Se acaba el 2012, un año especial en muchos sentidos, y no sólo porque no se estrenó ninguna secuela de Saw. Habréis sin duda notado que ha sido el año menos productivo de Horas de oscuridad (apenas 45 entradas en comparación con las 140 del 2009), pero honestamente podemos decir que hemos estado bastante liados, no sólo en cuestiones personales sino también por la publicación de nuestra novela y nuestra antología de relatos, que (recuerden) están allí a su disposición. Y ahora que hemos demostrado no tener vergüenza a la hora de autopromocionarnos, vayamos a lo realmente importante. En este post finalmente os quiero ofrecer un podio con lo que considero las tres películas de terror más destacables de este año que termina. La decisión no ha sido fácil, precisamente porque este año la calidad de los estrenos que me ha tocado ver ha sido un poco más alta de lo normal. Aún así, me he visto obligado a reducir, así que aquí la tenéis. Recordad que cualquier comentario puede ser dejado en la sección correspondiente o en nuestra web de Facebook, y recordad asimismo que a pesar de que esto está puesto en forma de ránking, el orden de las películas no necesariamente refleja nada.
Páginas
lunes, diciembre 31, 2012
Brevísimo ránking de horror del 2012
domingo, diciembre 30, 2012
Reseña: Maniac (2012)
sábado, diciembre 29, 2012
Reseña: Maniac (1980)
Al igual que esta última, Maniac está ambientada en Nueva York, lo cual no es una casualidad ya que en aquel entonces existía una tendencia bastante generalizada de mostrar a esta ciudad como un escenario de depravaciones y sede de un inframundo temible del que forma parte el protagonista, Frank Zitto, un hombre patético que se la pasa encerrado en su minúsculo apartamento rodeado de grotescos maniquíes y venerando la imagen de su madre muerta, pero que de vez en cuando sale por las noches a asesinar jóvenes mujeres a las que arranca el cuero cabelludo. Lo interesante en todo caso de la película de Lustig es que lo vemos todo a través de la perspectiva de Frank; en Maniac no hay subtramas ni ningún personaje importante aparte del asesino, con la probable excepción de una fotógrafa con la cual Frank desarrolla una fijación y que está interpretada por la bellísima actriz británica (y diosa del cine de género) Caroline Munro, pero su participación al final no termina siendo tan destacada; aparte de esta breve dispersión la película se centra casi exclusivamente en Frank y la progresiva degeneración que sufre por medio de sus crímenes.
Esta degeneración está mostrada no sólo a través de la excelente actuación de Joe Spinelli (quien también aparece acreditado como guionista y co-productor) sino también en cuanto a la estética; así como la ciudad de Nueva York es retratada en todas sus miserias de callejones abandonados, puertos decadentes, hoteles de mala muerte y tenebrosas estaciones de metro vacías, Lustig y Spinelli nos muestran a un asesino feo, gordo y francamente desagradable que realza su condición de infraser, en marcado contraste con el ambiente cromáticamente agresivo del apartamento del asesino, mostrado en un alarde visual inspirado en las cintas del giallo italiano. Es curioso que esta película terminara estrenándose paralelamente a Inferno (1980), de Darío Argento, cinta también ambientada en Nueva York y de la cual incluso recicla las tomas aéreas de la ciudad. Y finalmente, otro de los grandes aciertos técnicos de la película está en los magníficos efectos especiales de Tom Savini (quien tiene un breve papel como actor en la película), y que repite aquí varios de los trucos y materiales de trabajos anteriores como El amanecer de los muertos (1978) o Viernes 13 (1980). El trabajo de Savini es en verdad grandioso, y la película muy probablemente no habría tenido el mismo efecto de no haber contado con él.
