Se le conoce como el hombre en quien se puede confiar a la hora de adaptar a
Stephen King, y no es para menos, ya que la relación entre Frank Darabont y el autor de Maine viene desde muy lejos: su primer trabajo como director data de un corto de 1983, titulado
The Woman in the Room (1983), adaptación
muy libre del relato de Stephen King
La mujer de la habitación. Si resalto las libertades que se tomó el corto es porque el trabajo de Darabont tiene unos tintes sobrenaturales y terroríficos de los que carece el cuento de King, que va más bien sobre la eutanasia y la aceptación de la pérdida de la madre. Al parecer, ell gusto por lo macabro debe haberse quedado con Darabont, cuya siguiente película fue un trabajo para la televisión titulado
Enterrado vivo (1990), a decir verdad no demasiado destacable.
La hora decisiva para Darabont llegaría cuatro años después, cuando estrenara su primer largo para cine, Cadena perpetua (1994), una vez más adaptando a Stephen King. La diferencia está en que esta vez el director se mantuvo lo más alejado posible del terror, entregando una película dramática que estuvo a punto de otorgarle el Oscar, experiencia que repetiría con su segunda película, La milla verde (1999), también basada en una novela de King y, curiosamente, también con una trama carcelaria. Todos podríamos pensar que a la tercera va la vencida, pero no fue así, ya que su siguiente película, The Majestic (2001), pasó con más pena que gloria y sólo es recordada actualmente como otro de los chascos que se ha llevado Jim Carrey al tratar de pasarse a roles más "serios".
Pasarían casi seis años para que Frank Darabont se atreviera con otro largo, y esta vez finalmente volvería al género del que había salido: nuevamente adaptando a Stephen King, Darabont ha estrenado en Estados Unidos La niebla (2007), adaptación de un relato que Stephen King ya había reciclado (hasta cierto punto) en su guión para La tormenta del siglo (1999). Para la fecha en la que escribo esto, todavía no hemos tenido la oportunidad de verla en España, pero ha cosechado buenas críticas, demostrando que, efectivamente, el nombre de Darabont sumado al de Stephen King es algo que no se puede desdeñar tan fácilmente. Ahora bien, si este es su primer largometraje para cine de terror, ¿por qué incluir el nombre de este personaje en la sección de míticos?
Muy sencillo: porque Frank Darabont es más conocido para el género de terror por su faceta como guionista, mucho más prolífica de lo que deja ver su por lo demás escasa obra como director. Escribir ha sido la actividad que más tiempo le ha llevado a este hombre desde el día en que
The Woman in the Room le dio la notoriedad necesaria para que New Line Cinema le fichara para escribir el guión de
Pesadilla en Elm Street 3 (1987), parte de una saga en la que se formarían varias personalidades del género y que en aquella ocasión era dirigida por Chuck Russell. Darabont volvería a firmar un guión para este director al año siguiente, específicamente en el remake de
The Blob (1988), uno de
esos raros casos en los que (para mí al menos) una versión actualizada de una película es capaz de superar a la original. Los ochenta para Darabont se cerrarían luego con su guión para
La mosca 2 (1989), secuela explotativa de la película de David Cronenberg y que Darabont firmó junto a Mick Garris.
Ya en los noventa, Darabont se mantuvo bastante ocupado con la televisión, escribiendo los guiones para dos episodios de
Cuentos de la cripta, así como varios para la serie de
Las aventuras del joven Indiana Jones, algo que cimentaría un largo vínculo laboral con George Lucas que se rompió al parecer cuando el creador de
La guerra de las galaxias (1977) rechazó su guión para la cuarta entrega de las aventuras del hombre del sombrero y el látigo. Durante toda esa década Darabont sólo escribiría un guión para cine: el de
Frankenstein de Mary Shelley (1994), película que Francis Ford Coppola produjo para aprovechar el inesperado éxito de
Drácula de Bram Stoker (1992), que le había literalmente salvado el pellejo a su productora.
Hoy en día, mientras se esperan los resultados taquilleros de La niebla, Frank Darabont prepara el rodaje de uno de sus proyectos más antiguos: la nueva adaptación de Farenheit 451 (2009), en la que nuevamente tendrá a Tom Hanks de protagonista. Del género de terror no parece haber mucho, pero sí de Stephen King: al parecer, nuestro personaje de hoy se ha agenciado los derechos de adaptación de La larga marcha, aunque todavía no se sabe si será el director. Dados los resultados previos, esperemos que sí.