martes, octubre 30, 2012

Reseña: La casa muda (2010)

La uruguaya La casa muda (2010), película de la que ya llevamos tiempo escuchando hablar, viene a revelarnos una importante carencia en el hecho de que es la primera cinta de terror latinoamericana que hemos reseñado en Horas de oscuridad, error que planeo enmendar en el futuro cercano. Lo que más se resaltó en el momento de su estreno fue, aparte de lo ínfimo de su presupuesto y lo minimalista de su puesta en escena (una joven que se hospeda junto con su padre en un antiguo caserío rural y es acosada por una extraña presencia que la hará pasar un muy mal rato) fue su factura técnica, ya que supuestamente su director, Gustavo Hernández, filmó toda la película casi sin diálogos y en un gigantesco plano secuencia cercano a los ochenta minutos. Esto, de entrada, os podemos revelar que no es del todo cierto, ya que hay claros momentos en los que se ha "ocultado" el corte entre una escena y otra (digamos que hay un motivo muy claro por el cual la pantalla se queda en total oscuridad varias veces).

Con todo y esto, es en el aspecto formal donde la película se hace más interesante; por mucho que el dichoso plano secuencia no sea real, la cámara se presenta como un personaje más que sigue a la protagonista de forma casi constante y en ocasiones parece tener incluso su propio punto de vista, como si fuese de manera consciente una ventana destinada al público, creando una sensación de inmediatez que se me hizo muy similar a la vivida en cintas como REC (2007). Pero no nos confundamos: en La casa muda no hay una voluntad de imitar el realismo de las películas de metraje hallado o falso documental. De hecho, la película en ningún momento intenta ser cien por cien realista ya que hay música incidental y la cámara juega en ocasiones a desorientar al espectador de forma premeditada pasando de la omnisciencia a la primera persona e incluso creando "planos" fijos y distantes en momentos muy específicos. Alguno de los lectores con mayor conocimiento del oficio cinematográfico que yo podría ahondar en esto, pero en verdad os digo que la forma narrativa de esta cinta es lo que más me ha gustado.

Esto nos lleva claro está al argumento, que como decíamos arriba, no es tan ingenioso. Aparte de ser una historia de casas tenebrosas de toda la vida, la casi perpetua oscuridad de la película reduce muchísimo el espacio y, lejos de proporcionar una sensación de claustrofobia, uniformiza la escenografía en pos de una supuesta atmósfera de desorientación que a mi juicio no se llega a construir de forma efectiva y hace que la cinta sea, francamente, bastante monótona por momentos. De hecho en determinados pasajes me ha recordado mucho a Los abandonados (2007) de Nacho Cerdá, en el sentido de que aquí también se va gran parte del metraje en mirar cómo los personajes exploran habitaciones oscuras con una linterna. A esto se suman algunos problemas de inverosimilitud ya que este deseo de investigación por parte de la protagonista parece privar por encima de la angustia que normalmente produciría un intruso en la casa, máxime cuando dicho invasor ha probado ya ser un asesino. Aunque claro, todo esto imagino que va en pos de los auténticos momentos de horror de la película, entre los que se incluyen varios de los más típicos clichés de cine de miedo como los falsos clímax, las fotos antiguas o las subidas de audio. Todos estos sustos a veces funcionan y a veces no. No es realmente algo demasiado destacable, pero la cinta tiene sus buenos momentos de miedo, y en algunas ocasiones consigue crear ese vínculo emocional con el espectador debido a la cercanía estética con la protagonista y su "realista" puesta en escena.

Por desgracia todo se echa a perder casi al final de la cinta con una revelación sorpresa absurda y tramposa que tiró por los suelos todo mi disfrute inicial. De no haber tenido este giro argumental y haber optado por una historia quizás más literal y "sencilla", La casa muda habría terminado siendo un interesante ejercicio de estilo y una entrada bastante solvente en el mundo del horror de ambientación rural. No voy a deciros cual es dicho giro final, pero si os advertiré que es de esos que hacen replantearse todo lo que ha pasado antes, por desgracia revelando las trampas de guión y ambientación diseñadas para engañar al público de una forma muy básica y tonta. Con todo y esto, esta película de Gustavo Hernández causó bastante ruido en su momento e incluso tuvo como consecuencia un remake americano que aún estoy pendiente de ver pero que por lo visto no se aleja demasiado del original. 

2 comentarios:

  1. Oye, no la conocía... La voy a bajar, porque me parece interesante :)

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  2. Anónimo4:01 p. m.

    Ya que subiste la crítica de una peli uruguaya puedes hacer lo mismo con una argentina jaja "Sudor Frío", igual, personalmente mucho no me convenció.

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