Fue el primer estreno de terror comercial de este año, y aquellos que la hayan visto en su pase en salas sabrán que El rito (2011) es una de las entradas más recientes de ese cine de miedo que se vale del discurso religioso como fuente incuestionable de lo sobrenatural, en este caso los exsorcismos. Ya desde el principio hay una evidente intención de explotar el morbo del público resaltando el supuesto carácter "serio" de este fenómeno por parte de la Iglesia católica, lo que en cierta forma diferencia a esta película del sueco Mikael Håfström (responsable de otras cintas de terror como El fantasma del lago (2004) en su país de origen o 1408 (2007), ya en los Estados Unidos) es que no hace tanto énfasis en las posesiones demoníacas en sí, sino en la vida y preparación de los propios exorcistas. De hecho, se puede afirmar que El rito tiene muy poco de película de terror y más de un drama con toques sobrenaturales que se centra en la historia de un cura joven con una crisis de fe (¡alerta de cliché!) que viaja a Roma y conoce a un veterano sacerdote con una amplia experiencia en expulsar demonios y métodos muy poco ortodoxos.
Es este tratamiento uno de los principales problemas, puesto que la película vacila constantemente entre una mirada seria y científica del exorcismo y los excesos propios del cine de terror, pero sin el delicado equilibro que exhibía, por ejemplo, El exorcismo de Emily Rose (2005). En El rito, la insólita creación de una "academia de exorcistas" se nota demasiado impostada y mueve más bien a la risa debido a la seriedad con que se toma a sí misma, aparte de la inverosimilitud del personaje de Alice Braga, presente únicamente para forzar la introducción de un personaje femenino. No es esta la única carencia en cuanto al reparto, puesto que allí tenemos a la espectacular Maria Grazia Cuccinotta desperdiciada en un miserable papel de relleno o a un Anthony Hopkins en piloto automático y metido en un personaje que parece más bien una parodia de sus anteriores trabajos, hablando en italiano con un acento chunguísimo.
Siguiendo además los pasos de varias de sus antecesoras en cuanto a gancho publicitario, El rito afirma estar basada en hechos reales, o al menos en el libro del escritor y co-guionista Matt Baglio acerca del fenómeno del exorcismo visto desde una perspectiva científica. Sin embargo, tal como su web de wikipedia revela, las semejanzas entre el libro y la película son muy escasas y el énfasis en la academia de exorcistas no se corresponde con el enfoque efectista que se le da a las (escasas) escenas de exorcismo en las que la cinta inevitablemente termina cayendo, quedándose en tierra de nadie y sin comprometerse seriamente con ninguna de sus dos vertientes: cine de terror puro y duro o drama paracientífico acerca de un fenómeno cultural tan extendido. Por el contrario, veo en esta película más bien un afán propagandístico de la religión como fuente de "verdad" y unas ganas de mostrar "empíricamente" la existencia de la lucha entre el Bien y el Mal, algo que se hace tan evidente que termina molestando al ser imposible de combinar con las pretensiones intelectuales de la cinta. Un acercamiento más sincero a las posesiones diabólicas hubiese sido mucho más de agradecer que este débil y aburrido medio drama de tintes terroríficos que nos han intentado colar.
A mí, si van a tratar el tema de los exorcismos me gusta que lo hagan de forma sería, esto es, ni ridiculizar por hacerlo ni echar demonios como los santos medievales. A mí me gustaría que se tratasen temas más teológicos, quiero decir, que salgan a relucir de forma indirecta temas teológicos, discusiones basadas en lo que dice la Iglesia, para la postura creyente y argumentos en contra pero serios para la otra postura si es que entra en la película.
ResponderEliminarEl tema del rito es interesante, fue cambiado en Vaticano II y tratarlo contraponiéndolo al anterior sería muy interesante.
Por otro lado, eso de la lucha fehaciente entre Bien y Mal lo pueden hacer también en una película sobre budismo o en Batman, no creo que esté reñido con la intelectualidad. Se puede ser intelectual y aceptar esta lucha a nivel "cósmico" por decirlo de alguna maneral.
ANGELUS
aca se perdio el interes por la pelicula por un chiste de un comentarista de noticias (ya ni reportero es) y paso de largo, pero si queria verla...
ResponderEliminarbuen dia
No hay de dónde salvar esta cinta... es mala con ganas
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