Páginas

martes, julio 18, 2006

Reseña # 100: El aullido (1981)

Llega por fin la reseña número 100 de Horas de oscuridad, y para el licántropo que esto escribe, el blanco no podía ser otro sino El aullido (1981), clásico de culto de Joe Dante y una de las piezas fundamentales en lo que respecta al cine protagonizado por hombres-lobo. Como casi todos los grandes éxitos de los ochenta, creó una legión de fanáticos durante la edad de oro del VHS, y generó asimismo un cantidad generosa de secuelas, la mayoría de dudosa calidad. Sin embargo, esta primera parte ha sabido mantenerse incólume con el paso del tiempo, no necesariamente por su calidad técnica o narrativa, sino por el ingenioso estudio del género que en ella se hace.

Karen White (interpretada por una de las más recurrentes heroínas del horror, Dee Wallace Stone) es una reportera que investiga los crímenes del asesino en serie Eddie Quist, quien ha dejado tras de sí un gran número de chicas horriblemente mutiladas. Cuando Karen finalmente encuentra a Eddie y lo confronta, lo ve transformarse en un hombre-lobo justo antes de caer abatido por los disparos de la policía. Su experiencia le hace sufrir un colapso nervioso que la obliga a internarse en la colonia experimental del doctor George Waggner, un lugar habitado por un grupo de extraños personajes cuya principal característica es que comen mucha carne.

Para el guión de El aullido, Dante contó con la ayuda de John Sayles, quien ya había trabajado con él en Piraña (1978), y que en esta ocasión adaptó la novela de Gary Brandner convirtiendo la película en algo que calzaba perfectamente con el estilo del director: una fiesta de autoreferencias y de guiños al espectador que conoce el género que se está tocando. Después de todo, los nombres de varios personajes de esta película, como George Waggner, Jacinto Molina, Roy William Neill, Terence Fisher y otros, son nombres de famosos directores de películas de hombres-lobo. De todos ellos, el más conocido sea quizás Waggner, quien dirigió El hombre-lobo (1941), principal pieza de inspiración del cine licantrópico y de esta cinta en particular (no en balde aparece en dos ocasiones proyectada en un televisor, una de ellas tras los créditos finales). Esto es sólo uno de los numerosos guiños escondidos a lo largo de todo el metraje, y que incluyen cameos del propio John Sayles, de Roger Corman e incluso del siempre mítico Forrest J. Ackerman, así como apariciones de un retrato de Lon Chaney Jr. o de un ejemplar de El aullido, el famoso poema de Allen Ginsberg.

Pero las referencias son solamente un pasatiempo para Joe Dante. Con esta, su segunda película, ya empezaba a elaborar el estilo que le ha hecho famoso y que le convierte en uno de los más privilegiados directores de terror: el uso de las convenciones del género como metáfora del comportamiento humano. El tema que subyace en El aullido (y que queda patente ya desde el principio, con una velada conversación que se escucha a medida que un televisor cambia de canales) es el conflicto presente entre la naturaleza bestial del ser humano y el intelecto, un intelecto que es, en su mayor medida, represor. Para el momento en que la naturaleza de los habitantes de la "colonia" es revelada, presenciamos aquello que Dante ha querido decirnos con su historia de hombres-lobo y que, hasta entonces, ninguna otra película del género había sugerido en forma tan contundente: el licántropo como símbolo de los instintos liberados del hombre. Estos instintos no se refieren únicamente a la violencia, ya que sin duda el mejor ejemplo está en el personaje del marido de Karen, quien tras ser ingresado forzosamente en las filas de las bestias de la luna, da rienda suelta a todos esos impulsos que durante tanto tiempo se negó a sí mismo, como el comer carne o incurrir en la infidelidad conyugal con una de las despampanantes residentes de la comuna.

Los hombres-lobo de esta película no son simplemente monstruos, sino seres dotados de una intencionalidad y que no están exentos de un particular conflicto: la necesidad de escoger entre continuar su vida salvaje (y arriesgarse así a ser expuestos a la humanidad) o adaptarse al nuevo orden del mundo manteniéndose ocultos y reprimiendo sus instintos de caza para pasar desapercibidos. En medio de este contexto, el personaje de Eddie Quist es un paria, un desertor de esa nueva y ordenada jauría, y por lo tanto, el único y auténtico monstruo de toda esta historia. La escena en la que Karen lo encuentra, y que transcurre en la oscuridad de una pequeña sala donde se proyecta una sesión privada de una película de porno duro es, sin duda, la más oscura e inquietante de toda la película, y cuando volvemos a ver a Eddie (interpretado por Robert Picardo, otro actor fetiche de Dante), su dolorosa y repugnante transformación se convierte en el clímax de la película, una transformación que dura más de un minuto y que vemos paso por paso.

