lunes, octubre 09, 2006

Reseña: El abogado del Diablo (1997)

Creer en el Diablo es creer en la realidad tangible del Mal, y El abogado del Diablo (1997) es una película que acomete un más que loable esfuerzo por hacernos creer en la existencia de ese Mal, no solamente como algo real y palpable, sino además cotidiano, una fuerza capaz de manipular al Hombre incluso sin que este lo sepa realmente. Esta cinta de Taylor Hackford, componente de esa breve ola metafísica que corrió a finales de la década de los noventa en el cine hollywoodense, es quizás la más destacable de su conjunto.

En realidad no estamos hablando de una película de terror, si bien hay muchos elementos que podrían catalogarse como tal. En vez de eso, lo que tenemos es una fábula moral del comportamiento típicamente humano, personificado en la figura de Kevin Lommax (Keanu Reeves), un abogado pueblerino que nunca ha perdido un caso y que súbitamente es catapultado a las altas esferas neoyorquinas al convertirse en el nuevo fichaje de una importante firma capitaneada por uno de los "peces gordos": el fascinante John Milton (Al Pacino). Al principio todo es un idilio de rosas, ya que la escalada de prestigio y dinero que llueve sobre Kevin y su esposa (Charlize Theron) no hace sino confirmar que el éxito ha llegado para quedarse, pero a medida que el joven abogado se adentra en los negocios oscuros de la firma para la que trabaja, así como la tentadora vida de excesos que va con ello, comienzan a aparecer indicios de que su jefe podría pertenecer a esferas no del todo terrenales. Después de todo, se llama John Milton, así que debería quedar claro.

Como estudio del Mal, El abogado del Diablo es impresionante. Sus componentes sobrenaturales (que lo mismo dan para algo serio que para una parodia) son opacados por la exposición tan cotidiana que hace de lo que significa realmente trabajar para la causa del "Diablo". Kevin es un personaje ciego, con la mente completamente puesta en los medios para conseguir lo que quiere y manipular la opinión de los demás con medias verdades, hipocresía auto-indulgente y sobre todo, confusión sobre los demás. Es un hombre que gana juicios pero que es incapaz de emitirlos, ya que no le importa en lo más mínimo si defiende a alguien que es o no culpable. El reino del Diablo (al menos de la forma como se presenta en la película) es el reino de la libertad sin responsabilidad, de la estimulación del ego humano "hasta que cada hombre sea un aspirante a emperador", sumiendo al mundo en el caos, un mundo cuyo centro neurálgico se representa en la ciudad de Nueva York, una urbe inmensa de grandes torres que se representa aquí como una auténtica Babilonia (en palabras de la religiosa madre de Kevin), una ciudad de grandes oportunidades y lujos peron también portadora de una Maldad que se aloja en los círculos de poder y cuya influencia afecta hasta a los elementos más bajos.

Todo esto es resumido en el ya famoso monólogo climático del personaje de Al Pacino, quien a pesar de repetir básicamente la misma actuación que hace siempre, tiene las mejores líneas de diálogo de toda la película. Si la cinta falla a veces, es debido quizás a la presencia de su protagonista Keanu Reeves, un actor que fácilmente podría ser sustituido por una piedra sin que con esto la película perdiera nada. Por fortuna, ni siquiera él puede echar por tierra esta película, cuyas virtudes logran estar incluso por encima de sus actores.

En definitiva, una película con un planteamiento muy interesante y con un excelente clímax. Las ideas que lanza, además, son lo suficiente estimulantes para que se merezca un puesto de honor entre las obras cinematográficas que hacen de Lucifer su particular temática. Recomendable hasta más no poder.



[Nota: por desgracia, esta incómoda situación que me hace distanciar mis textos continuará unos días más. Espero que todavía a estas alturas queden lectores (jejeje)]

13 comentarios:

  1. Anónimo2:55 p. m.

    Fabulosa película y con dos de mis preferidos Al Pacino y Keanu Reeves. El final es como una bofetada...

    ResponderEliminar
  2. Vi la película hace mucho tiempo y me gustó mucho. Tiempo después me la bajé :D juajuajuajua
    Si me dicen recomiendame alguna película, casi siempre la nombro :P
    Saludos desde Asturies!

