Injustamente olvidado en nuestra época, Steve Miner es uno de los muchos directores de horror que vieron florecer su carrera durante la década de los ochenta, pero a diferencia de la mayoría, supo combinar un interesante estilo personal con un conocimiento objetivo del género lo suficientemente amplio como para resucitar el material de otros creadores. Su filmografía no se limita al horror, ya que ha probado suerte literalmente en todo, y a pesar de que la llegada de la década de los noventa prácticamente lo desterró a los terrenos de la televisión, los nuevos proyectos en los que se ha embarcado parece ser que su regreso está más que asegurado. A lo mejor es la parte nostálgica de mí la que pide esto, ya que las películas de este cineasta ocuparon muchas horas de mi niñez.
Steve Miner comenzó su carrera a las órdenes de otros dos míticos del cine de horror: Wes Craven y Sean S. Cunningham, quienes a principios de los 70 luchaban por sacar adelante su proyecto personal que les colocaría en la mira de aquel sub-género de "violación-asesinato-venganza": La última casa a la izquierda (1972). Miner trabajó como asistente de dirección, y la experiencia sirvió para que Cunningham solicitara sus servicios varios años más tarde, específicamente como productor asociado para Viernes 13 (1980). No hace falta decir que la película resultó un éxito colosal, y Steve finalmente obtuvo su primer trabajo como director a cargo de la secuela. Efectivamente, Viernes 13 parte II (1981), su ópera prima, le dio el honor de ser el hombre que por primera vez dirigiera a esa máquina de matar llamada Jason Vorhees. Privilegio similar tendría al año siguiente, cuando dirigiera Viernes 13 parte III (1982) y colocara al asesino de Crystal Lake la máscara de hockey que le acompañaría por el resto de su vida. Miner realizó esta película en 3-D, en el mejor estilo de auto-cine, y aunque no resultó un éxito tan colosal como las dos anteriores, sí consiguió que la industria se fijara en él como realizador.
En 1983, Steve Miner propuso a los estudios realizar una versión americana de Godzilla, e incluso consiguió que los estudios Toho en Japón aceptaran el proyecto. A pesar de eso, su visión del monstruo resultó demasiado ambiciosa para la época, y el presupuesto de 30 millones de dólares que lanzó sobre la mesa espantó a los estudios. Por fortuna, pocos años después realizaría una de sus mejores películas, la comedia de horror House (1986), que se convirtió rápidamente en un film de culto. El éxito estaba prácticamente asegurado para Miner, que pasó al género de la comedia y a realizar varios trabajos para la televisión. Pocos años después regresaría a los vericuetos del horror con Warlock (1989), la película que supueso el descubrimiento en serie B del actor británico Julian Sands, cuya presencia prácticamente acapara la película.
La década de los 90, transcurría sin mucha gloria para este director, ya que sus siguientes intentos de cambiar de género no resultaron tan exitosos. Desde la melodramática Forever Young (1992) con Mel Gibson hasta la comedia del dúo Rick Moranis/Tom Arnold Bully (1996), algo parecía decirle a Steve Miner que no estaba en su sitio. Mientras tanto cubría su cheque alimenticio trabajando como director en numerosas series de televisión. En este sentido llevó su estilo a prácticamente todo cuanto saliera por la tele, desde Chicago Hope y The Practice hasta Dawson's Creek y Felicity, en un caso de auténtica esquizofrenia creativa.
Por aquellos días, el éxito de Kevin Williamson hizo que los estudios pusieran sus ojos nuevamente en el género del terror, y ya que Dimension Films estaba en la cresta de la ola, se pensó en Miner para resucitar la franquicia de Michael Myers. Fue así como nuestro amigo fue contratado para dirigir la séptima entrega de la saga: Halloween H20 (1998). Sabiendo perfectamente a aquello a lo que se enfrentaba, Steve Miner tomó la sabia decisión de ignorar completamente todas aquellas secuelas que habían sido realizadas después de la segunda parte, y retomar la historia como si las entregas 3, 4, 5 y 6 nunca hubiesen sucedido. Fue así como la séptima parte nos llevó al reencuentro entre el slasher Michael Myers y su hermana Laurie veinte años después, cuando ella pensaba que se había librado para siempre de su perseguidor. En un toque magistral de ironía y auto-cita, Steve Miner sitúa la historia en un campamento de adolescentes que Laurie (interpretada nuevamente por Jamie Lee Curtis) administra junto a su hijo. La película resultó exitosa, y permitió a su director embarcarse en otro proyecto, Lake Placid (1999), remake de una olvidada película de monstruos acerca de un cocodrilo gigante que aterroriza un destino turístico.
Actualmente Steve Miner ha vuelto a caer en los terrenos de la televisión, dirigiendo episodios de Smalville o Jake 2.0. Sin embargo, ya prepara sus dos nuevos proyectos para el futuro, y que podrían significar su regreso a la palestra: The After Killer (2006) y El día de los muertos (2007), la nueva versión del clásico de George Romero. ¿Cómo es posible que lo hayan olvidado para la serie Masters of Horror? La respuesta a esto se me escapa. En todo caso, algún día aprenderán.
"House", sin duda es genial, y "Warlock" tiene la mala leche necesaria para tomarle cariño a Julian Sands a pesar del resto de películas que haga...
ResponderEliminarPues es un director que no tenía en mente,no. Lo tendré en cuenta.
Y por cierto, me acabo de hacer con la serie Masters of Horror. Aún no he visto nada. ¿Algún capítulo en concreto?
¿Esta disponible masters of horror en la mula?
ResponderEliminarBueno, aunque hayan ignorado a Steve Miner siempre podra haber una "secuela" con otros artesanos mas humildes.
Un saludo!
Aún no he podido ver "Masters of Horror", pero imagino que se conseguirá en la Mula. Son 13 episodios, y por lo que he podido ver por las reseñas, me interesa especialmente "Homecoming", dirigido por Joe Dante, y que al parecer ha sido bastante polémico por su argumento: varios zombis de soldados americanos muertos en tierras lejanas que llegan a través del mar a Estados Unidos en tiempo electoral... para votar contra el presidente que los envió a morir en una guerra absurda. Díganme si no está espectacular eso.
ResponderEliminarEspectacular es poco. Joe Dante es un director que espero aqui ver (reinvidicadisimo) mas de lo que cabe. Es un magnífico satiro, y un gran amante de la mejor serie B. De hecho es el capítulo que mas esperaba.
ResponderEliminarSu filmografía esta llena de auténticas delicias de complicidad para el espectadoro (le hablo de Aullidos, Gremlins, El chip prodigioso, Matinee) Y en "Looney Tunes" aunque es un film claramente con muchas convenciones obligadas, le digo yo, que se esconde tambien un producto muy inteligente. Muchisimo mas que Space Jam.
Un saludo!
Sí que están en la mula.
ResponderEliminarProbad en Asia-Team
Ya he visto un par de capítulos...
el de Don Coscarelli (no mata, pero es lo suficientemente fuerte para que les haya picado a los censores de TV yanquis), y el de Stuart Gordon (basado en Lovecraft..., la verdad es que tampoco)
No sé. A ver los otros (de momento sólo tengo 5. Ya contaré.