Semejante labor de efectos especiales cae sobre las manos de Rob Bottin, discípulo de Rick Baker, quien solicitó para esta película los consejos de su maestro. Bottin, que vería llegar su mejor trabajo al año siguiente con La cosa (1982), utilizó, además de los efectos de maquillaje, algo de animación y "stop-motion", que fueron empleados muy brevemente con resultados no tan positivos. Aún así, la transformación por él conseguida en esta película es una de las más memorables, trascendiendo el look perruno que tenían los hombres-lobo en películas anteriores pero recuperando la monstruosidad de unos seres que se muestran aquí como gigantescas criaturas bípedas, semejantes a gorilas en su desproporcionada musculatura (aunque, en mi opinión, con unas orejas largas que no les favorecen).

El conflicto de estas bestias con el mundo que intenta "domarlos" se resalta más en un hecho al parecer insignificante pero que representa una gran innovación: los de El aullido son los primeros hombres-lobo que no ven su condición licantrópica como una maldición de la que tienen que librarse. Al contrario, se sienten muy cómodos en su bestialidad, ya que en ellos se exterioriza la tendencia humana al caos y a la satisfacción de los impulsos, por muy destructivos que estos sean. En ellos se borra la fina línea que separa al Hombre del animal, condenando al resto de la especie humana a la condición de ganado. La lucha por exponer esta bestialidad escondida a la luz se convierte, asimismo, en el drama de los personajes "humanos", cuyas esperanzas se encarnan en el personaje de Karen White. Cuando llega el final, el resultado es probablemente uno de los desenlaces más grandiosamente cínicos que se han visto en la obra de Joe Dante. Vemos también en esta película una sátira cruel y directa contra toda la cultura californiana del "buen-vivir" y todas las falacias de esos grupos de auto-ayuda y "mejoramiento personal", vestigios decadentes de la utopía hippie de la comuna, que en la mayoría de los casos no son más que absurdas sectas que buscan controlar al ser humano haciéndole renegar precisamente de aquellos aspectos que conforman su humanidad.

Con todo esto, el director consiguió con esta película su primer gran éxito comercial, que se vio sin embargo empañado por su amigo John Landis, quien ese mismo año causó sensación con Un hombre-lobo americano en Londres (1981). Pero si bien comparten la misma temática, la película de Dante no recae tanto en el humor (aunque este sin duda está presente). El aullido es, principalmente, una película de horror, y aunque ciertamente no alcanza los niveles de genialidad estilística de su hermana gemela, sí es una de las más instrospectivas miradas al auténtico poder metafórico de estas criaturas. También es, y de eso no cabe la menor duda, una de las cintas más violentas que realizara este director, incluso para los estándares de un film de estudio. El gore y la sangre están allí y no tienen piedad alguna, pero no sólo están plenamente justificados, sino que además no son la única carta con la que juega: uno de los momentos de mayor tensión es cuando la reportera amiga de Karen registra furtivamente los archivos de una oficina sin darse cuenta de que la inmensa garra de un hombre-lobo es la que ha puesto a su alcance uno de los papeles.

Esta es una película a la que, en definitiva, le han sentado bien los años, principalmente gracias al status de culto alcanzado y que ni siquiera sus mediocres secuelas han podido empañar (aunque si mal no recuerdo, la cuarta, aquella de los "marsupiales" no estaba mal del todo). Ciertos detalles de su elaboración son, lo que se dice, mejorables, como los licántropos de "stop-motion" o incluso el mismo guión, un tanto lento en su desarrollo y con un clímax un poco tirado de los pelos (Deus ex machina casi). Aún así, es muy difícil encontrarse hoy en día con una película de terror que sienta un respeto tan grande hacia estos personajes y se atreva a ahondar en qué es lo realmente interesante de un monstruo, en vez de simplemente ponerlos a aterrorizar a humanos despavoridos.

Por supuesto, como no podía ser de otra forma, MGM ha dejado colar unos rumores desde hace tiempo acerca de la posibilidad de re-hacer El aullido para las "futuras generaciones". Creo que lo más sensato que se podría hacer con esos chavalines es recuperar la cinta original para los cines, y así presenciar como debe ser el poder de la bestia oculta tras el febril y carismático estilo de Joe Dante, uno de esos directores de los que ya no hay.

