Varios meses después de su estreno, por fin he podido ver Slither (2006), una película altamente anticipada que sin embargo no disfrutó de una gran acogida en la cartelera, si bien muchos piensan que podría conseguir un leal grupo de fanáticos en formato casero. Puedo entender por qué: se trata de una cinta muy disfrutable, que ostenta con desparpajo todo ese espíritu cañero de los excesos típicos de los setenta y ochenta. Aún así, son varios los motivos que me llevan a pensar que el todo es mucho menos que la suma de las partes.
Y no es que no tenga promesa. Después de todo, su director y guionista James Gunn tenía ya todo un bagaje a su disposición, debido en gran parte a su experiencia con la mítica Troma, donde su trabajo como guionista le revelaban como un amante confeso del gore. En su contra tiene, obviamente, la autoría de los dos guiones de la saga de Scooby Doo, algo que todavía estoy reacio a perdonarle. Sencillamente, el hombre que había escrito aquella escena del concurso de pedos entre Shaggy y Scooby no era alguien digno de mi confianza. Cierto es, sin embargo, que se había redimido en gran medida al escribir el remake de El amanecer de los muertos (2004), un más que loable esfuerzo por salir del oscurantismo.
En cuanto a Slither, Gunn parece dispuesto a meterse en camisa de once varas. Su película comienza cuando un meteorito cae cerca de un pequeño pueblo de la América profunda habitado por rednecks y paletos varios, quienes son las próximas víctimas de una criatura amorfa que venía de polizón en la roca espacial. Tras infectar y poseer el cuerpo del hombre más rico del pueblo, Grant Grant (un Michael Rooker que está que se sale de su personaje), la criatura decide convertir a todos los habitantes del pueblo en sus esclavos zombis, a la vez que se transforma ella misma en una masa informe dispuesta a cubrir toda la tierra con sus parasitarios gusanos. ¿Quién va a detenerle? Pues nada menos que el siempre vigilante sheriff del pueblo, su viejo amor del instituto y una chica adolescente que "pasaba por ahí".
Estilísticamente hablando, Slither es impecable. Las fuentes de las que bebe son innumerables, tanto que escribirlas aquí sería llenar esta reseña de enlaces. Curiosamente, el mismo James Gunn afirma en su página oficial que nunca había visto el clásico ochentero Night of the Creeps (1986), de Fred Dekker, la película que inevitablemente nos viene a la cabeza tras contemplar varios de los momentos de esta cinta. Pero independientemente de esta omisión, lo cierto es que su director y guionista ha llenado todos y cada uno de los fotogramas de esta película de un festival de gloriosos excesos, a cada cual más sanguinolento, baboso y repulsivo. Y lo mejor de todo: si bien hay un uso evidente de imaginería digital, se ha dado preferencia a los efectos especiales de maquillaje de toda la vida, elevados por supuesto a la máxima potencia gracias a un presupuesto abultado, lo que convierte a Slither en una película de Troma, pero con pasta. Otro punto a su favor es su descojonante material cómico. Parte de su humor es bastante pueril, lo admito (la gracia de algunos personajes, como el alcalde Jack McReady, consiste simplemente en soltar tacos), pero aún así existen momentos absolutamente geniales, como todo lo que es la preparación del alienígena o lo que sin duda es el mejor uso que se le ha dado jamás a una canción de Air Supply.
