Seguimos en nuestro intento de recuperar el tiempo perdido y ponernos al día con los estrenos de este año (algo que, sin embargo, nunca ha sido el objetivo de este blog), y llegamos finalmente a Predators (2010), secuela tardía realizada exactamente veinte años después de que Stephen Hopkins rodara el segundo capítulo de la saga llevando al cazador alienígena a la ciudad de Los Ángeles. Dos cross-over con la saga de Alien fueron suficientes para revivir el interés por esta criatura hasta el punto de permitir al director Robert Rodríguez (reducido aquí a labores de productor) rodar lo que años atrás había concebido como una vuelta a los orígenes de John McTiernan allá por 1987. En este sentido, Predators, dirigida por Nimród Antal, ha tenido que conformarse con ser una versión algo simplificada y reducida de aquella gran épica que Rodríguez había imaginado, y aunque no son pocos sus aciertos, la verdad es que hay algo que no termina de funcionar en el esperado regreso de estos monstruos a la pantalla.
Rompiendo toda continuidad con las entregas anteriores, esta tercera película cambia de escenario y nos pone en la piel de un grupo de humanos que despiertan de repente en medio de una selva desconocida. Ninguno de ellos se conoce, y no tardan en descubrir que han sido llevados a un planeta lejano que resulta ser el coto de caza de la ya conocida especie extraterrestre tan dada a recolectar los cráneos de sus víctimas. Cabe decir que el inicio y la presentación de los personajes es bastante buena; directa, al grano y genuinamente interesante al descubrir de forma gradual la naturaleza extraterrestre del sitio donde los personajes se encuentran. Sin embargo, también debo decir que tengo mis problemas con la premisa argumental; de entrada la idea de los Predators estudiando meticulosamente a la raza humana choca con la imagen que me había formado de ellos en películas anteriores, en las que los cazadores veían a los humanos como poco más que bestias. Aquí en cambio parece haber (dada la selección de presas agenciadas) incluso un conocimiento acerca de las sutilezas políticas de la sociedad terrestre que francamente me resultan un tanto innecesarias y sobre todo poco creíbles. Por fortuna nada de eso se explora demasiado, ya que la película se encarga pronto de repetir el esquema de la primera entrega de los personajes moviéndose sin rumbo por la jungla y siendo sistemáticamente cazados uno a uno.
Es en este regreso a los orígenes donde se nota que el principal interés de Predators es apelar a la nostalgia de aquellos fanáticos de la original, con numerosos guiños estéticos y narrativos hacia la película de McTiernan. Personalmente, eso sí, me dolió el haber leído declaraciones del propio Robert Rodríguez donde abiertamente despreciaba la secuela de Stephen Hopkins prometiendo en cambio una vuelta al ambiente desconocido de una jungla en la que los personajes incluso se enfrentan a otros monstruos interplanetarios. Hay que avisar que el material publicitario de la película (especialmente el trailer) es engañoso e incluso miente descaradamente en aspectos clave como el número de Predators que hay en la cinta o la relevancia del personaje de Lawrence Fishburne, que parecía mucho más importante en el avance y al final no resulta ser más que un obvio recurso narrativo para que los demás personajes sepan al menos algo de lo que está pasando. Del resto la verdad es que Fishburne (quien se ve particularmente desinteresado en su papel y además está demasiado gordo para el personaje) no hace mucho y perfectamente podría no haber estado en la trama sin que esta sufriese ningún cambio.
Esto nos lleva a uno de los elementos más criticados en su momento como fue el casting, sobre todo la elección como protagonista de Adrien Brody, un actor para nado asociable al cine de acción que a pesar de haberse puesto en notable forma física para el personaje sufre las inevitables comparaciones con Arnold Schwarzenegger, especialmente en un clímax final que, en una evidente referencia a la primera película, lo muestra de torso desnudo y cubierto de barro enfrentándose al monstruo cara a cara. Pero donde reside sobre todo el principal problema de Predators está en una nostalgia mal entendida que hace que la película falle allí donde las primeras dos triunfaron: el verdadero acierto de las cintas de McTiernan y Hopkins estaba en evitar la excesiva exposición del monstruo, convirtiéndole así en una auténtica amenaza. En la cinta de Antal las criaturas son prácticamente protagonistas, mostradas casi siempre en todo su esplendor y con un regodeo estético en ocasiones bastante sonrojante (mención especial para la particularmente penosa escena de lucha entre uno de ellos y el yakuza). La aparición del Predator "clásico" augura un muy predecible giro argumental que hubiese resultado impensable en las primeras dos cintas, mucho más conseguidas y sobre todo más eficientes al centrar la historia en un solo monstruo. La única conclusión que puedo sacar es que Predators es un entretenimiento pasable, pero que parece más bien un fan-fiction basado en Predator (1987), y aunque sin duda es mejor que las dos entregas de su enfrentamiento contra los monstruos de Alien, no es menos cierto que resulta claramente inferior a las dos encarnaciones anteriores de estos cazadores espaciales.