Es precisamente esta efectividad en cuanto a la muestra explícita de violencia lo que dio a Maniac su condición de película maldita. La crítica de aquel entonces la destrozó, tachándola de misógina y dañina (famosos son los comentarios del crítico Gene Siskel que afirmó haber abandonado la proyección transcurridos pocos minutos) y haciendo que terminara incluso prohibida en varios países. No fue sino hasta hace relativamente poco que ha sido posible encontrar ediciones domésticas que le hagan justicia, y mucho me temo que el principal motivo de esto sea su reciente remake. Pero de todas formas, cualquiera que sea el motivo, hay que echarle un vistazo aunque sea para reencontrarnos con uno de los ejemplos más interesantes de psicópatas cinematográficos de una muy fértil década.
viernes, diciembre 28, 2012
Reseña: Sleepaway Camp (1983)
jueves, diciembre 27, 2012
Casi 500
miércoles, diciembre 26, 2012
Reseña: Juan de los muertos (2011)
martes, diciembre 25, 2012
Reseña: La maldición de Rookford (2011)
El argumento al que hacemos referencia pone al personaje de Rebecca Hall como una investigadora de lo paranormal en la Inglaterra de los años veinte, empeñada en descubrir a los numerosos fraudes y embaucadores en una era dada particularmente al espiritismo y una sociedad herida por la experiencia de la Primera Guerra Mundial. Esta mujer es llamada a un internado en medio del campo inglés para investigar la supuesta aparición de un fantasma que se ha saldado con la muerte de uno de los niños. Ya con este inicio tenemos otro lugar común que no habíamos mencionado: el del personaje radicalmente escéptico que termina enfrentándose con lo sobrenatural.
Si hay un punto a destacar de La maldición de Rookford es la estética, muy probablemente debido a rodar en una locación real y aprovechar la ya de por sí fantasmagórica atmósfera de ese internado en medio del bosque. En este sentido he de reconocer que el director Nick Murphy consigue emplear a fondo su escenario y otorgarnos algunos elementos memorables como la misteriosa casa de muñecas que la protagonista encuentra en una habitación abandonada, pero muy pronto toda esta sutileza se pierde en sustos repentinos, falsas pistas que no llevan a ninguna parte, y algunas penosas apariciones del fantasma montadas por medio de tecnología informática. La revelación sorpresa del final tampoco es lo que se diga muy destacable, e incluso es de esas que buscan dejar bien masticado todo al incluir hasta un rápido montaje de escenas anteriores que explican lo que estamos viendo de forma innecesaria. Esta revelación final para mí falla por otro motivo más importante, y es el intento de hacer más "accesible" el tema sobrenatural al darle una connotación más humana, despojándolo de su inherente grado de misterio para darle un acercamiento al Drama (así, con mayúscula). Esta actitud, por desgracia muy extendida en una línea autoral que parece querer dignificar el fantástico a través de (precisamente) la negación de sus elementos fantásticos, me parece bastante lamentable.
Así que en definitiva no entiendo muy bien de dónde han venido los elogios a La maldición de Rookford más allá de las ansias por ver historias de terror de corte clásico. Honestamente creo que hay otros ejemplos mucho mejores en los que se puede usar el tiempo. Y no hablamos aquí de los típicos referentes como The Haunting (1963), sino incluso de trabajos mucho más recientes enmarcados dentro de los estrenos filogóticos europeos como El espinazo del Diablo (2000), Los otros (2001) o incluso El orfanato (2007), todos ellos mucho más recomendables que esta de la que hablamos hoy.
sábado, diciembre 22, 2012
Reseña: Sint (2010)
Siguiendo en esta fiebre que nos ha dado por las películas de terror con temática navideña, se hace necesario hablar aquí de Sint (2010), una simpática producción holandesa que marca entre otras cosas el regreso al cine de horror del cineasta neerlandés Dick Maas, quien se había prácticamente apartado del género desde los tiempos de sus dos películas más conocidas, El ascensor (1983) y Amsterdamned (1988). En esta ocasión, Maas nos trae una historia muy similar en cuanto a premisa a la finlandesa Rare Exports (2010) transformando en esta ocasión la imagen de San Nicolás de Bari, encargado en los Países Bajos de traer los regalos en las fiestas navideñas, en un zombi sediento de sangre que comete una masacre en la ciudad de Amsterdam en aquellos años en los que su festividad (el 5 de diciembre) toca en luna llena.
viernes, diciembre 21, 2012
Algunos recordatorios
Si queréis quedar bien con alguien estas Navidades, regalarle nuestra novela Dragún es una buenísima idea.
