Saliendo airoso del nada desdeñable desafío de hacer cine de terror con ambientación de época, Eggers lleva su película al pasado colonial de Estados Unidos cuando una familia de puritanos de la Nueva Inglaterra son expulsados de su comunidad debido a su heterodoxia religiosa y se mudan a los límites de un misterioso bosque, donde sufrirán el acoso de una bruja que utilizará a los niños de la familia en su contra. Es importante mencionar que a pesar de que el drama entre los personajes y su subtexto de resentimiento, sexualidad reprimida y secretos contribuye en gran medida a las desgracias de la familia, la existencia sobrenatural del Mal es presentada como algo real desde el principio: la bruja en cuestión existe, como existe la magia negra que poco a poco se va apoderando de la familia hasta desembocar en un inmejorable y sangriento final. Lo que realmente impresiona es que Eggers no se ha conformado con utilizar las formas típicas de este tipo de cine sino que ha logrado imprimir a su cinta de un realismo más apropiado para un drama de época: todo en la película está dedicada a conseguir esa inmersión total del espectador en el mundo que ha creado, desde el impecable diseño de producción y vestuario, pasando por ese inglés deliberadamente arcaico extraido de la Biblia de Ginebra, hasta la fotografía de luz natural y las proporciones de una pantalla con un mayor espacio vertical para poder captar en su plenitud la altura de los árboles y la inmesidad del bosque. Estéticamente es una película maravillosa cuyas imágenes se quedan en tu mente mucho después de haberla visto, y que al mismo tiempo consigue un ambiente en verdad inquietante que hace que el espectador se sienta, como la familia, completamente desamparado en aquel sitio inhóspito que parece alejado de la mano del hombre civilizado y de su Dios protector.
Esto último me lleva a una cosa que se ha mencionado hasta la fecha en muchas reseñas, y es supuesta presencia de una especie de crítica hacia la religión en cuanto a la actitud de la familia y la naturaleza del mal que les acecha. Me ha parecido curiosa esa visión ya que mi experiencia con la película ha sido precisamente la contraria, y esto es algo que se ha reforzado después de leer varias entrevistas a su director e incluso haberle escuchado en el pase del festival donde la vi: La bruja me ha parecido ante todo una cinta que habla sobre la religión como símbolo supremo de comunidad, y lo que desencadena las desgracias que caen sobre la familia protagonista es precisamente el haber abandonado la seguridad que brindaba su comunidad y su religión y haberse expuesto por lo tanto a los peligros de aquella presencia foránea que habita en el los bosques fuera de su civilización, ese monstruo que acecha fuera de su Fe. Esto también se ve reflejado en su final, el único posible si tenemos en cuenta la necesidad por parte de la protagonista de buscar su seguridad adentrándose en otra comunidad que le ofrece la protección que su familia ya no puede darle.
Pero claro, esto es tan sólo una opinión muy subjetiva, y lo más interesante de esta película es la gran cantidad de lecturas que ofrece y su negativa a darnos los clásicos puntos reconocibles de una historia de terror convencional. Esto último quizás explique el que tantos críticos hablen de ella como algo que "trasciende" su género, como también puede que explique el otro punto que más se ha comentado en casi todas las reseñas que he leído, y es la gran diferencia de apreciación que ha tenido esta primera cinta de Eggers entre la crítica y el público mayoritario, que al parecer no ha quedado tan impresionado con ella como el selecto público cinéfilo. Craso error, si me lo permitís, y uno que muy probablemente se deba a la negativa por gran parte del espectador medio de salirse de los esquemas marcados por los grandes éxitos del gore o el horror sobrenatural. Por favor, dadle un pase, porque esta es sin duda una de las mejores de este año del que todavía no hemos gastado ni la mitad.
Si me permite hacer de abogado del diablo, tengo la teoría de que el público no quedó tan impresionado porque esta película de alguna forma no se "siente" nueva. No solamente no toca temáticas que estén de moda, como los zombies o cuestiones tecnológicas (por mencionar algunos), sino que está presentada enteramente como una película de época. Además no hay humor ni ironía ni nada de eso.
ResponderEliminarCuando la vi mi reacción inmediata estuvo un tanto dividida hasta que me di cuenta de que me costaba trabajo digerirla por ese motivo. Realmente no estaba preparado para algo así.
En lo personal, es una película que me encantó!
ResponderEliminar- SPOILERS -
Como comentario, considero el titulo de "La Bruja" no se refiere a la bruja que aparace al principio o las otras brujas del final, si no a Tomasin y a ese proceso que va de todo el metraje hasta ese climax en donde se entrega en cuerpo y alma.
Cuestion de visiones, creo es de lo que me gusta en estas peliculas.
Saludos,
esta pelicula de verdad me fascino.
ResponderEliminarTiene un entorno de misterio y angustia que te envuelve, es cierto hay algo maligno alrededor y nadie nabe que o quien es.
¿Son alucinaciones o de verdad todo lo malo esta pasando?
¿ la comida esta contaminada y no hay suficiente, o solo son visiones, la desconfianza y terror al diablo, lo que hace verles cono traicioneros?
Una de las cosas que me gusto es que puede tener una explicacion racional, y la otra de verdad una de miedo.
RecoemndBLE LE DOY 85 DE 100.
Coincido en que ha sido de lo mejor que ha salido en este año. Se sale mucho de la norma y de los tópicos del cine de terror al que estaba acostumbrada últimamente. No es tanto una película de pasarlo bien sino una de prestarle atención a cada detalle, desde la caracterización de los personajes (especialmente el trabajo que realizaron con la figura del padre) hasta la iluminación y los escenarios.
ResponderEliminarRespecto a la idea principal, voy un poco por la calle de en medio: es interesante que se plantee lo sobrenatural como algo real junto a la religión, aunque en realidad ambas comunidades están representadas de una forma muy negativa. Ninguna llega a suponer la opción "menos mala".