domingo, febrero 22, 2009

Reseña: Pesadilla en Elm Street 4 (1988)

Insistiendo con sagas de famosos slashers ochenteros, llega el turno de Pesadilla en Elm Street 4 (1988). Esta cuarta entrega de las andanzas de Freddy Krueger, titulada The Dream Master, fue rodada a toda prisa casi inmediatamente después del éxito de la muy recomendable tercera parte, dando las riendas de la dirección a Renny Harlin, un cineasta tristemente famoso por sus múltiples y mayoritarios fracasos a la hora de ponerse tras la cámara. El caso de la película que nos ocupa es una decepción parcial: si bien es cierto que la cinta una vez más sufre un tremendo bajón de calidad y nos proporciona una secuela considerablemente más pobre que la anterior, no es menos cierto que tuvo una fenomenal recaudación que la convierte en la entrega más taquillera de toda la saga, sin contar Freddy vs Jason (2003).

Uno de los motivos por los cuales la película no es tan buena como la anterior es que no propone nada nuevo; el camino sugerido por la tercera entrega acerca de los orígenes de Freddy Krueger se queda sin explorar, limitándose más bien a continuar el gancho temático de su predecesora (las víctimas de Freddy descubren que, en sus sueños, tienen poderes con los cuales enfrentarse al asesino) como si se tratase de una extensión de la tercera película. Aquí vuelven a salir (si bien brevemente) los sobrevivientes de la tercera entrega, pero el personaje de Patricia Arquette es interpretado aquí por otra actriz, la cantante Tuesday Knight. El motivo de esto es que la Arquette estaba visiblemente embarazada para aquella época, pero aún así su ausencia descoloca al espectador, sobre todo teniendo en cuenta que los actores de esta saga siempre suelen volver aunque su personaje sea pequeño. El otro problema es que la película a menudo ignora sus propias reglas, y hechos claves como la resurrección de Freddy ocurren porque sí; a pesar de todo el ritual alrededor del cual giraba la tercera película para asegurar que el asesino de Sprinwood permaneciese muerto, en esta cinta Freddy vuelve simplemente porque le sale de los cojones, siendo al parecer suficiente el que sus víctimas le recuerden (algo que sería explotado más adelante en Freddy vs Jason pero que se contradice con las tendencias de Freddy de matar a todo el que se le ponga a tiro).

Aparte de esto, tenemos el conocido problema de que para esta película ya Freddy se ha convertido en una especie de antihéroe que suelta chistes ante el destino de sus víctimas, haciendo gala de una larga serie de payasadas cansinas que hieren de muerte el estilo genuinamente terrorífico de la primera entrega. Ver a Freddy llevando gafas de sol o usar su guante de cuchillas como si fuese la aleta de un tiburón es simplemente lamentable. Asimismo, las constantes putadas que Freddy juega a Alice, la nueva final girl a la que se enfrenta y que al parecer hereda la facultad de Kristen de traer a otras personas a sus sueños así como una inexplicable capacidad de "absorber" los poderes de los otros jóvenes, son a veces infantiles y sin gracia.

Hay, sin embargo, cosas destacables de esta cuarta entrega: a nivel de imaginería visual, es una de las más atractivas: escenas como la del cine, aunque del todo ilógicas como todo lo que sucede en la película, son muy buenas, así como algunos de los ataques de Freddy (la gente recuerda siempre el de la cucaracha gigante, pero a mí me sigue gustando más el de la cama de agua). Asimismo, la escena final de la muerte del villano, a pesar de que no tiene el más mínimo sentido y que también ocurre porque le sale de los huevos al director y co-guionista Harlin, es también una imagen muy poderosa que casi ninguna otra parte de la saga ha podido superar. Estas cosas hacen que Pesadilla en Elm Street 4 sea tragable, aunque siga siendo una de las entregas menores de la saga.

3 comentarios:

  1. Oh si, todavía la recuerdo, el perro que mea fuego, jajaja, y la escena de la cama de agua, desde aquel entonces yo quería tener una igual, a parte, también es la primera película de freddy que vi, hace ya mucho tiempo...

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  2. Y a mi que me mola Renny Harlin XDD Es un exagerado de la vida, y aqui empezó a liar el taco con violencia absurda de la suya.

    Y bueno, Freddy es una estrella del rock!! Asi que tiene que tener carisma XD

    Saludos!!

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  3. Anónimo4:20 a. m.

    Despues de la original casi todas las películas de Freddy han sido abzurdas, algunas más terroríficas que otras pero al final sin sentido.

    La cuarta parte es sólo un ejemplo de los excesos del cine ochentero, extravagante pero honesto, al menos yo no me esperaba otra cosa con esta edición.

    El carisma de Robert Ebglund no puede ser más latente aquí y fué el mismisimo Alejandro Jodorowsky (El Topo, Santa Sangre) que aclamo esta como el ejemplo más divertido del cine de Hollywood.

    Estoy de acuerdo.

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