Si queréis quedar bien con vosotros mismos, auto-regalaros nuestro libro de relatos Damas, bestias y otras, disponible en Kindle, ahora en versión corregida y extendida con un relato adicional. La edición en formato físico viene muy pronto, en caso de que la lectura digital no sea lo vuestro.
jueves, diciembre 20, 2012
Reseña: Silent Night, Deadly Night 2 (1987)
lunes, diciembre 17, 2012
Reseña: Underworld: Awakening (2012)
viernes, diciembre 14, 2012
Reseña: Silent Night, Deadly Night (1984)
martes, diciembre 11, 2012
Es ESE momento del año: La encuesta del 2012
lunes, diciembre 10, 2012
Reseña: The Monster Squad (1987)
Si quien lee esto creció durante los años ochenta muy probablemente haya visto The Monster Squad (1987), o como se le llamó en España, Una pandilla alucinante. No es exagerado decir que esta comedia de terror de 1987, aunque en su momento haya sido un fracaso taquillero, ocupa hoy un lugar especial junto con Los Goonies (1985) o El vuelo del navegante (1986) en el imaginario nostálgico que comparten aquellas cintas que mezclaban el cine de género con las vivencias de una pandilla de críos enfrentados a situaciones que les desbordaban. Así como las dos películas arriba mencionadas tocaban, respectivamente, el cine de aventuras y de ciencia-ficción, la cinta de la que hablamos hoy mezcla el mundo pre-adolescente con el horror al enfrentar a un grupo de chicos contra los monstruos del terror clásico unidos en un mash-up que bebe directamente de las fuentes de la Universal al combinar a Drácula, el hombre-lobo, la momia, el monstruo de Frankenstein y la criatura de la laguna negra, decididos a conquistar el mundo a través de la obtención de un amuleto mágico.
domingo, diciembre 09, 2012
Reseña: V/H/S (2012)
Pero quizás el mayor escollo al que debe enfrentarse V/H/S es uno que paradójicamente no pertenece al de las cintas de metraje hallado sino por el contrario a las películas de antología, y no es otro que la desigualdad de los diferentes segmentos en cuanto a calidad. En el caso de la película que hoy nos ocupa, esto se hace más evidente al estar rodados los seis cuentos por directores distintos, entre ellos el muy prometedor Ti West, quien sorprendentemente se encarga de la historia que a mi parecer es la más floja de todas. El resto de los cuentos hacen una labor bastante decente en cubrir varios de los distintos arquetipos de cine de terror que hemos encontrado en los últimos años, desde el muy básico creature feature inicial (el mejor de todos en mi opinión) hasta una historia de casas embrujadas que cierra la película (que también me parece muy destacable). El resto de las historias manejan otros códigos bastante conocidos como el slasher rural o incluso un segmento visto completamente desde la perspectiva de una webcam que se convierte en una evidente emulación del horror minimalista de Paranormal Activity con un toque del thriller polanskiano de apartamento.
Como decíamos arriba, la desigualdad de los distintos relatos en cuanto a su efectividad como cine de terror juega bastante en contra de V/H/S, pero no es el único problema; las ansias de "realismo" del formato y sus intenciones de hacerse pasar por material bruto no pasan de ser un mero guiño estético sin consecuencia alguna porque el espectador sabe que aquello que está viendo es una simulación. Por este motivo, el auténtico disfrute de una película de estas características no está en que de miedo o no sino en la utilización de los diferentes tipos de imaginario terrorífico de los que se vale, y que no están tan bien utilizados. Quizás sea por esto que yo al menos considero el primer y último segmento como los mejores y los que hasta cierto punto salvan la película. Lástima que el marco narrativo utilizado sea tan pobre porque la presentación de los personajes que "ven" las diferentes historias junto a nosotros parecía preparar un desenlace impactante que finalmente se queda en nada.
