lunes, abril 17, 2006

Reseña: Ju-On: The Grudge 2 (2003)

¿Se puede dar un caso en el que "más de lo mismo" sea algo bueno? Evidentemente sí, o al menos eso pienso después de haber visto Ju-On: The Grudge 2 (2003), con la que el director Takashi Shimizu básicamente continúa la historia con lo que parece ser el material sobrante de su ópera prima (¿se puede seguir llamando así después de que consideramos que en este momento está haciendo la sexta película de esta "saga"?). En todo caso, y aunque estoy de acuerdo con todo el mundo en que ya es hora de que el señor Shimizu haga las maletas y deje de sacar pasta de la gallina de los huevos de oro, tengo que reconocer que la segunda parte de la vida y milagros de Toshio y su cabreada madre me sigue aterrando como el primer día.

Ju-On: The Grudge 2 es una secuela con todas las de la ley, en el sentido en que la historia comienza exactamente donde terminó la primera, y sigue exactamente la misma estructura: una serie de "capítulos" desordenados cronológicamente, cada uno de ellos titulado con el nombre de la siguiente víctima de los fantasmas de aquella famosa casa, la cual, en un alarde de autoreferencialidad y plena consciencia por parte del director, pasa a formar parte de la trama de un reportaje de televisión que investiga las extrañas muertes ocurridas en torno a ella. No hace falta decir que todos aquellos hombres y mujeres involucrados en el programa y que cometen la osadía de poner un pie en aquella morada sufrirán las consecuencias de ser pasto para los apetitos de sus fantasmagóricos residentes.

Por todo esto se podría inferir que yo considero esta segunda parte como una mala película, cuando la verdad está muy lejos de serlo. Lo dije antes y lo diré otra vez: es increíble como esta película puede llegar a dar tanto miedo aún a sabiendas de lo que va a suceder. Esta constante se mantiene en la secuela, y salvo un personaje que aparece al principio (una mujer embarazada que no tarda en tener su propio encuentro con Toshio y Kayako), el destino de todos los personajes sigue siendo tan catárquico y tan "inútil" como siempre: el fantasma de los habitantes de la casa existe sólo para matar, aunque se agradece que en esta ocasión, el ansia asesina de Kayako tenga una finalidad más "trascendente" que la simple voluntad asesina, finalidad que se nos revela en los últimos minutos de la película y que por supuesto no revelaré aquí.

Lo que sí es cierto es que esta segunda parte sigue manteniendo su fuerza. Si se es uno de los que disfrutaron con el miedo causado por la primera película (que sigo considerando lo mejor que nos ha llegado del "terror oriental") entonces la segunda no puede decepcionar. Puede que no alcance los niveles de maestría de la primera ahora que la fórmula ha sido develada (no solamente por la anterior parte sino por sus innumerables imitaciones) pero no queda duda de que a la hora de mostrarnos el terror en estado puro y el Mal en su faceta más inexplicable, Kayako y su hijo Toshio siguen siendo dos de los personajes que menos me gustaría encontrar, y en últimas instancias, ninguna discusión sobre originalidad o innovación tiene sentido alguno cuando te enfrentas al recuerdo de esta película en la soledad de tu habitación, sumido en la oscuridad.

8 comentarios:

  1. Anónimo11:11 a. m.

    La segunda mejor que la primera. Da menos miedo pero se me antoja más interesante.
    Por otro lado, dices que se está haciendo la ¡¡¡sexta película!!! de la saga. Yo conozco Ju-On 1 y 2, The Grudge, y ahora se está haciendo la segunda parte de The Grudge. ¿Dónde están las otras dos? ¡¡¡Quiero saberlo!!!

    ResponderEliminar
  2. pues a mi la uno no me convencio mucho... no se... sera cuestion de volverla a ver y decidir si lanzarme a la 2...

    ResponderEliminar
  3. No esta mal, aunque esta por debajo de la primera y tiene momento algo flojos.
    En esta ya se empezaba a notar el deja vu de este sub genero oriental.

    ResponderEliminar
  4. hola!
    Tengo un regalo para ti.. desde dic se me perdio pero lo encontre de nuevo.. escribeme
    Namaste!

    ResponderEliminar
  5. A Mr. Black Queen: las que conocemos como "Ju-On" y "Ju-On 2" son en realidad versiones más pulidas de dos pequeñas películas que hizo Takashi Shimizu en vídeo. Estas cintas obviamente se consiguen sólo en Japón. Si a esto sumamos las dos americanas (de las cuales una sigue en producción) tenemos la nada desdeñable cantidad de SEIS películas. Como dicen por ahí, menudo jeta. Ahora estoy como loco por ver "Marebito", la primera película de Shimizu que NO es de Toshio y Kayako.

    A los demás: es curioso que esta película siempre me trae valoraciones de lo más variopintas. A mí me parece de las más acojonantes que he visto en mi vida, y sin embargo tengo amigos que se han quedado dormidos viéndola. Supongo que el miedo, como la risa, es algo subjetivo.

    ResponderEliminar
  6. Yo y mi circunstancia...
    La primera ya la veo más que discutible y no provoca en mi atisbo de pánico.

    La segunda la veo un exploit descarado, simplemente japoneses muriendo. Veo quizás un jueguecito estructural en ambas que me interesa pero no me dan miedo.

    Un amigo al verlas me dijo "Solo son japoneses muriendo". Así es como las veo. No conseguí conectar para nada.

    ¡Un saludo, y buenas reviews! (hasta me han entrado ganas de volver a verlas)

    ResponderEliminar
  7. Marebito la vi en Sitges hace 2 años, y esa si que me gustó algo más, pero tampoco es que diera especial miedo...

    ResponderEliminar
  8. Anónimo2:57 a. m.

    no, es mucho mejor la version original... hablando claro de la japonesa.

    ResponderEliminar

Información básica sobre Protección de Datos

Los datos que proporciones en este formulario son recopilados y almacenados por el administrador de este blog con el único fin de moderar los comentarios a los artículos publicados. No se comunicarán datos a persona u organización alguna. Tienes derecho a acceder, rectificar y suprimir estos datos en cualquier momento.

Al comentar en este blog aceptas nuestra Política de privacidad

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.