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domingo, septiembre 18, 2011
No más vacaciones
miércoles, septiembre 07, 2011
Reseña: Mirrors 2 (2010)
Aquí tenemos otro ejemplo más de esas secuelas tardías que parecen surgir de la nada en formato doméstico. Aunque en este caso sólo dos años separan a Mirrors 2 (2010) de la primera parte, el hecho de que ambas películas sean tan diferentes sólo puede referirnos a una necesidad imperiosa de depredar el éxito, grande o pequeño, de cintas anteriores con elencos más vistosos. Esta segunda parte de Mirrors (2008), dirigida por Víctor García (un veterano ya en estos temas) tiene un argumento completamente diferente al de aquella película con Kiefer Sutherland, y de hecho se muestra como una historia de fantasmas bastante convencional que podría perfectamente haber sido parida con un título diferente sin que nadie objetase nada al respecto.
Hay cosas que se mantienen, como la idea del centro comercial embrujado y el guardia de seguridad que descubre una maldición relacionada con los espejos. Hasta allí las semejanzas con el original son evidentes, pero Mirrors 2 termina teniendo una estructura mucho más limitada al hacer de su misterio algo pequeño que afecta a personajes específicos, cuya relación con el maleficio del centro comercial prueba ser algo bastante concreto. Es así como muy pronto no tardamos en encontrarnos el arquetipo clásico de la maldición producto de un crimen sin resolver del que uno de los personajes es culpable, un misterio que el protagonista deberá resolver pronto si no quiere pasar a engrosar la lista de víctima.
Por desgracia este giro más convencional de la secuela elimina una de las pocas cosas interesantes que tenía su predecesora dirigida por Alexandre Aja, y es que la primera Mirrors al menos rescataba un poco la ideal del Mal como fuerza antagónica pura, algo que se había perdido en el horror sobrenatural y que sólo en los últimos años ha comenzado a recuperar algo de empuje en parte gracias, curiosamente, a la invasión de producciones asiáticas que originaron esta película. Esta secuela por el contrario cae en la ya aburrida representación de un predecible misterio y una mucho más predecible resolución en la que el maleficio del centro comercial es despojado gracias a la ejecución de una venganza.
Completismo puro y duro es el único motivo que encuentro para acercarse a Mirrors 2, eso y la voluntad de escudriñar en el azaroso mundo de las secuelas en formato doméstico. Con todo y eso, el nivel de esta película es bastante bajo incluso para los estándares de este tipo de producciones, tanto que el director Víctor García se ve incapaz de repetir incluso los superficiales atractivos estilísticos de Return to House on Haunted Hill (2007). En esta por el contrario no encontramos nada de original o atractivo y sí todos los molestos tics y lugares comunes de esa mala manera de entender el terror sobrenatural, tendencia de la que tristemente forma parte.