Aquellos que no la hayan visto aún seguramente se habrán dado cuenta ya de que esta película ha generado una gran expectación que se ha visto acompañada por una agresiva campaña publicitaria en internet propiciada principalmente por los chicos del portal web Bloody Disgusting (quienes además son productores de la película). Personalmente no me ha impresionado demasiado, al menos no en su conjunto, pero sí que cuenta con un par de historias muy interesantes que hacen que valga la pena. Por lo visto, a pesar de que las reacciones han sido bastante variadas, la cinta ha generado el éxito suficiente para dar salida a una secuela que tendremos con toda seguridad el año que viene, si es que la moda del metraje hallado sigue en pie para entonces.
viernes, noviembre 16, 2012
Reseña: Silent House (2011)
Como sin duda todos sabréis a estas alturas, Silent House (2011) es el remake americano de la cinta de terror uruguaya La casa muda (2010), la cual ya reseñamos en esta página hace relativamente poco. La escasa demora por parte de la maquinaria hollywoodense en hacer su propia versión de la cinta de Gustavo Hernández se explica en gran medida por una tendencia desesperada a aprovechar cualquier cosa que pueda demostrar un poco de originalidad (paradójico, sí) en aunque sea de forma superficial. Dicho esto el remake parte de una premisa prácticamente idéntica incluyendo el famoso gimmick según el cual la película está rodada en un único plano secuencia de noventa minutos. Eso, y el hecho de que su propuesta minimalista y su escasez de medios augurara un presupuesto bastante reducido, la hacían sin duda una pieza muy atractiva para el cine de terror comercial de rápido rendimiento que ha plagado las carteleras desde el estreno de Paranormal Activity (2009).
La mención de la película de Oren Peli no es arbitraria y viene al caso más que por una simple estrategia comercial, ya que Silent House toma varias lecciones estilísticas de dicha película que se alejan del original uruguayo en el que se basa; si bien no estamos realmente ante un ejemplo de narración del metraje hallado, sí que tenemos aquí un intento bastante marcado de realismo documental que va desde la falta de créditos iniciales hasta el escaso uso de la música incidental. Pero por otro lado, esta versión se diferencia de su predecesora en que sus responsables han querido hacerla más digerible al público mayoritario aplicando ciertos cambios en beneficio de su comercialidad. No se explica de otra forma la escogencia como protagonista de Elizabeth Olsen (hermana menor de las famosas gemelas de Full House), la mayor cantidad de personajes, una mucho mayor cantidad de diálogos y una más amplia variedad estética alejada de la fotografía azul de la cinta original. También el argumento está ligeramente cambiado y adaptado a un contexto más de clase media/alta americana, puesto que ahora se trata de una hija que viene con su padre y su tío a limpiar su casa de veraneo, lo que la diferencia del ambiente rural de la cinta uruguaya y sus protagonistas campesinos.
De la misma forma, la relación padre/hija/tío se presenta de forma tan positiva al inicio que hace aún peor el clímax de la película y menos creíble aún el absurdo final, que han mantenido igual al del original al menos en cuanto a lo que se revela ante el público. Al igual que en la película original, dicha revelación se carga todo lo que había venido antes debido a esa cansina idea de que los-peores-monstruos-son-los-de-la-mente o los-mayores-fantasmas-son-los-del-pasado, aunque es justo decir que este remake intenta meter más caña en su tramo final de lo que pudo hacer su antecesora. Lo digo así porque los últimos veinte minutos de Silent House cambian sustancialmente su estilo en comparación con la película original, mostrando aquí un clímax más surrealista y extravagante que reconozco sienta bien pero no se salva de la inclusión de elementos sin sentido propios de un guión tramposo y una revelación tirada de los pelos. Quizás el hecho de que ya conocía el final hizo que el sinsentido de este fuese aún más notable, pero aún sin saber lo que se avecina es difícil no sentir vergüenza ajena por el dramatismo de culebrón que muestra este giro argumental, así como lo abrupto del final, mucho más seco y tajante que el de la cinta en la que se basa.
