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martes, agosto 15, 2006

Reseña: Dreams in the Witch-House (2005)

De unos años para acá hemos visto resurgir el interés por la narrativa de H.P. Lovecraft, principalmente gracias a la adicción generada por el juego de rol La llamada de Cthulhu, así como el correspondiente videojuego. Lo mismo sucede cada cierto tiempo, ya que la fértil imaginación del autor de Providence es sin duda fascinante. Por lo tanto, era bastante seguro apostar a que la primera temprada de Masters of Horror incluiría alguna adaptación del universo lovecraftiano, y aún más seguro era afirmar que el responsable sería nada menos que Stuart Gordon. Con Dreams in the Witch-House (2005), segundo capítulo de la serie, este director realiza su quinta historia basada en su escritor fetiche.

Es necesario afirmar de entrada que aquellos que disfrutaron con las anteriores adaptaciones lovecraftianas de Gordon, como Re-Animator (1985) y Dagon (2001), no saldrán decepcionados con esta nueva entrega. De hecho, esta versión de Sueños en la casa de la bruja es bastante acertada, y si bien es cierto que se toma varias libertades con la historia original (algo inevitable dado el limitado tiempo de metraje), consigue capturar bastante bien el ambiente creado por el autor, a la vez que sirve de vehículo perfecto para el estilo de Stuart Gordon. La historia sigue siendo más o menos la misma: un estudiante universitario llamado Walter Gillman (Ezra Goden, repitiendo protagonismo tras Dagon) alquila una habitación en una antigua casa que tiene más de trescientos años, y pronto empieza a notar extraños sucesos que van mucho más allá de su insoportable casero o del repelente y devoto anciano que habita en la planta baja. A través de una serie de pesadillas, Walter es acosado por la presencia de una bruja y su demonio familiar (una espantosa rata con rostro humano), capaces de moverse a través de mundos paralelos y obligarle a participar en sus ritos de sacrificio.

Como decía antes, varias de las contantes de Lovecraft están aquí. Si bien no se hace realmente una conexión con el complejo corpus mitológico del autor, Stuart Gordon logra recrear de manera muy eficaz el macabro mundo lovecraftiano a través de un ambiente muy efectivo, encarnado en la casa. El viejo armatoste de madera y pasillos oscuros resulta casi un personaje más, y su aspecto ruinoso y descuidado la hace perfectamente creíble. Otra cosa que ayuda al ambiente es la banda sonora, cuyos cánticos son sospechosamente parecidos a los de Dagon, pero aunque fueran reciclados, su inclusión está perfectamente justificada.

Sin embargo, son pocas más las referencias lovecraftianas que encontramos aquí, salvo una escena en la que Walter tiene un breve encuentro con un ejemplar del Necronómicon, en la sección de libros raros de la Universidad de Miskatonic. Por desgracia, el sentimiento de fatalidad inexorable que es la norma de los relatos de este autor no está aquí presente, ya que toda la historia se da por un desafortunada casualidad: a diferencia de lo que ocurría en el relato original, Walter no sabe nada de la leyenda de la bruja, y sólo está en la casa buscando un lugar donde elaborar su tesis sobre la yuxtaposición de planos interdimensionales (una monserga pseudo-científica que chirria un poco, a decir verdad). Asimismo, Gordon se aleja un poco del sobrio estilo del autor al incluir pasajes y momentos de un muy negro sentido del humor, gracias particularmente al trabajo de su protagonista, cuya actuación desaforada, cómica y a la vez trágica, nos lo hace ver una vez más como un joven Jeffrey Combs en formación. Es una lástima, sin embargo, que toda la historia que formaba el plano de fondo de la bruja y la casa se haya perdido debido a la falta de tiempo para su desarrollo.

Pero más allá de sus carencias de "leyenda", Dreams in the Witch-House pone de manifiesto una vez más la inexplicable insistencia por parte de Stuart Gordon de colocar las historias de Lovecraft en la época actual, restando así un poco de credibilidad a aquello que sucede. El Walter Hill del cuento era un positivista con un arrogante desprecio por lo sobrenatural, pero la ingenuidad del Walter de la esta película es un poco tirada por los pelos, lo cual no se debe a una falta de talento por parte de su actor (quien de hecho lo hace bastante bien, balanceando eficazmente tanto los momentos terroríficos como los cómicos, algo típico de este director), sino a cierta incongruencia respecto al guión.

El resto es bastante efectivo. La historia no tarde nada en ponerse en marcha, y el factor inquietante ya está presente desde el primer fotograma: esa vieja y destartalada casa con el cartel de "room for rent". Los sueños de Walter se suceden casi enseguida, y el horror prácticamente no se detiene. Como viene siendo habitual en Masters of Horror, la sangre no se hace rogar, y tenemos asegurados violencia y sexo a granel. Aparte de eso, el final será sin duda difícil de soportar para muchos espectadores, e imagino que la censura norteamericana se lo debe haber pasado muy mal al saber que, por emitirse en un canal de televisión por cable, este capítulo quedaba fuera de su alcance.

Con todos sus defectos, Dreams in the Witch-House es una correcta entrada en la larga lista de adaptaciones de Lovecraft. Los fans del autor apodado como "el recluso de Rhode Island" deberán todavía esperar por su adaptación definitiva, pero aquellos que anden a la búsqueda de una historia bien contada, con varios momentos genuinamente perturbadores, no deben perder esta oportunidad. Stuart Gordon entiende Lovecraft como pocos, y aquí lo demuestra otra vez.



[Nota: como hoy ando generoso, aquí pueden encontrar la obra completa de Lovecraft, gratis y en su idioma original. Asimismo, si la prefieren en español, hay una muy buena selección aquí, también de gorra]

6 comentarios:

  1. En mi opinion, el mejor episodio que he visto de Masters of horror, aunque me faltan muchos por ver aun, incluido el de Carpenter.

    Cierto lo que dices del final, muy fuerte, y mas para una produccion televisiva. Vamos, que un final brutal y buenisimo, ademas de perturbador.

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  2. Para mi tambien está entre los mejores, junto con el de Carpenter y el de Argento. Engancha desde el comienzo y esta bien resuelto. Y como bien dices, esa casa es un personaje más, tan inquietante como la rata con cara de humano o ese viejo que reza y reza sin parar.

    Saludos!

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  3. I've seen this movie! good site, but I don't really speak spanish :-) horror-movies forever!
    saludo da suiza

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  4. A mi este episodio me dio risa...
    Bastante malo.

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  5. Si bien no es una GRAN adaptación del cuento es mas de lo que me esperaba.
    Practicamente me golpeé la cabeza ante el seudo romance entre Walter y la mama del bebe...Lovecraft no tenía romance en sus historias...felizmente solo era para avanzar la historia.
    Definitivamente me gusto el episodio...de lo mejorcito de Masters of Horror.
    Nos vemos-

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  6. mmmm, que se puede decir, más mediocridad por parte de Masters of Horror?, que show tan decadente

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