Bueno, que empiece el vapuleo, lo diré de una vez: The Eye, la película de los hermanos Pang, uno de los estandartes del llamado "terror oriental", no me gustó para nada. Sé que es casi un sacrilegio decirlo (lo he comprobado al ver que incluso Rottentomatoes le da un "fresh") pero trataré de argumentar mi desagrado lo más claramente posible.
The Eye narra la historia de Mun, una joven de Hong-Kong que recupera la vista (perdida desde su más tierna infancia) al recibir un transplante de córnea de un donante desconocido. Al principio todo va bien, pero poco tiempo después la muchacha comienza a tener visiones extrañas, desde la clásica "I see dead people" hasta una habitación misteriosa que parece fundirse con la suya, lo que evidentemente nos lleva a pensar que la chica está recibiendo las "visiones" de su anónima salvadora. La idea, es verdad, no tiene nada de original (véanse títulos como la hilarante The Hand y un bodrio made-for-TV llamado La mirada del asesino) pero esto no tiene necesariamente que ser malo. A lo largo de la película, Mun y su médico/noviecito Wah (quien se ve demasiado joven para ser un doctor) deben, como no, investigar de donde viene el transplante y contrarrestar la maldición.
La cinta tiene momentos que dan bastante miedo, no lo voy a negar. De todos los sustos, el que debo destacar es el de un anciano dentro de un ascensor (realmente no tiene desperdicio esta escena) pero en general, se trata de una película que se olvida rápidamente. Los hermanos Pang (que recientemente acaban de estrenar una secuela en espera del inminente remake americano) se han pasado, en mi opinión, al querer ofrecernos una historia complicada que, para colmo de males, han rematado de una manera espectacular digna del cine de acción de Hong-Kong, ese que popularizara Chow Yun Fat y otros del género. Si algo tenían de bueno películas como Ringu (1998) y Ju-On (2003), los otros estandartes por excelencia del cine de terror del lejano Oriente, era precisamente su carácter preciosista anclado en la mitología y el ser oriental, algo que resultaba muy efectivo para el espectador de Occidente. En The Eye encontramos poco de eso, salvo una brevísima referencia al culto funerario chino. En este sentido se ha desaprovechado una gran oportunidad, y casi me atrevería a decir que se trata tan sólo de una película más.
Por qué es una cinta de culto, eso sinceramente no lo sé. En mi opinión, The Eye está muy lejos de ser el clásico del que tanta gente habla. Normal, predecible, hasta un poco sosa, prefiero mil veces seguir con las excelentes películas de Takashi Shimizu y Hideo Nakata (sí, incluso una cinta mediocre como Dark Water tiene más atmósfera que esta), y sugiero que los demás lo hagan también.
A mi the eye me gustó mucho, y recientemente he posteado mi aversión por su secuela. De esta primera cinta, lo que me gustó es cómo mezclaba dos generos distintos, el terror y el thriller, porque no se me negará que esta película tiene parte de The Mothman. Además, una cosa que me pareció muy buena fueron los créditos iniciales, la manera de expresar lo que significa el braille me pareció muy acertada, y junto con algunas cosas del resto del metraje (en especial lo de la habitación), me pareció que bien mereció ese premio a la mejor fotografia que se le otorgó en Sitges.
ResponderEliminarY por último, no veo porqué una peli de terror oriental debe ajustarse a los canones impuestos por Ringu (genial) y Ju-On (el niño da yuyu, pero la peli es incomprensible tal y como está montada). A mi me pareció bastante correcta. Previsible el final, quizás hasta cierto punto, pero hoy en día, tampoco hay tantas películas que sorprendan realmente.