Los que se hayan pasado aquí antes saben que La casa muda no fue una película que me entusiasmara mucho más allá de su al menos interesante propuesta narrativa. Sin embargo, Silent House parte con desventaja al simplemente repetir aquello que hacía la original interesante e introducir varios cambios que no mejoran la película para nada sino que por el contrario la hacen más del montón. En cuanto a experimento formal, yo recomendaría mil veces pasarse mejor por la original y dejar esta versión como lo que en el fondo es: un ejemplo más de este terror desganado y fácil de bajo presupuesto que basa todo su potencial de miedo en silencios de anticipación y ruidos repentinos. Bastante pobre, incluso para esos estándares.
miércoles, noviembre 14, 2012
Tres tristes trailers 38
Me preguntaba desde hace varios años cuanto tardarían en hacer un remake de Silent Night, Deadly Night, probablemente una de las más famosas películas de terror de ambientación navideña que existen, no tanto por su calidad sino por lo que en su momento fue la rompedora idea de hacer un Papá Noel asesino, por mucho que no fuese realmente Papá Noel sino un psicópata vestido como tal. Esta nueva versión, titulada simplemente Silent Night, parece partir de esa misma idea al mismo tiempo que sugiere unas intenciones distintas que se notan en la mayor factura técnica y en el hecho de que esta vez el asesino no es simplemente un desequilibrado sino una fuerza anónima más parecida a un slasher tradicional con su villano de características casi sobrehumanas. El lanzamiento de este avance me ha dado pie, sin embargo, a comenzar a preparar las reseñas de las cinco entregas de la saga original. Así que preparaos, porque en diciembre las tendremos aquí.
Cuando se anunció en su momento Warm Bodies no fue poca la gente (me incluyo aquí) que pensó que estábamos ante una explotación más del éxito de Crepúsculo, quizás por el hecho de que la cinta cuenta con los mismos productores y de que el look del chico protagonista es muy similar al del personaje principal del romance vampírico de Catherine Hardwicke, pero este primer avance nos muestra lo muy equivocados que estábamos todos. De hecho, me atrevo a decir que tras ver este trailer (que por desgracia está lleno de spoilers a todo tren) podemos comprobar que la película, más que una edulcorada historia de amor adolescente, es una comedia zombi con muchos más elementos en común con cintas como Fido o Wasting Away, y por lo menos a mí me ha convencido, mucho.
Y liderando el puesto de los trailers más comentados de la semana tenemos el de World War Z, la esperada adaptación del libro de Max Brooks que por lo visto ha dejado decepcionados a la mayoría de aquellos que tenían fe en este proyecto. Personalmente, y siendo yo bastante entusiasta con el (genial) libro de Brooks, debo decir que tras ver el avance lo que me chirría no es la falta de rigurosidad de la adaptación (¿tiene sentido ver en la pantalla exactamente lo mismo que hemos leído?) sino el hecho de que por lo visto está será una película que no tomará ningún riesgo y hará lo mismo que todas las historias de zombis que llevamos viendo casi una década, sólo que con muertos vivientes CGI, estrellas mainstream en el elenco, y una tendencia bastante preocupante de eludir los componentes de serie B que caracterizan a este género y que aquí por lo visto no se quieren resaltar para nada, puesto que no me parece casualidad que aquí no parezca haber zombis sino los mucho más genéricos "infectados". Eso y que, según cuentan, esta ha sido una producción muy problemática de la que gran parte del elenco y equipo ha terminado despotricando. Pero en fin, todavía queda bastante tiempo para comprobarlo en carne propia.