    ResponderEliminar
  3. Estoy completamente de acuerdo con Vd. pero añadiría a ese error de cásting (Keanu "la piedra" y Pacino "el tío que hace de Pacino") a la señorita Charlize "he cambiado 6 veces de talla durante el rodaje" Theron.

    ¿Podría haberse hecho una mejor película con actores menos conocidos y los mismos diálogos?
    Ya nunca lo sabremos.

    ResponderEliminar
  4. Keanu Reeves es soso y aburrido como él solo, y Al Pacino hace LO MISMO de siempre. Sin embargo, reconozco que Charlize Theron no me disgusta en esta película, y la verdad, ni siquiera me había dado cuenta de su capacidad metamórfica durante el rodaje. A lo mejor es porque estaba embobado con ella, cosa que me sucede muchas veces.

    En su defensa, además, puedo argumentar que para 1997 la chica no era ninguna estrella. De hecho, "El abogado del Diablo" fue la primera película en la que tuvo un papel de cierta importancia.

    Por cierto, en la siempre grandiosa IMDB puedes ver que su primer papel fue en "Los chicos del maíz 3", de manera que ya puedes agregarla a aquella lista de la que hemos hablado en más de una ocasión: la de los actores de "prestigio" con pasados sonrojantes en la serie B. Cuando dichos actores están "oscarizados", el atractivo de dicha lista aumenta XDXDXDXD.

    ResponderEliminar
  5. Es curioso, en España esta película se tituló Pactar con el diablo, porque ya había otra película anterior con el título de El abogado del diablo (cuyo original no tenía nada que ver: Guilty as sin), con Don Johnson y Rebecca De Mornay...

    ResponderEliminar
  6. Anónimo12:52 a. m.

    En Perú, pasaron esta película en el auditorio del Colegio de Abogados de Lima y todos creyeron que era un documental.

    ResponderEliminar
  7. Anónimo9:31 a. m.

    Yo no la recuerdo con tanta estima, la verdad, tal vez tendría que volver a echarle un vistacillo al tema.

    Saludos VideoArenileS.

    ResponderEliminar
  8. ¡Jajajaja! El comentario del usuario anónimo es impagable...

    Y es cierto: cuesta entender por qué exactamente Keanu Reeves es una estrella; es guapo, vale, pero mal actor a espuertas... (cámbiese Keanu Reeves por Orlando Bloom, y la pregunta funciona exactamente igual).

    Un saludo!

    ResponderEliminar
  9. pues yo me uno a vuestras opiniones, el reeves es un coñazo de tio. En la unica peli que me gusta es en matrix, y tambien pienso que si hubiesen puesto a un pedrusco de negro no habriamos notado la diferencia...

    pd:por cierto, he vuelto...

    ResponderEliminar
  10. Anónimo1:48 a. m.

    considero que las opiniones expuestas son muy respetables pero personalmente creo que la enseñanza de este film es demaciado enriquesedor por que no solo brinda la posibilidad de la critica religiosa sino tambien la administrativa la moral la empresarial ....en fin muy buena y hacerca de lo sucedido en peru me parece mediocre de futuros profecionales, claramente se evidencia la trama de un film.

    ResponderEliminar
  11. Anónimo8:01 p. m.

    DEMASIADO ENRIQUECEDOR, ACERCA

    ResponderEliminar
  12. Me encanta sobre todo por Al Pacino es una muy buena pelicula

    ResponderEliminar
  13. Al kene revus le puedes pegar una patada en sus partes y no le cambiaría la expresion de la cara. Lo único a destacar es que si yo tuviera una hermana asi, no dudaria en alavar las ventajas del incesto.

    ResponderEliminar

Información básica sobre Protección de Datos

Los datos que proporciones en este formulario son recopilados y almacenados por el administrador de este blog con el único fin de moderar los comentarios a los artículos publicados. No se comunicarán datos a persona u organización alguna. Tienes derecho a acceder, rectificar y suprimir estos datos en cualquier momento.

Al comentar en este blog aceptas nuestra Política de privacidad

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.