Nacido en Chicago (EEUU), el 11 de agosto de 1947, la carrera de Stuart Gordon como director se vio cuesta arriba desde el principio, cuando fue encarcelado por cargos de obscenidad pública debido a una "poco covencional" versión de
Peter Pan para teatro universitario en la que Campanilla era
gay y el héroe de Barrie un niño hippie que viajaba a Nuncajamás gracias a una dosis de LSD. Por fortuna, sus problemas con la ley no le cerraron la puerta del cine de género, y a principios de los 80 ya se había abierto un hueco en la compañía Empire Pictures, presidida por el mítico productor de serie-B Charles Band. Fue allí precisamente donde Gordon rodó su primer largomentraje y hasta, la fecha, su obra más conocida:
Re-Animator (1985), toda una fantasía
gore basada en el relato
Hebert West: Re-Animator, de H.P. Lovecraft. La película, entre otras cosas, supuso el descubrimiento del genial Jeffrey Combs (el Cary Grant de la serie-B) y el inicio de una serie de películas en las que Gordon aprovecharía el inmenso filón que Lovecraft dejara en su literatura.
Precisamente su segunda película, From Beyond (1986), volvió a reunir a Combs y a Lovecraft bajo su dominio. Gordon seguía fiel a su estilo de rodearse de actores serie-B como Barbara Crampton (que había trabajado también en su anterior película) y Ken Foree para rodar películas hechas con poco presupuesto pero con mucho desprecio hacia cualquier tipo de concesión. También en esta película contó con la colaboración de su amigo Brian Yuzna, que también le echaría una mano en Dolls (1987), su siguiente película, que trataba de una pareja asediada por una horda de muñecas asesinas.
Por desgracia, en esta ocasión el éxito comercial no le acompañó, y Gordon tuvo que pasar tres años sin dirigir, aunque se ganó la confianza de la industria gracias al argumento de Honey, I Shrunk the Kids (1989), uno de los mayores éxitos de Disney en el campo de las películas no-animadas. Este prestigio le permitió estrenar en 1990 la cinta de ciencia-ficción Robojox (1990), así como dos tv-movies de horror que le mantuvieron en forma: la primera fue El pozo y el péndulo (1990), nueva versión del cuento homónimo de Edgar Allam Poe con el mítico Lance Henrikssen como Torquemada. La otra fue Hija de las tinieblas (1990), un thriller con Anthony Perkins a la cabeza del reparto.
En 1993 llegaría uno de los mayores éxitos comerciales de Stuart Gordon, la película de ciencia-ficción La fortaleza (1993), con Christopher Lambert. Este éxito fue lo que permitió la financiación de Castle Freak (1995), su tercera película basada en la obra de H.P. Lovecraft y protagonizada por un Jeffrey Combs que ya se había convertido en referencia obligada del cine de género diez años después de que saltara a la fama como el doctor Herbet West. La historia de un niño deforme abandonado en el sótano de un castillo que acosaba a la pareja protagonista no fue ningún éxito, pero dejó claro cual era la línea que su director pensaba seguir en el futuro.
Y ese futuro efectivamente llegó. Tras flirtear de nuevo con la ciencia-ficción e incluso con el cine infantil, Gordon recibió la invitación de su amigo Brian Yuzna, quien se encontraba probando suerte en Barcelona con su compañía Fantastic Factory, para rodar en España el proyecto que había acariciado durante más de una década: Dagon (2001), cuarta película lovecraftiana de Gordon y uno de sus trabajos más ambiciosos hasta la fecha, siempre fiel al estilo serie-B que le vio nacer. Combs no estuvo presente en esta ocasión, pero aún así Gordon no dejó de hacer un guiño a los espectadores al dotar al personaje protagonista de un look muy parecido al de su actor fetiche.
Tras Lovecraft vino El rey de las hormigas (2003), homenaje personal de Gordon al cine de explotation de los años 70, y una película que todavía (lo confieso) estoy por ver. En la actualidad, Stuart Gordon continúa con su carrera, habiendo ya estrenado su propio segmento de la serie Masters of Horror: Dreams in the Witch-House (2005). También a este año pertenece su último largometraje: Edmond (2005), una bizarra historia sobre el bajo mundo de las calles de Nueva York, con guión de David Mamet y un elenco menos serie-B que antes, pero que por lo menos encuentra espacio para el inevitable cameo de Jeffrey Combs. Y es que algunos fetiches no mueren nunca.
Gordon, todo un clásico.
ResponderEliminarsi, soy de los pocos que adoran "Dagon"
Vaya: ya estaba tardando en figuran este hombre en el Salón de Míticos. Sólo por "Re-Animator" ya se merecería este puesto.
ResponderEliminarA ver que tal se porta mañana en Sitges.
ResponderEliminarSaludos.
A mi me gustó la primera parte de Dagon, me pareció estar viendo Insmouth tal cual es descrito en "La sombra sobre Insmouth", que es realmente a lo que me recordó la película.
ResponderEliminarLuego lo pasé bien pero me pareció un guión poco original en comparacion a lo tremendo que hubiese sido seguir "al pie de la letra" la sombra sobre insmouth... no digo mas porque me he dado cuenta que podria meter spoilers de los relatos.
De todas formas lo pase bien, la volveria a ver. Muy guay por cierto el de la peli "Necronomicon", de Brian Yuzna, Shusuke Kaneko y Christophe Gans. Tambien lo pasé bien con esa.