domingo, noviembre 11, 2012
Reseña: Abraham Lincoln: Cazador de vampiros (2012)
Hace unos meses decidí pasar del estreno de Abraham Lincoln: Cazador de vampiros (2012) pensando que estaba muy claro con qué tipo de película me encontraría. Vista ahora con algo de retraso, hay que decir que el resultado es una película francamente desconcertante, que si bien no está muy lejos de lo que inicialmente pensaba que sería en términos de entretenimiento y de balanza terror/acción, sí ha terminado por sorprenderme en cuanto al tono empleado para contar la historia, hasta el punto en que por lo visto su director, el ruso Timur Bekmambetov (responsable ya de trabajos similares de acción extravagante como Guardianes de la noche (2004) y Wanted (2008), entre otros) ha querido usar el argumento base para añadir un capítulo más a su obra personal y a su estilo particular de ver el género de superhéoes.
El título de la película por sí solo ya dice todo lo que tenéis que saber de la premisa; si bien es sabido ya que la cinta está basada en una novela de Seth Grahame-Smith (quien también se encarga del guión), no está de más repetir que el verdadero motivo de su existencia es subirse al carro que el propio autor montó con su novela Orgullo, prejuicio y zombies, iniciando así una prolífica tendencia por parte de varios autores de mezclar elementos clásicos de la literatura o la historia con aspectos propios de la literatura de género popular. Aclarado esto, he de decir que con todo y su tratamiento de acción, lo más reseñable de la cinta que nos ocupa hoy es el curioso hecho de que no estamos realmente ante una parodia, sino que por el contrario hay un genuino esfuerzo por evadir una mayor concesión al camp y dar al argumento un enfoque bastante más "serio" de lo que podría esperarse al narrar la historia en un tono de bio-pic épico en el que se cuenta la vida de un hombre que se dedicaba a la política de día y mataba vampiros de noche, alternando entre el drama histórico y las acrobacias típicas del cine oriental de artes marciales.
La mezcla no siempre funciona, pero lo hace lo suficiente para hacer de esta una película mucho más interesante de lo que estaba dispuesto inicialmente a conceder. Con esto quiero decir que lo fácil hubiese sido irse por el lado de la comedia chorra visto lo disparatado del argumento base, pero haberse atrevido a dar cierto empaque de seriedad a la premisa hace bastante por vencer mis recelos iniciales, aunque quizás esto no habría funcionado tan bién de no haber estado involucrado Bekmambetov y su particular modo de rodar la acción. De hecho el cineasta ruso vitaliza el guión de Grahame-Smith al dar a la película un aire de irrealidad mucho mayor que el que pueden dar los vampiros en sí mismos, máxime en una secuencia como aquella en la que un joven Abraham Lincoln se enfrenta a su némesis en medio de una estampida de caballos, todo un monumento a la exageración pero que por fortuna no desentona con aquello que la cinta ya nos viene mostrando desde el principio.
Lástima que no todo se sostenga tan bien. Se echa de menos, por ejemplo, la presencia como personaje de Edgar Allan Poe, que salía en la novela original como uno de los aliados de Lincoln y que aquí hubiese dado mucho juego a la hora de agudizar ese ambiente pulp del que la cinta hace ostentación. Asimismo, la intercalación de la trama vampírica con la historia americana no está tan bien llevada porque los intentos del guión por relacionar la lucha contra las huestes del Mal con los motivos verdaderos de la guerra de secesión no están tan bien desarrollados. Este juego histórico da pie sin duda a grandes imágenes como la horda de soldados no-muertos abriéndose paso entre las balas durante la batalla de Gettysburg, pero huye de los aspectos más polémicos que se intuyen como la posibilidad de hacer de Lincoln un antihéroe menos interesado en la lucha en pos de la libertad de las esclavos que en ejecutar su venganza contra los seres de ultratumba que causaron la muerte de sus padres. La conclusión que nos queda es que estamos ante una cinta muy divertida que acomete el admirable atrevimiento de querer ser seria con su premisa, pero que se queda a medias en cuanto a su ejecución. Eso sí: Bekmambetov, como siempre, asegura el espectáculo. A vosotros toca decidir si con eso basta.
