A pesar de su título, nada tiene que ver esta película con El hombre-lobo de Londres (1935), la primera historia licantrópica de Universal, principalmente por el hecho de que en ella no hay licántropos de ninguna clase. En realidad, La mujer-lobo de Londres (1946) se asemeja más a los misterios sencillos de la serie Alfred Hitchcock presents o a algún despojo de aquellos thrillers de Sherlock Holmes que se produjeron en masa durante la década de los 40. La razón por la cual ha sido incluida entre los productos de la fábrica de monstruos del estudio es algo que, lo confieso, se me escapa.
La mujer-lobo de Londres fue realizada cuando ya dicha fábrica se había cerrado para siempre. En su época, fue vista como un entretenimiento de matinee, un pequeño misterio de consumo rápido (de hecho, la película dura 59 minutos solamente) que nada tiene que ver con hechos sobrenaturales, perteneciendo por lo tanto a esa sub-género llamado, en inglés, whodunit (literalmente, "¿quién lo hizo?"). La película habla de varios crímenes horrendos ocurridos en el parque Hyde de Londres (un Londres de película, donde todos hablan con acento americano), y que Scotland Yard atribuye a los rumores acerca de la "mujer-lobo", una criatura nocturna que se pasea por el parque. Todo esto se relaciona con la joven Phillis Allenby, última heredera de una familia en la que se rumorea una maldición que convierte a sus portadores en licántropos.
Pero como ya decía arriba, no hay ningún elemento sobrenatural en esta película, tan sólo un misterio que resolver en medio de conflictos familiares. Precisamente eso es lo que falla: el misterio es tan predecible, que antes de que termine la primera mitad de la cinta ya cualquiera lo habrá adivinado. Las actuaciones son casi todas terribles (especialmente el personaje de la madrastra de Phillis, que al final de la película degenera en convulsiones psicopáticas), y del elenco yo solo destacaría la presencia como protagonista de June Lockhart, la joven con ojos de cordero degollado que dos décadas más tarde se convertiría en la mamá Robinson de la serie Perdidos en el espacio. Pero ni siquiera ella puede salvar esta película fácilmente olvidable, valorada únicamente como curiosidad nostálgica, y ni eso.
Otra cosa que no funciona es que la historia no hace prácticamente nada por despertar nuestro interés. Los hechos que rodean los crímenes son todos tan ambiguos que no aportan nada de sustancia. Para colmo, los mejores momentos ni siquiera son vistos ni sugeridos, sino "narrados" por otros personajes. Hay escenas enteras que son un calco fiel de otras películas más exitosas del estudio, mostrando la tendencia final de esta "franquicia" de acelerar la producción de más películas al menor costo posible. Estas restricciones, que podrían haber estimulado la creatividad de algún director más talentoso, no dejan muy bien parada esta película.
Se puede considerar esta cinta como un polizón a bordo del barco de la colección The Wolf Man Legacy, y creo que debería ser vista como un contenido extra curioso. Del resto, yo recomendaría pasar de ella, aunque pensándolo bien, una hora perdida tampoco es tanto. ¿O sí?
De acuerdo que resulta bastante evidente quién es el asesino mucho antes que la peli se resuelva. Pero reconoce que tu principal aversión a esta película proviene del hecho de que no aparezca ningún hombre lobo. ¿No te cansas de que en todas las pelis de este tipo hablen de algo sobrenatural que nadie se cree para que al final resulte ser cierto? Aquí al menos te dan la sorpresa: pues es verdad, la superstición no existe, son sólo cuentos de niños.
ResponderEliminarHombre, creo que dicha molestia (en el caso de que fuera cierta) estaría más que justificada considerando el hecho de que la película se llama "La mujer-lobo de Londres" y además está incluida en un pack de dvd's de películas de licántropos. Ahora, aparte de eso, realmente la película es tan floja que pudo incluso conmigo. Dura apenas una hora y en ella no pasa absolutamente nada. En fin, que se le va a hacer. Es lo que hay.
ResponderEliminarAburridisima y decepcionante. A diferencia de Werewolf of London, que me encanto.
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