las riendas de la saga varios años después.
Tienes razón, tiene una propuesta interesante que se desaprovecha. Pero no es tan mala.
ResponderEliminarY de la película que le sigue a esta mejor ni hablemos. Que cosa tan mala y un verdadero insulto para los fanaticos de la saga. En fin.
Saludos.
Veo con claridad todos los defectos que se le puedan atribuir a "Halloween H20", pero aún así me sigue gustando con casi la misma intensidad que como me gustó en el momento que la vi en la pantalla grande en 1998. Es mala en muchos aspectos, pero a mí me sigue fascinando.
ResponderEliminarSaludos
Se me hace buena y es verdad, muchos podrian catalogar halloween 4 5 y 6 como una trilogía a parte con varios errores, que h20 supo enmendar. Me gusto mucho el curso que tomo la historia con el remake de rob zombie (2007), sin embargo de nuevo llego la decepción tras ver H2, y el "retraso" de la probable H3 en 3d(que el preview del guion me parecio original pero mal manejado) hacen que me pregunte si halloween alguna vez retornara a sus glorias pasadas.
ResponderEliminarCompletamente de acuerdo contigo, como te había comentado anteriormente, esta secuela es altamente reivindacable, el único punto en desacuerdo es tu apreciación por el film que hizo rob zombie, que en sí no es malo, pero ese personaje definitivamente no es Michael Myers, no tiene su esencia...
ResponderEliminarHe leído cada una de sus reseñas de Halloween y me sorprende lo muy parecido de su criterio al mío. No obstante en esta discrepo, es normal como en todas las Artes tener diferentes apreciaciones pues se trata de una opinión subjetiva. De lo que puedo aportar a lo ya mencionado es acerca de la música incidental de este filme, muy vulgar hacer uso de una orquestación muy trillada que solo describe el ambiente de suspenso y rompe con la tradición de las secuelas anteriores con la música original de Carpenter, a mi gusto, el 80% del personaje Myers son esas notas minimalistas, opacas y muy simple de un piano, una textura muy densa y profunda que le imprime misticismo con los sintetizadores, y eso es lo que le da una gran dimensión a la saga de Halloween. En H20 lo sustituyen con música que puede ser utilizada en cualquier peli palomitera y al final en los créditos ponen una vil canción juvenil. En mi forma de sentir el cine, si una película no tiene buen score o soundtrack y una buena fotografía pierde mucho. Saludos
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