sábado, noviembre 10, 2012
Reseña: The Collector (2009)
Recuerdo que hace un par de años más o menos, y debido sin duda al distanciamiento que en aquel entonces tenía con el horror físico, dejé pasar The Collector (2009) pensando que sería una película del montón sin mucho que ofrecer. Resulta que tras haberla recuperado recientemente me he dado cuenta del error que cometí en su momento, ya que si bien esta película participa de forma entusiasta de muchos de los tics del subgénero de torturas que tan de moda llegó a estar en aquel entonces, no es menos cierto que se trata de una cinta muy bien hecha que demuestra que hay vida más allá de los cientos de imitadores de Saw (2004) que proliferan por el mundo del cine de terror. Resulta paradójico en este sentido que esta película haya sido concebida inicialmente como una precuela de Saw que nunca llegó a realizarse, a pesar de que su director Marcus Dunstan (quien junto a su habitual colaborador Patrick Felton es famoso como guionista no sólo de varias entregas de Saw sino también de la trilogía de Feast) es todo un conocedor de dicha saga y de los motivos por los que ha sido exitosa, algo que se nota perfectamente plasmado aquí.
La base argumental se esfuerza por reducir la película a un único escenario haciendo que el protagonista, un ex-convicto abrumado por una deuda con unos mafiosos, entre a robar a una mansión sin saber que su incursión ha coincidido fatídicamente con la llegada a la casa de un misterioso psicópata enmascarado que mantiene prisionera a la familia y que ha llenado el recinto con mortales y elaboradas trampas. La identidad del asesino tras la máscara nunca es revelada y este nunca emite palabra alguna, lo que cumple con una de las principales reglas de los slasher films al hacer del psychokiller una sombra anónima despojada de todo vestigio de humanidad, y debo decir que funciona porque estéticamente es un ser bastante siniestro que se siente como una auténtica amenaza, y al mismo tiempo carece de la omnipresencia que se suele dar a estos personajes y que resta credibilidad a otros trabajos quizás más conocidos. Con esto quiero decir que, a diferencia de otras películas de este género, el asesino no es un ser infalible e invulnerable, lo que le da cierto grado de humanidad y descontrol que lo hace más temible todavía.
El hecho de que estemos ante un único protagonista también ayuda porque la cinta evita insulsas escenas de diálogos y se concentra más bien en nuestro "héroe" intentando esquivar las trampas a la vez que busca evitar ser detectado por el monstruo que se ha alojado en aquella morada. Es precisamente este minimalismo y esta reducción de la trama a la invasión doméstica y al carácter irracional del Mal lo que hace de The Collector uno de los mejores slashers "originales" de la década pasada, y una excelente continuación para los chicos detrás de Feast (2005). Por supuesto, y en concordancia con sus trabajos anteriores, la película es sangrienta, en ocasiones cruel y despiadada con sus personajes pero al menos sorprendente en cuanto al destino que depara a algunos secundarios y que da pie a salidas argumentales que personalmente no vi venir, eso sí, manteniendo las relaciones entre los personajes al mínimo y construyendo la película desde el instinto básico de la supervivencia y un cierto sentimiento de culpa por parte del protagonista que le obliga a (por lo menos intentar) poner a salvo a aquellos que encuentra.
