lunes, marzo 25, 2013

Fantasy Filmfest Nights 2013 (día 2)

Citadel: Una interesante producción británica de la que no sabía nada y que me ha dejado positivamente sorprendido. Es similar a muchas producciones actuales de Reino Unido que ambientan historias de horror en el mundo de la pobreza (en este caso el extrarradio urbano), pero al menos es honesta en su faceta de explotación al demonizar la miseria de forma un tanto más radical. Comienza como algo tremendamente realista y luego se va haciendo cada vez más irreal e interesante. Ojo a ese edificio miserable mostrado como un auténtico lugar de terror, y al significativo hecho de que el protagonista es masculino, algo nada despreciable en un género acusado muchas veces de misoginia por su tendencia a mostrar a las mujeres como víctimas. Muy recomendable.

Insensibles: esta producción española no es realmente una película de terror, más bien es un drama ambientado (principalmente) en la Guerra Civil, con tintes fantásticos y algunos pasajes bastante oscuros, pero sin llegar jamás a pasarse al lado del terror puro y duro. Es ambiciosa en el sentido de que el guión presenta una trama enorme que se extiende por varias décadas, aunque a mi juicio no se entiende muchas veces a dónde quiere llegar, sobre todo con el marco narrativo ambientado en el presente. Me parece asimismo que es una de esas cintas que buscan obtener determinadas imágenes dotadas de una particular poesía incluso a costa de la lógica argumental, pero eso puede que sea sólo yo.

John Dies at the End: una de las más esperadas del día y, tal como han dicho ya quienes la han visto en otros festivales, una película que lleva escrita "de culto" por todos lados. Aun estando dirigida por Don Coscarelli, el auténtico jugo está en un guión disparatado pero jodidamente entrañable que mezcla conceptos y géneros de forma a veces demencial, pero con un carisma muy notable sobre todo en sus dos protagonistas, que gozan de varios momentos cómicos envidiables. No es de extrañar que Coscarelli la haya escogido porque la historia calza perfectamente con su visión de un cine de horror menos dado al argumento y más a la muestra surrealista de un imaginario personal coherente en su aparente caos, tal como el director hiciera en su momento con Phantasma. Sinceramente espero que termine teniendo un pase comercial, aunque lo dudo.

Stoker: primera película en inglés del surcoreano Park Chan-wook, y una de las más esperadas del festival a pesar de que es la única de esta lista que tiene asegurado un estreno comercial. No es realmente de terror, sino más bien un thriller psicológico tejido alrededor de la idea de un intruso en la familia (muy en la onda de la cinta de Hitchcock La sombra de una duda, aunque con un subtexto sexual un tanto más marcado). Es también una película preciosa y a nivel estético una jodida obra de arte, cosa nada extraña viniendo de quien viene. Impresionante el trabajo de la joven protagonista Mia Wasikowska, francamente irreconocible en el papel y con una intensidad que no me esperaba en ella. El guión, por cierto, está escrito por Wentworth Miller, actor a quien muchos conocerán por hacer de Michael Scofield en la serie Prison Break.

The Bay: enésima entrada en el subgénero de docu-terror, y curiosamente dirigida por el veteranísimo y polifacético Barry Levinson. Está rodada en forma de falso documental y confieso que captó mi atención únicamente porque toca el tema de los parásitos, que es algo que en lo personal me pone los pelos de punta. En realidad es una cinta con un marcado mensaje político de corte ecologista y crítico con el espíritu capitalista del máximo beneficio, pero en realidad no es demasiado destacable más que por algunas secuencias interesantes. Con todo y eso, es mucho mejor que la mayoría de subproductos que nos llegan de esta nueva moda de películas tan rentables y a la vez tan perezosas. 

1 comentario:

  1. John Dies at the End... Pudimos verla en Sitges. Tremendísimo punto de partida que, en mi humilde opinión, acaba como uno de los mayores y más vergonzosos, desconcertantes y decepcionantes bodrios de la historia del cine. En algunos momentos la película destila algo tan especial, que dan ganas de levantarse de la butaca y gritar: "al fin alguien trae de vuelta lo mejor del cine que siempre nos ha gustado y que ha identificado a festivales como el mencionado".

    Pues menudo espejismo. Todavía estoy llorando. Qué poco le faltó a Coscarelli rozar la genialidad y de qué forma tan estúpida ha acabado hundiendo su propio film :-( Supongo que es necesario recomendarla para que cualquiera pueda ser testigo de ello. Snif.

    R.

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