11 comentarios:

  1. Enhorabuena por los Cien!!
    A ver si podemos celebrarlo!!

    Y menudo cien, una película enorme. Leyéndote, he recordado lo temáticamente cerquita que deja esta cinta a esos dos monstruos que son el Hombre Lobo y el Vampiro.

    Qué cosas...

    ResponderEliminar
  2. Felicidades por las cien reseñas. Y un acierto de pleno el conseguirlo con esta excelente reseña de una de las mejores películas que se han rodado sobre los licántropos (junto con la recientemente comentada Un hombre lobo en París) y una de las que mejor recuerdo guardo. La verdad es que hace quizás demasiados años que la vi y no la recordaba muy claramente, gracias por refrescar mi vieja memoria cinéfila.
    De todas formas una pregunta, ¿Porqué siempre la nombras como El aullido (la traducción literal) en vez de titularla con el titulo oficial en castellano, Aullidos?
    Un saludo
    Barry Collins

    ResponderEliminar
  3. Gracias por tan calurosas felicitaciones. Trataré de que estas descaradas muestras de auto-promoción no se repitan.

    Oh, y en cuanto a la pregunta del señor Barry Collins, le diré que todo se debe (como siempre) en la arbitrariedad a la hora de escoger entre el título español y aquel puesto en Latinoamérica. Allá la película siempre se ha titulado "El aullido", y ya saben lo inconsciente que soy en cuanto a la coherencia interna de los títulos en este blog.

    ResponderEliminar
  4. Anónimo1:57 a. m.

    Felicidades por este completísimo post nº 100: "Aullidos", como yo siempre la he conocido, es una de las grandes del fantástico de los primeros 80, quizá algo ensombrecida por los espectaculares efectos de "Un hombre lobo americano en Londres", pero una muy gran historia licantrópica.

    en otro orden de cosas, nos hemos tomado la libertad,no sólo hemos enlazado Horas de Oscuridad en nuestras dos VideoArenaS, sino también de convertirte en hermano de armas y coprotagonista de nuestro último post.


    Saludos VideoArenileS.

    ResponderEliminar
  5. Felicidades, y a seguir asi.

    Respecto a la pelicula, no comparto tu entusiasmo, aunque tampoco esta mal. Lo cierto es que la vi no hace mucho por primera vez y no me parecio tan buena como pensaba, aunque se puede ver.

    Lo mejor, los efectos de maquillaje, las transformaciones, alguna escena de ataque de hombre lobo y el final.

    ResponderEliminar
  6. Cult Movie Habemus.

    Y entre las secuelas, creo recordar que la 3 es la de los marsupiales y la 5, Rebirth, sin ser gran cosa, no estaba mal...

    ResponderEliminar
  7. hola como estas si puedes escribeme al correo lagocha007@gmail.com tengo una plantilla si te interesa para tu blog.. la vi la guarde ..
    Bueno vi q estas en la lista de los papitos bloger ..Suerte
    Besos

    ResponderEliminar
  8. Por cierto, esa pelicula que van a estrenar en breve titulada Aullido, o algo asi ¿tiene algo que ver con esta?.

    ResponderEliminar
  9. Que no Bottin también es el responsable de los efectos de maquillaje de Robocop?

    Por cierto, su trabajo en la excelente Club de la pelea, es de resaltarse. Un maestro.

    ResponderEliminar
  10. Para JohnTrent:

    Carajo!!! es que acaso eres de la generación emo? qué edad tienes? que no es buena? creo que estás en la página equivocada. Aullido es una auténtica joya. Como bien redacta Hombre Lobo: "El aullido es, principalmente, una película de horror...es una de las más instrospectivas miradas al auténtico poder metafórico de estas criaturas."

    AMÉN

    ResponderEliminar
  11. Resulta difícil de creer que una cosa tan mala pueda tener salida.

    ResponderEliminar

Información básica sobre Protección de Datos

Los datos que proporciones en este formulario son recopilados y almacenados por el administrador de este blog con el único fin de moderar los comentarios a los artículos publicados. No se comunicarán datos a persona u organización alguna. Tienes derecho a acceder, rectificar y suprimir estos datos en cualquier momento.

Al comentar en este blog aceptas nuestra Política de privacidad

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.