En fin, si quien lee esto es uno de los pocos que se perdió The Collector en su momento, es hora de recuperarla aunque sea por el hecho de que su segunda parte se ha estrenado este año. Parece mentira que los responsables de una franquicia tan repetitiva como Saw hayan podido dar pie a un slasher tan solvente y certero a la hora de tocar los botones correctos del aficionado a este tipo de terror físico. Quizás lo único que me sobra sea ese epílogo, que se siente como una imposición de una crueldad innecesaria después de la angustia que hemos sentido durante casi hora y media. De no ser por este detalle de mera explotación la película hubiese quedado mucho más redonda y limitada a esa historia de un tenso juego de gato-y-ratón entre el asesino y el protagonista. Pero con todo y eso, sigue siendo una película bastante recomendable.
viernes, noviembre 09, 2012
Reseña: Sinister (2012)
El comentario más acertado que he leído sobre Sinister (2012) es que con ella sus responsables han querido repetir el éxito de Insidious (2010), película con la que comparte varios puntos en común en cuanto a estilo. Dirige en esta ocasión Scott Derrickson, a quien ya conocemos de El exorcismo de Emily Rose (2005), una película que como sabéis gustó mucho a quien escribe estas líneas. En esta ocasión tenemos un trabajo muy diferente ante el que confieso no guardaba muchas expectativas, principalmente porque contiene varios de los clichés normalmente asociados a desganadas películas del horror mainstream americano como la idea de lo sobrenatural ligado a un crimen sin resolver, la presencia del niño y la familia como entes en peligro, y el empleo de una estrella en el papel principal, en este caso Ethan Hawke. Resulta que estaba equivocado, puesto que si bien es cierto que todos estos elementos están presentes, la verdad es que estamos ante una película de terror bastante efectiva con varios aciertos innegables.
Si no habéis visto ya el trailer (que valga decir te destripa despiadadamente toda la película revelando todos los giros argumentales), Sinister trata de un escritor de libros policíacos que muda a su familia a la casa donde treinta años antes se cometió un horrendo asesinato sin resolver para iniciar así una investigación que le permita develar el misterio tras aquellas muertes. Esto no por ningún sentido de justicia sino como un intento desesperado por escribir otro bestseller que le devuelva el dinero y prestigio otrora disfrutados. El argumento de horror comienza cuando, apenas mudados en la nueva casa, el escritor encuentra una caja llena de películas caseras de Super 8 donde se ve no sólo el crimen que está investigando sino también otros cometidos aparentemente por el mismo asesino, y es a partir del visionado de estas cintas cuando su mundo comienza a desmoronarse.
Estas películas caseras son empleadas como la principal fuente del terror de Sinister (algo que se hace más obvio si conocemos el título que tenía originalmente la cinta, Home Movies), y debo decir que como recurso está bien utilizado ya que es durantes las proyecciones donde la tensión sube al máximo. Discrepo, sin embargo, con quienes ven en esto un guiño hacia el recientemente masificado fenómeno del metraje hallado, ya que aquí la referencia me parece que va más en la onda de películas como Asesinato en 8mm. (1999) y el morbo que da una cinta sucia y misteriosa cuya autoría se desconoce, así como la investigación detrás. En este sentido la actuación de Ethan Hawke está bastante bien y sabe llevar correctamente el peso de la película (no hay prácticamente ninguna escena en que no salga) haciendo de su desmoronamiento mental algo bastante creíble.
El único defecto que quizás se le puede achacar a la película es lo poco creíble de algunas de las decisiones del protagonista, eso y la transición de la investigación criminal al ángulo puramente sobrenatural, no por la transición en sí sino por un desacierto estético que hace que la película termine en comedia involuntaria lo que en un principio se atisbaba como algo bastante serio. Entre estos resbalones se encuentran recursos baratos como los sustos repentinos de rostros que aparecen en primer plano desde fuera del encuadre hasta el empleo de un maquillaje de feria un tanto estrafalario que puede que funcionara en Insidious pero que aquí está definitivamente fuera de lugar. Con todo y eso, estamos ante una película bastante recomendable, y ciertamente un millón de veces más interesante que su compañera de taquilla, la más exitosa Paranormal Activity 4 (2012). Eso sí: el trailer lleno de spoilers tiene delito, y aunque ya sea tarde para decirlo, os recomiendo ir directamente a la película puesto que el avance reduce bastante las posibilidades de disfrute.