Por desgracia, ciertos detalles dejan relucir que el director de Slither todavía no deja de ser un amateur, ya que si bien la película cuenta con una primera parte excelente y un efectivo clímax, toda la parte del medio está criminalmente desaprovechada. El momento en el que la narración abandona el punto de vista del Grant-monstruo y pasa a los otros personajes es, en mi opinión, una caída estrepitosa y lamentable. A partir de aquí, todo sucede demasiado rápido, como si Gunn tuviera prisa en llegar al final para así poder volver a pisar terreno seguro y conocido. Prácticamente todos los personajes que mueren lo hacen a la vez y con demasiado apuro, y para colmo el guión toma "atajos" tramposos, como por ejemplo el haber usado el mismo truco barato de Independence Day (1996) para descubrir la procedencia de la criatura (pero muy "fuerte", ¿eh?). Asimismo, gran parte del potencial de la historia está muy desaprovechado y se nota, como por ejemplo la relación entre el monstruo que ocupa el cuerpo de Grant y su esposa. Allí había todo un filón cómico que por desgracia no se aprovecha. Encima, a medida que la historia avanza, los personajes se hacen cada vez más básicos y estereotipados, y para cuando llega el final, casi todo lo que ha ocurrido ha sido producto de la casualidad.
Con todos sus defectos, eso sí, Slither es una película bastante recomendable. Sólo por su atrevimiento de revivir cierto tipo de cine ya se merece una consideración. Lástima que el desaprovechamiento de sus posibilidades y sobre todo las prisas (cuando terminó la película llegué a pensar que había durado algo así como una hora) hayan mermado su calidad final. Sin embargo, sus maravillosos efectos especiales y sus geniales momentos de humor la hacen una cinta muy divertida, si bien no muy memorable que digamos. Ojalá sirva, sin embargo, para estimular el surgimiento de otros trabajos hechos a la vieja usanza, porque de esto sí que necesitamos, y bastante.
Vaya, a mí me gustó muchísimo: ¡le pondría un 5 casi sin pensarlo! Igual es porque supone la unión de dos de mis ídolos planetarios: James Gunn y Nathan Fillion. Prefiero este tipo de terror lúdico que el tostón con aires de grandeza de "Silent Hill".
ResponderEliminarEsta la quise ver yo en su tiempo en pantalla grande pero no llegué a tiempo, duró una semana en cartel, así que supongo que ahora es el momento. De todos modos, leyendo tu crítica se reafirma uno en lo mal que están las cosas en el cine de géneto cuando una producción que te dejó un buen sabor de boca a pesar de sus defectos sólo se lleva un 3.5. Los Grandes Maestros hace tiempo que parecen estar fuera de combate...
ResponderEliminarSaludos VideoArenileS.
Como siempre, la valoración es enteramente subjetiva. Yo solamente digo que "Slither" tiene momentos geniales, pero es eso: momentos geniales. A nivel general, el todo se queda algo flojo. Aún así yo recomendaría verla.
ResponderEliminarOff-topic: ¡seré estúpido! acabo de descubrir tu otro blog y por consiguiente tus comentarios sobre "La joven del agua"...bueno, mejor tarde que nunca.
ResponderEliminarSaludos
Apunto la recomendación, de la que tenía grandes dudas. Me pondré a ello. Gracias una vez más por tus contrastados análisis.
ResponderEliminarUn saludo
Esperaba con unas ganas terribles esta pelicula, y lo cierto es que tampoco fue para tanto, aunque estuvo muy entretenida (que imagino, es lo unico que pretende).
ResponderEliminarEngañar no engaña a nadie, es un viaje a los años ochenta, a esos mini clasicos de Fred Decker y a ese aire gore sucio (con algo mas de presupuesto) que mandaba por aquel entonces. Asi mismo, es un peli Troma "Deluxe".
Sea como sea, estoy mas o menos de acuerdo con tu critica, y en el ultimo parrafo resumes muy bien la impresion que causa esta opera prima del prometedor James Gunn.
La vi anoche. La verdad es que me reí un montón. Hay escenas pasadísimas (ese tentáculo que corta es genial) y aunque sí que es verdad que flojea, por regla general es entretenidísima.
ResponderEliminarUna precuela tipo (las Crónicas de Riddick) serían lo suyo, ¿no?
a mí también me ha gustado. vamos, entretiene tela. y la mezcla de peli de bichos, de zombies y de survival remojada en cosas de otra galaxia le queda infalible.
ResponderEliminarpodía haber dado de sí, pero la escena 'madre' de los alienígenas me compensa las partes débiles de la peli!