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viernes, julio 09, 2010

Reseña: Alien 3 (1992)

Tras el éxito de Aliens (1986) era imposible no continuar la saga de estos xenomorfos espaciales, y sin embargo Alien 3 (1992) terminó siendo la oveja negra de la franquicia muy a pesar de que hasta cierto punto volvía al esquema que hizo grande a la primera parte. Encima, la película fue responsable del descubrimiento del director David Fincher, uno de los cineastas más prometedores de los años noventa y pionero en una camada de autores mainstream salidos del mundo del videoclip. El por qué esta secuela no funcionó como se esperaba es algo que merece ser discutido, ya que una de las cosas más interesantes de la película es la historia que hay detrás de esta producción y la gran cantidad de problemas que surgieron a la hora de hacerla realidad. Dicha historia es demasiado larga para contarla toda aquí así que recomiendo una búsqueda por Internet para leer acerca de todas las diferentes versiones que se llegaron a hacer de su argumento, incluyendo una que transcurría en un monasterio galáctico enclavado en un misterioso planeta hecho de madera.

El resultado final fue una mezcla de varios de los guiones rechazados, una historia oscura y deprimente que tira por la borda todo la acción y heroísmo de la cinta de Cameron y huye de lo que hubiese sido la continuación lógica: situar la historia años después. En vez de eso tenemos a Ripley estrellándose poco después de su victoria contra la reina alienígena en un planeta-prisión dominado por el fanatismo religioso de los reclusos, trayendo como polizonte a uno de los monstruos. La historia la sitúa como la única superviviente, lo que destruye los aciertos argumentales de la segunda parte y hunde la película en un tono pesimista que te hace querer cometer suicidio, un tratamiento por cierto muy acorde con el espíritu de los noventa, pero que por desgracia confunde la "seriedad" con una solemnidad excesiva y exagerada. Uno de los mayores ejemplos de esto es que aquí Ripley ya no parece la dura heroína de la segunda película sino un personaje desesperado y acorralado cuyas hazañas resultan tremendamente fútiles y cuya desquiciada lucha contra el nuevo y mejorado alienígena (híbrido de un perro o un bovino dependiendo de la edición que hayáis visto) parece más bien una huída hacia delante. El ya conocido desenlace final de la película deja este tono mucho más resaltado.

Este es básicamente el principal pero que se le pone a Alien 3 a la hora de valorarla con el resto de la saga. Si bien se trata de una película con ideas interesantes y una estética muy atractiva, los seguidores de las dos primeras películas no le perdonaron jamás a David Fincher que les robara la victoria emocional conseguida con la secuela anterior. Es una lástima porque a pesar de esto y de los numerosos fallos productos de las incontables dificultades que tuvo la producción, sigue siendo al menos valiente en su propuesta, y es que todas las entregas de la saga de Alien ha sabido tener una personalidad muy definida acorde con aquellos que se han puesto al mando. En este caso Fincher logra construir un relato que es a partes iguales película de horror, ciencia-ficción, drama carcelario y entramado estético sobre el tema de la Muerte. Si no hubiese sido por las numerosas alteraciones que siguieron a su trabajo original (causando que el propio director reniegue hoy en día de esta película) podríamos perdonar el hecho de que haya demolido la saga para plantear su particular visión de la historia de Ripley.

Es esta discrepancia lo que considero que perjudicó más a la película de Fincher y terminó convirtiéndola en la más floja entrega de la saga. La forma poco efectiva en que está armada la película (con esos momentos de supervivencia en el que los protagonistas se enfrentan al monstruo sin armas intercalándose con largos pasajes de conversaciones en los que no ocurre realmente nada) y el ocasionalmente pobre trabajo de efectos especiales informáticos destinado a dar vida a la criatura no consiguieron impresionar al público, mientras que el tono deprimente, el presuntuoso desprecio por aquel heroísmo de la segunda parte y su sustitución por monsergas filosóficas terminaron alienando al público objetivo de la saga que deseaba otra película de monstruos. Al menos el tiempo y un Director's Cut en condiciones han terminado por dar algo de dignidad a la película de Fincher, quien finalmente tuvo su entrada triunfal tres años después con Seven (1995), lo que hace que Alien 3 sea una película interesante y digna de verse aunque no esté al nivel de las demás entregas de Ripley contra los monstruos espaciales.

7 comentarios:

  1. Lo que más recuerdo de esta película (que sólo he visto una vez en los tiempos que se estrenó en cine) es la escena de la autopsia. La recuerdo como lo más escalofriante y mejor rodado que había en la cinta. Tengo especialmente presentes los ojos en rojo de Ripley.

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  2. A mi me gustó mucho, es un cambio a lo que venía con la excelente Aliens 1 y por eso me gusta. Para mi el final es muy bueno, Ripley no podía vivir para siempre y es un final con los que pocos se atreven. La claustrofobia en locación y la estética me encantan. Solo la pongo por debajo de las primeras porque son muyy grandes....

    Saludos

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  3. Siento admiración por esta cinta desde la primera vez que la vi, que tenía sólo 12 añitos. Es mpactante en todos los sentidos y es la que más me gusta de la saga, después de la primera, por supuesto.

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  4. podrias poner algunos links acerca de la produccion de alien 3..de los posibles guiones y esas cosas que dices..no encontre por ningun lado esa info del planeta madera...gracias

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  5. Bueno, la siempre simpática Wikipedia tiene un recuento bastante exhaustivo del tema, eso sí, en inglés.

    http://en.wikipedia.org/wiki/Alien_3

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  6. Aunque uno esperaba algo de más acción, resulta algo tenebroso, oscuro y asfixiante, la película me agrada.

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