Jon Heiner Diaz dice:
ResponderEliminarMala de narices, prometía bastante, pero se ha quedado en algo penoso para lo que merecían estos personajes icónicos.
Porque falla??, por casi todo: el elenco, la trama, y por su pasiva y aburrida puesta en escena, una selva para nada amenazante, que la convierte en un producto sin ideas ambientales, con decir que la escena inicial vista en "Alien vs Predators Requiem" en medio de la selva, inquietaba mas, que todo el metraje de este malogrado Predators.
Parece que Nimrod Antal y Robert Rodriguez se hayan pasado por el arco de triunfo lo que buenamente hicieron Mctiernan y Hopkins con Predator I y II respectivamente.Es una película en el que te dan absolutamente igual los protagonistas y el destino de cada uno de ellos. Lo de Lawrence Fishburne es para mear y no echar gota como se suele decir en este tipo de casos; parece el típico personaje raro que hace de amigo loco/extraño en las películas de Adam Sandler. Es como si no hubieran existido para esta gente los anteriores films(a los que he referido anteriormente, claro; porque "avp" y "avp2", me resultaron unas tremendas castañas que no habia por donde cogerlas).Es como un poco una tomadura de pelo lo que hacen con el público que conoce aunque sea un poco a estos personajes. Veamos; en el film de 1987 uno solo de estos se carga una tropa entera de curtidos y terribles soldados (mostrencos realmente casi todos con unas dotes para actuar bastante brutas; de las cuales Mctiernan supo dirigir de una manera maravillosa) Aquí vemos como se enfrentan a tres predators montando un cirio impresionante (la mar de hilarante) y encima los matan a todos. Su supuesto planeta a ratos parecian un merendero de cualquier parte campestre de España... Una lástima todo; a mi me gusta este personaje bastante y me pareció todo un despropósito y eso que no me he puesto a hablar de las dos anteriores entregas más recientes... Una lástima he dicho.
ResponderEliminarUn saludo.
Aunque tampoco lleno mis expectativas (que debo decirlo, eran DEMASIADO altas), veo que si la disfrute mas que ustedes: RESEÑA.
ResponderEliminarA mi me gusto la pelea del Depredador con el Yakuza, me parece un cambio interesante que hayan usado Kendo.
Ok... eso sería todo... dejemos a las criaturas en paz y vivamos de la nostalgia. No las mancillen mas con secuelas que no resultan, no funcionan... es como tratar de resucitar a un muerto. A mi parecer lo único que podría enmendar la maediocridad de las avps y esta última es quemar un último petardo en hacer un film épico disparatado, tipo "death proof" o "Shoot 'Em Up", donde nadie entiende nada, la sangre, las balas y la violencia gratuita abunda pero te la pasas grande.
ResponderEliminarAhora viene la precuela de Alien... a sufrir nuevamente...
De acuerdo: Es película para entretener, comer palomitas y salir.
ResponderEliminarEn desacuerdo: la escena de la pelea contra el yakuza es penosa? no entiendo por qué sería esto, desde los 10 primeros minutos ya sabes de qué va la cinta, hasta se agradece ese escena.
En duda: En la primera, de 1987, los humanos eran poco más que bestias para los depredadores? la he visto mil veces y jamás he visto guiño alguno de que así sea...
Que los estudien, meticulosamente como mencionas, más bien me da a entender que acechan a su presa esperando el momento de atacar, trampas incluídas, pues al final la naturaleza de los depredadores es la de un cazador.