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lunes, abril 18, 2005

Reseña: Session 9 (2001)

Confieso que no conocía al director Brad Anderson, hasta que a principios de este año vi su última película: El maquinista (2004). Resulta que este hombre no es extraño al género, ya que en el 2001 había dirigido esta otra pieza de culto: Session 9 (2001), que no había ido a ver (lo confieso) por mi escepticismo a la hora de contemplar a esos actores provenientes de la tele (en este caso David Carussso, el pelirrojo de NYPD Blue). Estaba en un gran error, porque Anderson había logrado algo que difícilmente se ve hoy en día: una historia de atmósfera pesada, en la que es más lo que se sugiere que lo que se ve, y en la que durante la hora y media (o un poco más) que dura, estás inmerso en una situación de angustia que difícilmente se borra. De primera, sin duda alguna.

Session 9, sin embargo, no es una película fácil, ya que Anderson no te lanza directamente en la historia así no más, sino que poco a poco la va desenvolviendo frente a tus ojos. Trata de un equipo de cinco hombres cuyo trabajo es retirar las placas de asbestos de un edificio abandonado, específicamente un manicomio (la película no fue filmada en un estudio, sino en un edificio real de las afueras de Boston, con lo que el realismo es increíble). Poco a poco, estos cinco hombres empiezan a reñir entre sí, a escuchar cosas, a lentamente perder la razón. Todo esto mientras uno de ellos escucha atentamente unas cintas de sesiones psiquiátricas que podrían revelar que en el hospital sucedieron cosas que nadie sabe. Y bueno, no digo más.

La historia no se cierra por completo en esta película. Muchas cosas quedan a la imaginación del espectador, pero la atmósfera que ha creado Anderson con esos pasadizos oscuros, derruídos y decandentes es tan efectiva, que hace que la auténtica estrella no sea ninguno de los actores protagonistas, sino el propio hospital, que poco a poco pareciera estar vivo, como una entidad siniestra dispuesta a aplastar a aquellos que han invadido su soledad. Como ya he dicho antes, es mucho más lo que se sugiere que lo que realmente se muestra, pero para todos aquellos que aman el terror psicológico (y mira que este término a veces es aplicado con demasiada libertad) esta es su película.

5 comentarios:

  1. Anónimo9:46 p. m.

    Joder, me parece increíble que no halla un solo comentario de esta joyita.
    Poco se puede añadir a la reseña.Lo único, algo en lo que todos los que conozco que han visto esta película, incluído yo, están de acuerdo: el mal rollo que te queda en el cuerpo cuando acaba.
    Saludos desde Bilbao.

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  2. Pues sí, una pena que no haya comentado nadie más.
    A mí también consiguió dejarme con mal cuerpo, cosa que me pasa con muy pocas películas. Desde entonces la recomiendo cada vez que alguien saca el tema de películas que verdaderamente inquieten, aunque creo que no he logrado ningún converso aún, lástima.

    Me está apeteciendo mucho volver a pasar un buen mal rato viéndola, esta vez en v.o.s., que la vi por televisión en versión doblada (seguro que así da más cosa aún).

    Saludos desde bastante más al sur que Bilbao.

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  3. Hace tiempo vi El Maquinista, me gustó mucho y ahora que vi Sesión 9 no sabía que son del mismo director.
    Es una película un tanto extraña, no sé, no puedo decir que me gustó, es más como que me gustó-disgustó, sí, algo complicado.
    Cuando terminé de verla, estaba un poco tensa, hace tiempo que no veía algo así, no es la típica película de terror americana, es diferente.
    Buena reseña.

    Saludos!

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  4. Anónimo6:46 a. m.

    Mmmmmm unaaaa pelicula bastaaante extrañaaaaa cuando comenzo dije mmm pelicula muy lentaaaaaa.. perooooo logroo mantenermee espectante entro por completo en miii mente siento miedooooooooooo creo que el terror psicologico es mucho peor que las peliculas clasicas con efectoos especiaaales innecesarios excelente.

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  5. Anónimo9:39 p. m.

    mi me gusto mucho. Claro, no es facil de digerir todo lo que pasa y por eso te deja con algo pesado en el cerebro,y en el corazon, es un terror psicologico increible.

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