lunes, marzo 13, 2006

Reseña: Bubba Ho-Tep (2002)

Bubba Ho-Tep (2002) es una de esas películas imposibles de clasificar en un género específico. ¿Es una cinta de terror? Pues la verdad es que sí; después de todo, una película donde aparezca una momia viviente que succiona las almas de sus víctimas tiene por fuerza que pertenecer a ese género. Sin embargo, también es una comedia. ¿Cómo no va a serlo, si trata de un Elvis Presley anciano y decrépito, con un tumor en el pene y viviendo en un asilo de ancianos mientras todo el mundo le da por muerto? Para colmo, la única persona que cree su historia es otro de los residentes del asilo, un hombre que afirma ser el mismísimo John Kennedy, a quien el gobierno ocultó tras teñir su piel de negro y retirar parte de su cerebro. Lo curioso es que, además, esta película es un drama, una visión de la vida que se acaba y del espíritu que se niega a compartir la decadencia del cuerpo.

La importancia de la cinta radica, además, en que en ella se lucen dos grandes estrellas de género que no habían tenido demasiada resonancia últimamente; una es su director, Don Coscarelli, quien (hay que reconocerlo) llevaba casi dos décadas viviendo de la renta que le generara el éxito de Phantasm (1979) y sus secuelas. El otro que está genial es el semidios de serie B Bruce Campbell, quien realiza una de sus mejores actuaciones hasta la fecha en el papel principal de Elvis Presley. La lucha de este personaje y de "JFK" contra una momia cow-boy que mata a los ancianos de noche succionando sus almas por el ano constituye una de las propuestas más demenciales que se han visto en años, y que se convierte (maravillosamente) en una de las historias más disparatadas, conmovedoras y efectivas reservadas a este género de películas, sin olvidar por supuesto las convenciones del género de terror, punto de partida de toda su locura.

Porque la verdad es que Bubba Ho-Tep no es enteramente una comedia, por más que pudiera parecerlo con semejante premisa. Lo curioso es que precisamente partiendo de una idea tan descabellada nos encontremos con una película tan melancólica, en la que las escenas de un Elvis decrépito haciendo kung-fu frente a la momia succiona-almas se intercalen con un comentario tan rebosante de nobleza, en el que un hombre que está en las últimas decide luchar por las migajas de dignidad que el mundo le ha dejado. La verdad es que, como público, nunca sabemos si los personajes interpretados por Bruce Campbell y Ozzie Davis son realmente quienes dicen ser, pero es imposible no sentirse conmovido ante el valor demostrado por estos hombres que se ven forzados a cometer un acto heróico cuando lo más fácil (y predecible) para ellos sería sencillamente echarse a morir.

La mayor parte del peso de la película la lleva sin duda Bruce Campbell. No solamente nos deleita con ese desborde de carisma en pantalla al que nos tiene acostumbrados, sino que la suya es una actuación con todas las de la ley. El hombre simplemente es Elvis, y no porque se le parezca físicamente, sino porque logra llevar el personaje a una profundidad inusitada al adaptar la personalidad de Presley a las nuevas circunstancias de su vida. El Elvis que vemos aquí es sumamente contemplativo, lamentable en su patetismo, pero noble en cuanto a su apego a la vida. Asimismo, la conexión entre Campbell y Davis es total, y los dos forman un dúo inusitado que conecta con el espectador de inmediato.

La película, realizada con un presupuesto mínimo (que, obviamente, no bastaba para incluir ni una sola imagen real de "El Rey" o siquiera un segundo de audio de sus canciones) resultó no solamente un éxito de taquilla, sino también toda una revolución en los diferentes festivales donde fue presentada, dando una auténtica respiración asistida a la carrera de Don Coscarelli, quien se ha visto "premiado" con su propio episodio de Masters of Horror y la posibilidad de volver a dirigir proyectos propios. Por ahí viene la precuela, que ostenta el atractivo y prometedor título de Bubba Nosferatu: Curse of the She-Vampires (2006), con lo que no es arriesgado decir que nos hayamos ante el inicio de una de las sagas más deliciosamente extrañas que se puede encontrar en esta década.

3 comentarios:

  1. La verdad es que para un servidor, que nunca había llegado a apreciar "Phantasm" ni nada de Coscarelli, fue toda una agradable sorpresa. Coincido con la crítica.

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  2. Aun no la he visto, pero la tengo por aqui para ser vista en breve. Respecto a Coscarelli, no soy fan precisamente de Phantasma y su episodio de Masters of horror es muy normalito. No he visto, que recuerde, nada mas de el. De todos modos esta peli si que pinta bien.

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  3. Anónimo10:15 a. m.

    La saga Phantasma es claramente descendente en calidad. La primera parte a mi me gustó bastante, la segunda menos y de ahí en adelante "el hombre alto" perdió interés a marchas forzadas. Coscarelli es curioso, El Señor de las Bestias no estaba mal, su paso al cine de terror no creo escuela pero si un personaje icóno dentro del mundillo de los malos más reconocibles.

    Bubba Ho-Tep es una pequeña delicia de serie B. Bruce Campbell está genial en uno de sus mejores papeles, su representación de "El Rey" nos recuerda a su famosa frase "Hail to the king, baby". En fin, la vi hace un tiempo y me pareció fabulosa... gracias a dios manga films la sacó en DVD en alquiler, y espero que en algún momento la ofrezca en venta, por lo menos tendremos uno de los mejores papeles de Bruce en nuestra DVDteca...

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