En 1981 Wes Craven estrenó Bendición mortal (1981), un thriller a la vieja usanza que sin embargo hacía gala de una trama que bien podría ser convertida en una cinta de corte erótico: un misterio que gira en torno a una secta de fanáticos religiosos puritanos y una hermosa viuda a quien ven como un demonio tentador y asesino. La cinta no sería hoy demasiado conocida si no fuera porque en ella encontramos parte de los orígenes actorales de Sharon Stone, mucho antes de que Paul Verhoeven la convirtiera en una estrella. Precisamente es la señorita Stone la que aparece en el cartel de la película, y que es el que mostramos arriba de estas letras. No hay que ser muy observador para darse cuenta de dónde está el llamado de este cartel: la expresión de innombrable placer de la chica unida al apretujamiento de esos pechos turgentes pobremente cubiertos por un escote de categorías mayores. Lo calenturiento de la escena está, por supuesto, contrastado por esos colores fríos que parecen ser los indicadores de que esas manos intrusas (oscuras, toscas) no vienen con buenas intenciones, por mucho que la damisela en apuros parezca entregarse voluntariamente a las apetencias carnales de su agresor.
Pero claro, el carácter explotativo de este cartel sólo se manifiesta realmente cuando vemos el fotograma al que hace referencia, con la verdadera Sharon Stone (quien, hay que decirlo, no es ni siquiera la protagonista) en el momento en el que es sorprendida por el desconocido asesino. A la vista saltan no sólo las más modestas "prominencias" físicas de la chica en cuestión, sino además el gesto que acompaña su cara: ojos abiertos, expresión de súbito espanto, sin el mentón apuntando hacia arriba en gesto Herbal Essence. En fin, que salta a la vista que el cartel ha buscado revertir el efecto que crea esta escena particular, y lo que en la película da miedo, en el póster es sólo morbo del clásico.
Dicho truco fue bastante común en los años ochenta y se ha mantenido hasta la actualidad, y no sólo en los limitados circuitos del vídeo y las producciones más modestas. Quizás en otra ocasión volvamos sobre este tema. De momento, este ha sido el primero de una serie de pequeños textos sobre los momentos más deliciosamente explotadores que los desvergonzados publicistas cinematográficos nos han dejado.
Y por cierto, si queréis saberlo, no tengo ni idea de qué pondré en el número 2.
OOOOOH, QUÉ GRAN SECCIÓN!
ResponderEliminarMe declaro fan incondicional. Posiblemente habrá que plagiarla, para que el archivo de exploitapuntes sea tan inmenso como merece.
Pues vaya si nos timan, jejej la verdad ke no parecen la misma chica la del cartel y la de la pelicula.
ResponderEliminarPor cierto, sharon stone estaba muchisimo mejor años despues de mas madurita ke siendo una veinteañera, para mi opinion, jeje. Saludos.
PD: Yo diria ke el erotismo y el genero de terror conjugan bastante bien, me gustaria ke algun dia hicieras algun escrito sobre la explotacion de estas dor vertientes en un mismo film.
PD2: Por cierto, me declaro fan incondicional de tu pagina, me he leido todas las reseñas y me a servido enormemente como guia para bajarme grandes clasicos del cine del terror. Estoy muy agradecido, gracias. Tienes toda la buena publicidad de mi parte.
A mí me viene ahora a la memoria el cartel del primer "Phantasma" de Coscarelli, con aquella chica de enormísimos pechos tratando inútilmente de taparse los ojos para no ver algo horrible.
ResponderEliminarHuelga decir que ni la chica ni la escena aparecían en la peli, pero seguramente el feo careto de Angus Scrimm o la calva de Reggie Bannister hubiesen sido mucho peores reclamos para los adolescentes de la época...
La verdad es que hay que reconocer que Wes Craven ha tenido grandes patinazos a lo largo de su carrera pese a ser creador de peliculas tan buenas como "pesadilla en elme Street" y "Scream", a veces parece no haber sabido plasmar muy bien cinematograficamente sus ideas, aunque estas fuesen buenas.
ResponderEliminarCon el tiempo me he preguntado si en verdad Wes Craven es un genio o es que nosotros sencillamente nos hacemos la vista gorda ante sus mayoritarios (sí, son mayoría) patinazos, concentrándonos únicamente en sus películas buenas. Esta duda todavía no está resuelta.
ResponderEliminarQuizás es q exigimos demasiado a los autores. No todas sus obras tienen pq ser especialmente novedosas ni originales, lo q importa es q mantenga su estilo. Para mi un ejemplo de deformación del estilo es el de los últimos libros de Stephen King. La calidad es muy baja y casi no parecen de él.
ResponderEliminarEs super sensual el poster. Creo es la primera vez que veo a Sharon Stone tan bella.
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